En la campaña electoral española no se han abordado los asuntos internacionales, ni siquiera al antiguamente recurrente tema de Venezuela. ¿Qué papel podría jugar el próximo Gobierno de España ante América Latina?
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Cuatro de los candidatos a las elecciones del 28 de abril de 2019 se han enfrentado en dos debates televisivos a pocos días de los comicios españoles. Los asuntos internos, los cruces de acusaciones e incluso los insultos protagonizaron ambos encuentros. A la posición de España en el mundo no se le dedicó ni un segundo. ¿Es que a los españoles no les interesa? Para Marina Pérez de Arcos, profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad de Oxford, la situación refleja las luchas internas de los partidos y las pugnas por el liderazgo. Pérez de Arcos considera que la experiencia internacional de los actuales líderes españoles es "limitada”, aunque, "en el pasado sí ha habido presidentes de Gobierno con clara vocación internacional, visión sobre el papel de España en el mundo y capacidad para implementarla”.
Por su parte, Pau Palop, politólogo e investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos GIGA, con sede en Hamburgo, recuerda que Venezuela fue "tema recurrente en la campañade 2016 y en la precampaña 2019”, aunque luego ha habido un "cambio de estrategia”. Sin embargo, Palop reconoce también que cuando en la política española se ponen sobre la mesa temas internacionales es para "ganar votos”. Lo cierto es que, como los sondeos del Centro de Investigaciones Sociológicas nos recuerdan una y otra vez, la política internacional no está entre las principales preocupaciones de los españoles.
Puente entre la UE y América Latina
En el tratado de ingreso de España en la UE se establece que el país debe actuar como puente con América Latina. Si tomamos como ejemplo Venezuela, uno de los puntos calientes de aquella región ¿cumple España ese papel? Pérez de Arcos considera que la misión de la UE es ayudar. "España debiera tener un papel más activo, pero para eso necesita una visión clara de su planteamiento respecto a Venezuela", advierte. "Si lo tiene, no se ha hecho público. Y ahí está el vínculo entre política internacional y política doméstica. El papel que España pueda jugar dentro de la UE hacia Venezuela se tiene que decidir en gran medida en España. No puede jugar un rol importante si no tiene previamente claro cuál es su posición a nivel nacional”. Es más, cabe preguntarse cuál sería la futura política hacia Venezuela de un hipotético Gobierno de coalición PSOE-Podemos, apunta la experta. Los socialistas reconocieron de inmediato a Juan Guaidó, mientras que la posición de Podemos al respecto es muy distinta.
"Es uno de los temas en los que podrían chocar, pero me pregunto si a Podemos le interesa que esa tema siga siendo el principal asunto de fricción con el PSOE”, opina, por su parte, el investigador del GIGA Pau Palop. "Tal vez pueda optar por dejar a Venezuela en un segundo plano, negociar medidas sociales y medioambientales, y en el tema de Venezuela adoptar la postura del Gobierno, que es la de la UE. En muchos aspectos, PSOE y Podemos tienen opiniones muy diferentes. Pero hay que entender que, en los pactos y las coaliciones, hay que acercar posiciones para gobernar juntos”.
Compromiso con la Unión Europea
¿Podría poner en peligro el compromiso de España con la UE un hipotético Gobierno del PSOE apoyado o coaligado con Podemos? La formación liderada por Pablo Iglesias no tiene una trayectoria ni un programa electoral europeísta. Hubert Peres, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Montpellier, recuerda que, durante el período de gobierno de Sánchez, "no hubo sino discrepancias menores sobre la estrategia europea”. "No hay nada en el programa de Podemos respecto a la UE que pudiera seriamente obstaculizar su apoyo a un nuevo Gobierno liderado por el PSOE", asegura.
Por otro lado, no hay que olvidar el ascenso del partido de extrema derecha VOX, liderado por Santiago Abascal, al que las encuestas pronostican varios diputados en la próxima legislatura. "El peor escenario electoral con respecto a la UE sería un éxito tremendo de Vox, ya que se alinea claramente con las posiciones populistas del "grupo de Visegrado", opina Hubert Peres. "Claro que un Congreso fragmentado, incapaz de sostener un gobierno estable, supondría también una mala noticia para las fuerzas de la UE que quieren fortalecer la integración europea. Y Francia y Alemania ven a España como un aliado importante en la lucha contra el "euroescepticismo” populista”. Pau Palop considera, sin embargo, que "un Parlamento fragmentado no tiene por qué significar una legislatura inestable”, aunque admite que el pulso nacionalista catalán puede poner en riesgo la estabilidad de un futuro Gobierno si para su investidura necesita los votos de los partidos nacionalistas catalanes.
Por su parte, Marina Pérez de Arcos apunta que España "debería poder formar parte del liderazgo de la UE en lugar de seguir a unos y a otros", pero, "para liderar, se necesitan dos cosas: visión y capacidad para convencer a otros del propio proyecto”. Y eso requiere "una reflexión a nivel de Gobierno y de partidos políticos”, concluye la experta.
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Las huellas del franquismo en Madrid
Los cuarenta años del gobierno de Franco dejaron muchas huellas en la capital de España, muchas de ellas todavía visibles. Aunque no siempre identificables.
Imagen: DW/L. Garcia Casas
El Cuartel de la Montaña
La rebelión militar en Madrid se limitó al conocido como Cuartel de la Montaña, donde hoy se encuentra el Templo de Debod. El pueblo armado lo asaltó matando a todos los sublevados concentrados allí. Una gran escultura de Vaquero Turcios, situada en 1972 en la escalinata de acceso al montículo recuerda a los caídos. La inscripción en el suelo así lo indica, aunque pocos visitantes recaen en ello.
Imagen: DW/L. Garcia Casas
La monarquía
Franco restauró la Monarquía en España, dando continuidad a su régimen en la persona del rey Don Juan Carlos I. El Rey inició unas reformas dirigidas por Adolfo Suárez que, sin quebrantar la legalidad establecida, instauraron la democracia, dejando la monarquía como una institución arbitral no partidista. La extrema derecha lo consideró por ello un traidor.
Imagen: DW/L. Garcia Casas
El balcón de los discursos
Desde el balcón del Palacio Real dirigió Franco algunos de sus más importantes discursos. Eso convirtió la Plaza de Oriente en uno de los símbolos del régimen. Hoy día es uno de los grandes atractivos turísticos de la capital, aunque la plaza fue remodelada. Sin embargo, Franco eligió desde el principio como residencia el Palacio de El Pardo, en una zona boscosa del noroeste de la capital.
Imagen: DW/L. Garcia Casas
Ministerio del Aire
Fue construido por Franco siguiendo el estilo de Juan de Herrera, el arquitecto de Felipe II. El mero hecho de que el Ejército del Aire, un cuerpo militar, se constituyera como Ministerio, así como los demás cuerpos, indica ya el importante papel que en la política tenían los militares. Si de la Prusia alemana se decía que era un Ejército con un Estado, y no al revés, lo mismo se podía decir aquí.
Imagen: DW/L. Garcia Casas
Espacio reciclado
Cerca de allí se empezó a proyectar en 1949 una construcción monumental "a los caídos por Dios y por España" en la batalla por Madrid. El edificio, que incluye una plazoleta circular cubierta por una cúpula, paso por diversos problemas en su construcción, quedando inacabado. Actualmente alberga la Junta de Distrito de Moncloa. Es decir, oficinas del actual Ayuntamiento.
Imagen: DW/L. Garcia Casas
Arco de la Victoria
Erigido para homenajear la victoria de Franco, está en una de las entradas por las que llegaron sus tropas a la ciudad y donde se libraron algunos de los más duros combates. Tiene 49 metros de altura. Detrás, el actual Ayuntamiento de Distrito y el edificio Galaxia, en cuya cafetería se gestó un intento de golpe de Estado en 1978 por Antonio Tejero, que volvería a intentarlo tres años después.
Imagen: DW/L. Garcia Casas
Línea del frente
La actual Ciudad Universitaria fue la línea del frente cuando las tropas franquistas cercaron la capital. La artillería y la aviación bombardearon esa entrada a la ciudad. Pocas huellas son ya visibles de aquellos enfrentamientos, como un rudimentario mirador construido en semicírculo sobre el hueco de una explosión, o este agujero, que los vecinos identifican como el cráter dejado por un obús.
Imagen: DW/L. Garcia Casas
Búnker restaurado
En los alrededores de Madrid quedan búnkeres de la contienda, algunos restaurados. Sobre todo en la zona sureste, escenario de la Batalla del Jarama, o la noroeste, como este de la Dehesa de Navalcarbón. Cerca de allí se libró la Batalla de Brunete, en la que murió la fotógrafa alemana Gerda Taro, autora junto a su socio y pareja Robert Capa de algunas de las más famosas instantáneas de la guerra.
Imagen: Juan Aranaz
Calles sin nombre
A Gerda Taro está previsto dedicarle una calle en la capital. Una comisión de expertos ha señalado más de cincuenta calles por vulnerar la Ley de Memoria Histórica. Sus nombres deberán ser cambiados, aunque la medida ha sido recurrida por la Fundación Franco. La de Juan Vigón (en la imagen) debe su nombre al general que Franco envió en su nombre al cumpleaños de Hitler y que llegó a ministro.
Imagen: DW/L. Garcia Casas
Fundación Nacional Francisco Franco
En un austero edificio de viviendas sociales precisamente construidas por Franco se encuentra, sin distintivos exteriores, la Fundación Nacional Francisco Franco. Se trata de una entidad privada sustentada por las cuotas de sus afiliados y cuyo principal activo historiográfico era el archivo personal del dictador, digitalizado gracias a una subvención del gobierno de Aznar en el año 2000.
Imagen: DW/L. G. Casas
Pisos militares y viviendas sociales
Franco construyó en España más de cuatro millones de viviendas sociales, muchas de ellas en Madrid. También edificó barrios enteros de pisos para alojar a militares y sus familias. En muchos casos, no eran mucho mejores que las viviendas sociales. Pero, en otros, se construían para albergar a militares de alta graduación y estaban ubicadas en zonas caras de la capital. Como estos en Moncloa.
Imagen: DW/L. Garcia Casas
Nuevos Ministerios
Otro de los grandes complejos ministeriales construidos por Franco fue el de Nuevos Ministerios, que actualmente alberga al Ministerio de Fomento, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social y el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Desde estos edificios se dirigieron los esfuerzos modernizadores del régimen franquista.
Imagen: DW/L. Garcia Casas
Estatua de Franco
En uno de los flancos de ese gran complejo se levantó el mayor monumento que había a la persona de Franco en la capital: una estatua ecuestre de bronce que fue retirada en 2005, antes incluso de la aprobación de la Ley de Memoria Histórica. Una sentencia declaró en 2009 nula la retirada de la escultura, pero rehusó volver a colocarla en virtud de esa nueva ley aprobada con posterioridad.
Imagen: AP
El Alcázar de Toledo
La columna que dirigía Franco contra Madrid se detuvo en Toledo para socorrer a los sublevados en la ciudad, sitiados en el Alcázar. Estratégicamente, hubiera sido innecesario, según autores como Jorge M. Reverte, para quien fue una estrategia de Franco para alargar la guerra y erigirse como líder de los generales sublevados convirtiéndola, al mismo tiempo, en una guerra de aniquilación.
Imagen: DW/L. Garcia Casas
Museo del Ejército
El Alcázar alberga hoy día el Museo del Ejército. Pero allí se encontraba la Academia de Infantería, en la que Franco ingresó al Ejército. Además, la ciudad es famosa desde la Edad Media por sus espadas, fabricadas con la técnica del acero templado. Junto al Alcázar, como se ve en este escaparate, proliferan las tiendas en las que hasta hace poco se podían comprar también estatuillas de Franco.
Imagen: DW/L. Garcia Casas
Valle de los Caídos
A unos cuarenta kilómetros de Madrid, cerca de El Escorial, se encuentra el Valle de los Caídos, donde estuvo enterrado Franco. Fue un mausoleo monumental excavado en la montaña y coronado por una gran cruz, construido para honrar a los caídos del bando franquista. Allí se enterró inicialmente al líder de Falange, Primo de Rivera. Y a miles de presos republicanos usados como trabajadores forzosos.