Entre las novedades mundiales que han sido presentadas en Colonia, figura el chocolate de leche de cabra, una especialidad desarrollada por una empresa austríaca. También de Viena llega el sabor a bosque de una mermelada de arándano silvestre con rábano picante, un producto para paladares exigentes que da un refinado toque a carnes rojas. Entre las innovaciones culinarias destacan unas anguilas marinadas en rebanadas delgadísimas, un producto alemán. España no se queda atrás con unos soles españoles –yemas de huevo envueltas en carne de pavo- y gazpacho andaluz, llamado ‘Solfrío’, un tónico sano y refrescante que se ofrece como bebida isotónica.

La Feria reúne diez temas bajo un sólo techo y es tan amplia y diversa que ni recorriendo los 14 pabellones durante los cinco días que dura el máximo evento del sector alimenticio, podría el visitante verlo todo. El recorrido abre el apetito y no faltan las degustaciones de carnes frías, vinos, y quesos, pero no sólo eso. Productos básicos, especialidades gastronómicas, alimentos congelados, carnes, helados, productos lácteos, panes, pasteles, tecnología y servicios para la venta al por menor, son los rubros en los que está dividida la gigantesca feria con un total de 6.006 expositores de todo el mundo.

"En la guía telefónica hay que estar..."

"Decimos en España que en la guía telefónica hay que estar aunque no tenga uno teléfono", dice el Consejero de Economía y Trabajo de la Junta de Extremadura, Manuel Amigo, durante una degustación en el stand donde se encuentran 39 empresas extremeñas entre un total de 400 españolas. "Todo el que quiera estar en los mercados internacionales con productos agroalimentarios tiene que estar aquí y Extremadura tiene mucho que aportar", afirma. Con 41.000 kilómetros cuadrados, equivalente a un territorio superior a Bélgica, y un millón de habitantes, la región autónoma se ha beneficiado de la producción agrícola extensiva que tiene una tradición de siglos.

"La Unión Europea es un mercado cada vez más exigente que demanda una gran fiabilidad y seguridad en los productos que consume", dice Amigo. Pero la región tiene grandes fortalezas. Es el primer productor mundial europeo de tomate y el segundo a nivel mundial. Produce una gran variedad de carnes: de cerdo, de oveja merina, de res y de ternera. También exporta vino y aceitunas.

El cerdo de Extremadura

Entre su oferta de productos se encuentran algunas especialidades tradicionales como el jamón ibérico de bellota. "Cualquier productor de cerdo sabe que como mucho el animal vive seis meses, cuando es sacrificado sin que haya visto el sol. El cerdo de Extremadura vive un año suelto, libre en el campo, come bellotas de dehesa, de la encina y el alcornoque y para alcanzar la especial textura que tiene esta carne, son necesarios de dos a tres años para curarla. Esto requiere un esfuerzo económico pero el resultado es inmejorable. Probablemente sea el más caro del mundo, pero su calidad y su sabor no tienen comparación", asegura Amigo.

El embajador económico de la región asegura que España no teme a la Europa ampliada. "No nos preocupa que entren nuevos países. Los polacos o los húngaros tienen buenos cerdos, pero son otros animales, no tienen nada que ver con el producto final. Ojalá que en el concierto internacional y con la Europa de los 25 haya más diversidad que esa uniformidad que provoca la producción agrícola intensiva".

Aceitunas españolas

Los aceituneros españoles exportan ya a países del Este de Europa y apuestan por una bajada de aranceles cuando estos mercados sean parte de la Unión Europea. No igual simpatía despierta la competencia de Turquía o de Marruecos. Se quejan de que Marruecos goce de privilegios arancelarios en la UE sin ser miembro y de que el gobierno turco financie las instalaciones de una planta que producirá 150 millones de kilos de aceitunas. "Ninguna de nuestras empresas puede producir estas cantidades", dice Carlos Muñoz, de la Aceitunera del Guadiana, una empresa que viene a la Anuga desde hace 13 años. Pese a la competencia de otros países como Grecia, Argelia, Argentina y Estados Unidos, las olivas españolas tienen un lugar privilegiado en los mercados internacionales.

Tan sólo las empresas extremeñas exportan a 130 países, un volumen que este año alcanzará un valor de 1.200 millones de euros. Un récord histórico que multiplica por diez las cifras registradas hace seis o siete años. ¿La fórmula? Más de cien empresas han sido acogidas durante los últimos dos años en el Plan de Internacionalización de la Empresa Extremeña (Pimex), que intenta introducir en el comercio internacional a empresas pequeñas y medianas sin experiencia. Alemania, un mercado con 82 millones de habitantes es el segundo socio más importante de la región después de Portugal y por delante de Francia y el Reino Unido. A los extremeños no les va mal, y entusiasmados con sus aceitunas, sus carnes y su vino afirman que "con pan y vino se anda el camino, y con la aceituna -pasando por la Anuga- se llega hasta la luna".