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España termina con el sueño de Alemania y está en la final de la Copa del Mundo

7 de julio de 2010

Un equipo español superior técnica y anímicamente dejó en el camino a Alemania en la semifinal del Mundial de Sudáfrica. Los germanos carecieron de ideas ofensivas y se estrellaron ante La Roja en su mejor versión.

Jerome Boateng (izq.) es sustituido por Marcell Jansen.Imagen: AP

Una de las claves para detener a España consistiría en anular a David Villa, pero eso implicaba muchas cosas, decía Günter Netzer en su análisis previo al encuentro. A ese mismo estudio de televisión llegó luego el gran ausente, Thomas Müller, a quien Netzer “bendijo” al alabar su alegría de jugar al fútbol.

Müller no pisaría la cancha, sino Piotr Trochowski. ¿Por qué él, y no Toni Kroos o Marko Marin? “Trochowski se ha preparado bien y está listo para correr todo el partido. Además, está acostubrado a jugar en la misma zona que Müller”, dijo Hansi Flick, asistente del entrenador Joachim Löw. Además, Kroos presentaba un cuadro febril.

Carles Puyol se alza por los aires y marca el gol definitivo.Imagen: AP

Así saltó a la cancha un equipo alemán que “se ha ganado reconocimiento internacional y ha ayudado a cambiar la percepción del país desde 2006”, dijo Netzer. Flick señaló por su parte que el cuerpo técnico germano había estudiado todas las vías de recorrido de los españoles, de modo que conocían bien al rival.

El partido

Los alemanes comenzaron dejando jugar mucho a La Roja, cediendo la iniciativa y con Klose adelantado como máximo a los tres cuartos de la cancha. España cargaba con Piqué por la zona central, creando la primera oportunidad a los cinco minutos de juego, cuando Neuer salió para detener a Villa.

Alemania, en cambio no se ubicaba del todo. Parecía que a los jóvenes alemanes les pesaba la presencia de los grandes estrellas ibéricos. Así, se abrían constantes huecos por el flanco de Boateng y hacia el centro de la zona defensiva alemana.

Poco a poco Alemania se hacía presente con un juego semilento pero más consistente. El primer cinturón defensivo de Alemania se solidificaba, dificultando la salida ibérica. El circuito español corría sobre todo a cargo de Ramos, apoyado por Xavi o Villa en el flanco derecho. A la izquierda, La Roja contaba con otra arma más latente pero letal: e acompañamiento de Andrés Iniesta y David Villa.

Sergio Ramos, en el suelo, fue uno de los españoles más activos.Imagen: AP

El factor Boateng

Boateng se veía lento en los relevos ofensivos: no se lanzaba por completo. Y en parte tenía razón: dejar la parcela descubierta equivalía a un suicidio con Ramos merodeando todo el tiempo. Así perdía una posibilidad de ataque el conjunto de Joachim Löw, que dependía por completo del balonazo largo a Miroslav Klose.

Hacia el minuto 30, Alemania probó otras fórmulas ofensivas, como el disparo a media distancia a cargo de Trochowski que exigió a Iker Casillas. A medida que pasaban los minutos, el temor inicial parecía desaparecer de la mente de los jóvenes alemanes.

España también se retrasó notablemente, atrayendo a los blanquinegros y buscando el contragolpe. Entendieron que el último cinturón defensivo alemán se mostraba impasable con Lahm, Mertesacker y Friedrich. Los comentaristas alemanes destacaban la falta de claridad en el juego alemán debido a tres factores: el enemigo, el nerviosismo y la ausencia de Thomas Müller.

Exceso de respeto

“Demasiado respeto”, subrayaba Netzer en su crítica de la primera mitad del partido semifinal. Los jugadores españoles tienen demasiado impresionados a los jóvenes alemanes, y no dan todo lo que pudieran, agregó. “Los españoles pierden el balón. De ahí pueden desarrollarse ofensivas y eso es lo que Alemania debe intentar”.

Decepción en el público alemán tras la derrota ante España.Imagen: AP

España apretó en la segunda mitad, adelantando a sus últimos hombres, jugando al fuera de juego y subiendo la velocidad de los ataques. Dos disparos de Alonso fueron señales de advertencia de los que podría venir. Löw reaccionó de manera contundente. Boateng salió al minuto 51 para dejar su lugar a un jugador que podría funcionar como lateral y psible enganche por los costados: Marcell Jansen. A estas alturas, España ganaba todos los duelos individuales en la media cancha, basándose en la prodigiosa técnica individual de Xavi, Capdevila, Villa y compañía.

Hacia el minuto 60, Alemania se encontraba de cara a la pared, soportando arremetidas claras de gol por parte de España. Entraron Marcell Jansen y Toni Kroos, pero la veteranía parecía imponerse.

Alemania tocó a la puerta al minuto 68 con bonita jugada que Kroos remató muy inocente a las manos de Casillas. Dos minutos más tarde vino un saque de esquina de donde surgió Carles Puyol hecho una ráfaga, para superar a un Sami Khedira que llevaba ya algunos minutos derrumbado psicológicamente. El gol dejó congelados a los alemanes, que luego se lanzaron con la furia ausente hasta ese momento.

Nada cambió el curso del encuentro. No fue suficiente. "La selección alemana se mostró demasiado pasiva a la ofensiva", apuntó Netzer. "Hubo muchos balones perdidos y pases equivocados", dijo.

Philipp Lahm, capitán del seleccionado germano, felicitó a la selección española. "Son un equipo muy fuerte. La decepción es enorme", indicó.

Por su parte, el entrenador germano también tuvo alabanzas para La Roja. "Es una decepción y es triste la derrota, pero los españoles jugaron maravillosamente. Nos llevamos este resultado como una lección para este equipo tan joven", concluyó.

España está por primera vez en una final de la Copa del Mundo. Se enfrentará a Holanda y a viejos conocidos como Arjen Robben. Llegará con el impulso muy positivo de este merecido triunfo sobre Alemania y, quizá, lista para escribir su más grande capítulo en la historia del fútbol español.

Autor: Enrique López Magallón

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