Por trillado que parezca, a veces es necesario hacer hincapié en que, en la era de la globalización, los países y sus destinos dependen los unos de los otros. Ese vínculo es aún más evidente entre las naciones de la Unión Europea, que se encuentran articuladas por dinámicas comerciales y políticas extraordinarias. Como muestra, un botón: las relaciones germano-españolas. Deutsche Welle habló con Walther von Plettenberg, director de la Cámara de Comercio Alemana para España, sobre los nexos entre ambos países en el marco de la crisis fiscal española.

DW: ¿Hasta qué punto han sido afectadas por la crisis las relaciones comerciales entre España y Alemania?

Walther von Plettenberg: España padece una recesión desde hace cuatro años. Eso condujo a que el valor de las exportaciones alemanes a España se haya reducido, de 43.000 millones de euros en 2007, a 30.000 millones de euros en 2011. En ese mismo lapso, el valor de las exportaciones españolas a Alemania aumentó constantemente hasta alcanzar los 21.000 millones de euros el año pasado. Esta tendencia es positiva para España en términos macroeconómicos porque le aporta equilibrio a su comercio exterior. Para los alemanes no es buena porque los obliga a buscar mercados que sustituyan al español.

¿Por qué es tan importante para España que su balanza de comercio exterior cambie?

Como muchos otros países, España no ahorró lo suficiente desde la entrada en vigor del euro y sus ventajosos intereses. Lo que hizo fue sacarle provecho a los créditos obtenidos en el extranjero. Repito, España no es un caso único. Estados Unidos y otras naciones europeas exhibieron tendencias similares. Eso hizo que el déficit de su balanza de pagos ascendiera a 106.000 millones de euros en 2007, es decir, a cerca del 10 por ciento de su Producto Interno Bruto. Se espera que el déficit de su balanza de pagos se reduzca a cero en 2013; España tendrá una balanza de pagos equilibrada.

¿Qué rol juega la cooperación con Alemania en la recuperación de España?

En España hay 1.200 empresas alemanas activas; casi la mitad de ellas están en el sector industrial. Eso implica transferencia tecnológica y la innovación. La industria alemana es directa e indirectamente responsable de la creación de puestos de trabajo: entre 200.000 y 300.000 son empleados directos; es muy probable que el número de empleados indirectos triplique esas cifras.

¿En qué medida puede ser Alemania un ejemplo para España?

Un aspecto que debe ser mencionado en este marco es el de la formación dual; la educación paralela que tiene lugar en las escuelas de formación profesional y directamente en las empresas. Alemania, Austria y Suiza tienen un sistema educativo dual consolidado. Este año, España dio pasos decididos hacia la implementación de este modelo en su territorio. En Septiembre, el Gobierno español presentó un proyecto de ley para la reforma educativa que apunta en esa dirección. Y empresas como Seat [Sociedad Española de Automóviles de Turismo, propiedad de Volkswagen desde 1986] anunció que reestructuraría el modelo formativo de sus empleados, pagándole a los aprendices desde el primer día y extendiendo a tres años su período de adiestramiento. La misma tendencia se nota en otras compañías españolas. ¡España va por buen camino!

¿Por qué es tan importante el tema de la formación para España?

Porque hay demasiados jóvenes en ese país que no tienen formación alguna y demasiados jóvenes que, tras haber estudiado en la universidad, no consiguen trabajo. De ahí que el índice de desempleo juvenil sea tan alto en España. El sistema de formación dual les daría una opción atractiva, distinta de la deserción escolar o el título de bachiller.

Autores: Michael Altenhenne (ERC)
Editora: Emilia Rojas Sasse