El gobierno español de José Luis Rodríguez Zapatero reconoció hoy que la reciente relativización de la prohibición de los preservativos hecha por Benedicto XVI supone un "avance" respecto a lo dicho por el propio Papa hace un año, pero consideró que se trata aún de un "paso insuficiente" contra el sida.

En un extracto del nuevo libro de conversaciones de Benedicto XVI con el periodista alemán Peter Seewald adelantado el fin de semana, Joseph Ratzinger abrió la puerta al uso del preservativo en algunos casos, como el de las prostitutas, pero al mismo tiempo aclaró que no era el camino para vencer realmente a la infección del HIV.

Es un "avance" frente a lo que rechazó "de manera taxativa" hace un año, dijo hoy el ministro de la Presidencia español, Ramón Jaúregui, encargado de las relaciones del gobierno con la Iglesia católica.

Pero se trata aún de un "paso insuficiente", que es "muy propio de una Iglesia que siempre va un poquitín por detrás de los acontecimientos", añadió en una entrevista con la televisión privada

Cuatro.

Jaúregui consideró necesario que la Iglesia católica acepte el uso del preservativo de manera generalizada para evitar el contagio del VIH, sobre todo en África. Pero eso, admitió, supondría que aceptase "la sexualidad como una circunstancia natural del ser humano" y la separase de la procreación.

dpa