Hasta hace una semana todas las encuestas daban una holgada victoria al Partido Popular. Sin embargo en tres días todo cambió. Los atentados terroristas registrados el 11 de marzo en Madrid con un saldo de por lo menos 200 muertos y más de 1.400 heridos, la posible implicación de islamistas radicales en esta masacre, pero especialmente el manejo de información por parte del partido gobernante, hicieron que se registrara un vuelco en las elecciones parlamentarias efectuadas este 14 de marzo en España.

Un vuelco a la izquierda

Según los primeros datos parciales (con el 60 por ciento de los sufragios escrutados) el opositor Partido Socialista Obrero Español (PSOE) consiguió el 43,86 por ciento de los votos y 165 escaños. El gobernante Partido Popular (PP) habría conseguido el 36,05 por ciento de los votos, lo que representaría 144 escaños en el Congreso.

Gran participación electoral

A pesar del luto por las víctimas del peor atentado terrorista en la historia de España, la participación electoral fue mayor a la registrada hace 4 años. La convicción de defender los derechos democráticos puestos en duda por los terroristas, y también la ira por la criticable política de información implementada por el Partido Popular durante las últimas jornadas, parecen haber movilizado al electorado español.

José Luis Rodríguez Zapatero, candidato socialista a la Presidencia del Gobierno español, que se opuso a la guerra en contra de Irak, logra devolver el poder al PSOE por primera vez desde que José María Aznar venciera a Felipe González en 1996.

Una víctima más

El ex vicepresidente y ex ministro de Interior Mariano Rajoy, el candidato conservador a la Presidencia española, no logró un tercer mandato de cuatro años para el Partido Popular, y se convierte no sólo en víctima del respaldo incondicional dado por José María Aznar a Estados Unidos en la guerra contra Irak, sino especialmente en víctima del infortunado manejo de información sobre la responsabilidad de los atentados del pasado 11 de marzo. Las críticas hechas por Rajoy en contra de las manifestaciones multitudinarias en demanda de la verdad sobre estos atentados, se han convertido en uno de los peores errores de su vida. Los españoles han demostrado en las urnas el significado que para ellos tiene la democracia: la verdad y la libertad de demandarla.