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Esperanza y advertencias en informe de la ONU sobre el clima

7 de noviembre de 2025

A pesar de una ligera disminución de las emisiones de CO2, las temperaturas globales siguen aumentando. Pero, según la ONU, aún sería posible limitar el calentamiento a 1,5 grados.

Árboles a través de la enorme cristalera de un edificio.
Arquitectura verde en este edificio de oficinas para contribuir a frenar el cambio climático.Imagen: Fahroni/Panthermedia/IMAGO

A pesar de una ligera disminución de las emisiones de CO2,  las temperaturas globales siguen aumentando. Según el más reciente informe de la ONU, detenerse en 1,5 grados "aún sería posible” y ello podría  limitar daños dramáticos.

Poco antes del inicio de la COP30 en Belém, Brasil, la ONU subrayó que los Estados necesitan con urgencia realizar mayores esfuerzos para frenar las emisiones. En 2024, la temperatura media global superó por primera vez los niveles preindustriales en 1,5 grados, mientras que las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero alcanzaron los 57,7 mil millones de toneladas de CO2.

El reciente Informe sobre la Brecha de Emisiones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) afirma que es "muy probable" que el aumento de la temperatura global "supere los 1,5 grados, al menos temporalmente". Esto ocurrirá "dentro de la próxima década".

Este aumento de temperatura será difícil de revertir. Se lograría a duras penas, pero sería posible, dice el informe. El texto advierte de que las emisiones deben reducirse con mayor rapidez y profundidad para limitar los excesos y los daños a la vida y a la economía, así como para evitar la dependencia de métodos inciertos de eliminación de CO2. Si todos los países aplicaran completamente los objetivos climáticos que presentaron ante la ONU, el planeta se encaminaría hacia un aumento de entre 2,3 y 2,5 grados para 2100, algo menor que la proyección del año anterior. 

Soluciones probadas frente a la crisis

La directora del PNUMA, Inger Andersen, señaló: "Si bien los planes climáticos nacionales han aportado algunos avances, estos están lejos de ser lo suficientemente rápidos. Por ello, seguimos necesitando reducciones de emisiones sin precedentes en un margen de tiempo cada vez más estrecho y en un contexto geopolítico cada vez más complejo". 

Inger Andersen, directora del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).Imagen: Ahn Young-joon/AP Photo/picture alliance

Por otro lado, Andersen añadió que ya existen soluciones probadas para enfrentar la crisis: "Desde el rápido crecimiento de las energías renovables asequibles hasta la reducción de las emisiones de metano, sabemos lo que hay que hacer. Ahora es el momento de que los países lo den todo e inviertan con ambición en su futuro mediante políticas climáticas decididas".

Drástica reducción de las emisiones

Hace diez años, las proyecciones sobre el aumento de la temperatura global hacia finales de siglo se situaban en hasta 3,5 grados. Desde la firma del Acuerdo de París, cuyo objetivo es limitar el calentamiento global a muy por debajo de los 2 grados y, en lo posible, a 1,5 grados, las previsiones han mejorado ligeramente, aunque siguen siendo insuficientes.

Gracias al cambio del carbón hacia fuentes renovables de energía, varios países han logrado reducir significativamente sus emisiones de CO2. No obstante, el consumo mundial de petróleo, carbón y gas siguió aumentando, lo que generó un incremento del 9 por ciento en las emisiones entre 2015 y 2024.

Según el informe de la ONU, todavía es posible limitar el calentamiento global a 1,5 grados para el año 2100, pero para ello sería necesario reducir drásticamente las emisiones, más de un 55 por ciento hacia 2035 en comparación con los niveles actuales.

El documento analiza varios escenarios, incluido uno con "acciones climáticas rápidas a partir de 2025”, que prevé una superación temporal de unos 0,3 grados en las próximas décadas. Para volver a situarse dentro del límite de 1,5 grados acordado en París, habría que retirar grandes cantidades de CO2 de la atmósfera y almacenarlas de manera permanente. De este modo, la meta de 1,5 grados aún podría alcanzarse, "por muy poco”.

Este escenario exige medidas inmediatas: las emisiones globales anuales tendrían que reducirse un 46 por ciento respecto al nivel de 2019 antes de 2035. El informe señala: "La tarea que tenemos por delante es enorme, pero los avances logrados en los diez años transcurridos desde la entrada en vigor del Acuerdo de París demuestran que una reducción drástica de las emisiones es tanto posible como necesaria".

Urge limitar el calentamiento a 1,5 grados 

El informe advierte sobre los graves efectos que tendría un aumento de la temperatura global de 1,5 grados —y de cada fracción adicional de grado— en el planeta. Cada incremento de 0,1 grados agrava los daños, las pérdidas y los impactos negativos sobre la salud, afectando con mayor dureza a las poblaciones más pobres y vulnerables.

Además, con cada aumento de la temperatura global crecen los riesgos de efectos irreversibles y la posibilidad de activar puntos de inflexión climáticos, que podrían desencadenar cambios abruptos y permanentes en los ecosistemas.

Al mismo tiempo, los autores del informe de la ONU destacan las oportunidades económicas que representa acelerar las medidas de protección climática: más crecimiento, nuevos empleos y una mayor seguridad energética. Las tecnologías necesarias ya existen, y el desarrollo de la energía eólica y solar sigue superando las expectativas, reduciendo incluso los costos de generación.

No obstante, pese al auge de las energías limpias, su aplicación sigue siendo insuficiente a escala mundial. Según el informe de la ONU, reducir las emisiones con la rapidez necesaria exige superar los obstáculos políticos y técnicos, así como aumentar de manera sin precedentes el apoyo a los países en desarrollo, tanto financiero como tecnológico.

(rm/ms)

 

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