El Comité Organizador (CO) del Mundial, luego de las experiencias con la Copa Confederaciones 2005, ha decidido asignar las primeras filas de asientos en los estadios a árbitros y funcionarios deportivos.

Los poseedores de entradas para las primeras filas deberán ocupar sus asientos a más tardar 30 minutos antes del comienzo del partido y deberán "observar detenidamente las actividades a su alrededor, pedir a personas que les son desconocidas que tomen asiento en sus lugares y llamar a las fuerzas del orden en caso de sospecha fundada".

Muros de contención

La medida afecta a todos los estadios mundialistas, salvo los de Berlín, Leipzig y Gelsenkirchen. En éstos, muros de contención hacen prácticamente imposible que "espontáneos" pueden saltar a la cancha.

"Espontáneos" se llama a las personas que, para llamar la atención, suelen correr, generalmente desnudas, por el campo de juego, perturbando naturalmente el partido.

Los espontáneos que, a pesar de las medidas de seguridad, logren igualmente entrar al césped, deberán contar, de acuerdo con los juicios que últimamente han sentado precedente en Alemania, con penas de cárcel y abultadas multas.

Suma de seis dígitos

El CO ha calculado ya incluso cuánto deberán pagar los osados. Helmut Spahn, encargado de seguridad en el CO, dijo que se ya se ha puesto de acuerdo con la FIFA al respecto.

"Sumando la pérdida de minutos de publicidad y otros factores, hemos llegado a que el espontáneo debe pagar eventualmente una suma de seis dígitos", resaltó.

Un espontáneo renitente fue condenado además recientemente en Dortmund a una pena de prisión de seis meses sin posibilidad de acceder a libertad condicional.