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Sahra Wagenknecht y el futuro de la izquierda en Alemania

8 de enero de 2024

Para hacer frente al giro a la derecha en Alemania, una excomunista, Sahra Wagenknecht, usa también el tema favorito de la extrema derecha populista del AfD: la migración.

Sahra Wagenknecht y miembros de su nuevo partido.
Sahra Wagenknecht (centro) anunció oficialmente la fundación de su nuevo partido: Alianza Sahra Wagenknecht (BSW) - Razón y Justicia.Imagen: Sean Gallup/Getty Images

Cuando era joven, Sahra Wagenknecht era comunista, y siguió siéndolo aún después de que la dictadura de la República Democrática Alemana (RDA), en la por mucho tiempo dividida Alemania, ya era cosa del pasado. Más tarde, Wagenknecht, originaria de Jena, en el estado federado de Turingia, moldeó durante muchos años la imagen del partido La Izquierda, sobre todo, por la disputa sobre el rumbo supuestamente correcto para esa formación. En octubre de 2023, puso punto final y anunció la fundación de su propio partido.

Esta decisión es un símbolo de la crisis en la que se encuentra actualmente todo el espectro de los partidos de izquierda alemanes: con tendencia descendente y en busca de nuevos horizontes. Esto se aplica al partido de oposición La Izquierda (Die Linke), que lucha más que nunca por su futuro, pero también al Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) y a Los Verdes. Estos dos últimos también se consideran de izquierda, y desde 2021 forman una coalición de gobierno con el Partido Demócrata Liberal (FDP), fuertemente orientado al mercado.

CDU/CSU, tan fuertes como La Izquierda, el SPD y Los Verdes juntos

En el primer sondeo de tendencias de 2024, los partidos La Izquierda, SPD y Los Verdes reúnen todos juntos un 31 por ciento. Exactamente tanto como el conservador Unión Demócrata Cristiana (CDU) y su rama bávara, la Unión Social Cristiana (CSU). Y, según la Oficina de Protección a la Constitución, la populista Alternativa para Alemania (AfD), en parte de extrema derecha, llega a un 22 por ciento.

La pérdida de relieve de los partidos de izquierda tiene una causa decisiva, según el politólogo Werner Patzelt: se ocupan demasiado poco del ciudadano común. Estos se ven amenazados, por ejemplo, por la falta de vivienda, y poco tienen que ver con las llamadas ideas woke de la izquierda, dijo Patzelt a DW.

¿Por qué la "gente común" vota a la extrema derecha?

El concepto woke, o de cultura despierta, un conjunto de ideas que se caracterizan por promover la toma de consciencia ante las injusticias sociales y el racismo, entre otras cosas, son temas que preocupan, sobre todo, a las personas de izquierda educadas y con formación académica, según el experto en política partidaria. Y en tanto nada de eso cambie, la izquierda no debería sorprenderse "si la gente común deposita sus esperanzas más bien en la derecha".

La Izquierda, el SPD y Los Verdes: según las encuestas, juntos son matemáticamente tan fuertes (o débiles) como los partidos conservadores CDU y CSU.

El AfD obtiene sus altos valores de aprobación, en especial, debido a su discurso antimigración. Ese discurso también está presente en el manifiesto fundacional del nuevo partido de Sahra Wagenknecht, sin llegar a ser un rechazo abierto, sino escepticismo y palabras de advertencia sobre la migración: "El precio de una mayor competencia por viviendas asequibles, por empleos con salarios bajos y por una integración fallida no lo pagan principalmente aquellos que viven en el lado soleado de la vida". Estas frases recuerdan al politólogo Werner Patzelt una conexión entre los extremos de derecha e izquierda, el llamado frente cruzado.

La política de migración, un campo de tensión

"En política social, hay que hacer una política clásica de izquierda para el ciudadano común, y en política migratoria, una política que, hoy en día, es más probable que se atribuya a la derecha", dice Patzelt, delineando el área de tensión que quiere atravesar el nuevo partido. El politólogo considera que la "Alianza Sahra Wagenknecht – Razón y Justicia" tiene cierto atractivo político. Pero aún está por verse si podrá mantenerse unida.

La cultura de bienvenida a los refugiados, largamente practicada en Alemania e iniciada en 2015 por la excanciller Angela Merkel (CDU), es considerada por Sahra Wagenknecht como "altamente problemática". No porque no se quiera que esas personas tengan una vida mejor, subraya, "sino porque nuestro país se ve simplemente sobreexigido por eso", asegura.

Un paso atrás en política migratoria

También el SPD y Los Verdes han dado, entretanto, un giro hacia atrás en la política migratoria, y quieren limitar la entrada ilegal de personas a Alemania. Al mismo tiempo, hay recortes en política económica y social. "Esto se lo impone la realidad a esos partidos", afirma Werner Patzelt. El ahorro no es "una cuestión central" de los partidos de izquierda.

La posición de partida para las elecciones al Parlamento Europeo, en junio de 2024, y para las elecciones en tres estados federados de Alemania, en septiembre, es difícil para todos los partidos que se consideran más o menos de izquierda. En el tema de la migración, el partido La Izquierda está firmemente comprometido con una política de fronteras abiertas. Esto es lo que defiende la principal candidata a las elecciones europeas: la internacionalmente conocida rescatista marítima y activista climática Carola Rackete.

Pero la nominación de Rackete, en noviembre de 2023, todavía no se refleja en las encuestas. La Izquierda sigue a nivel nacional por debajo del cinco por ciento necesario para entrar al Parlamento. El SPD y Los Verdes, también debilitados, deberían observar lo que sucede en Dinamarca y Suecia, recomienda el politólogo Patzelt. En esos países escandinavos, los socialdemócratas practican desde hace tiempo una política de migración restrictiva.

El lado oscuro de la globalización

A juicio de Patzelt, los socialdemócratas daneses y suecos personifican muy bien el núcleo temático de la política de izquierda, "trabajar para los ciudadanos de a pie que ven peligrar su forma de vida, entre otras cosas, a causa de la globalización y de la migración asociada a la globalización".

El nuevo partido de Sahra Wagenknecht lo ve así: "La migración y la coexistencia de diferentes culturas pueden ser enriquecedoras. Pero eso solo es válido mientras la afluencia se limite a un nivel que no abrume a nuestro país y a su infraestructura, y mientras la integración se promueva activamente y tenga éxito".

(cp/rml)

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