¿Está cumpliendo América Latina con el Acuerdo de París?
Nádia Pontes
24 de octubre de 2017
Desde que el Acuerdo de París entró en vigencia, México avanza en la lucha contra el calentamiento global. Pero también Chile sobresale con el uso de energía solar. ¿Quién cumple con el acuerdo y quién no?
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El Acuerdo de París ha pasado por pruebas difíciles. Desde que entró en vigor el 4 de noviembre de 2016, el pacto global para frenar el calentamiento global perdió a uno de sus principales aliados, Estados Unidos. A pesar de que el 2016 fue el año más cálido de la historia, según la propia NASA.
América Latina empero, sigue cumpliendo la agenda climática, asegura Pablo Vieira, director de la NDC Partnership, quien agrega que "México y Costa Rica la lideran". Vieira asesora a países signatarios del Acuerdo de París, cuya principal meta es limitar la elevación de la temperatura a 1,5 ° C hasta el final de este siglo. Y para eso solo hay una fórmula: reducir drásticamente los gases invernadero liberados en la atmósfera.
En Colombia, por su parte, tanto el Congreso como el Ejecutivo ratificaron el Acuerdo de París, pero aún se espera un fallo de la Corte Constitucional. El Gobierno de Juan Manuel Santos se comprometió a reducir en un 20 %, antes de 2030, las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los más contaminadores
Por otro lado, Brasil, el mayor contaminador de la región, parece no dirigirse hacia un futuro más limpio. América Latina emite cerca del 10% de las emisiones globales. Brasil y México ocupan el séptimo y noveno lugar con más de la mitad de las emisiones de la región.
"Brasil se mueve contra la corriente", dice Eduardo Viola, investigador de la Universidad de Brasilia y autor del libro "Brasil and Climate Change, Beyond the Amazon”.
"El Congreso ha aprobado leyes que contribuyen al aumento de emisiones", afirma Rachel Biderman, directora ejecutiva del WRI Brasil (World Resources Initiative), citando normas que reducen las áreas de conservación, estimulan la ocupación ilegal de áreas en la Amazonia y flexibilizan el licenciamiento ambiental. "El nivel de deforestación en Brasil es de un 70%, muy por encima de la meta de 2020", señala Carlos Rittl, secretario ejecutivo del Observatorio del Clima.
México, gran ejecutor del Acuerdo de París
México, por su parte, "trabajó años en la implementación de una política nacional para impulsar la economía de bajo carbono, la más avanzada en América Latina", puntualiza Viola.
México cobra impuestos a aquellos que contaminan más, "y tiene todo para convertirse en un ejemplo mundial de buenas prácticas”, afirma Vieira. Ya antes de firmar el Acuerdo de París, los mexicanos sabían que disminuir sus emisiones costaría unos 1.300 millones de dólares. "Una cuenta que ningún otro país de América Latina ha hecho”, afirma Vieira, de NDC Partnership.
Entre los ejemplos mexicanos citados por Vieira hay medidas de adaptación a eventos extremos, que se vuelven más comunes con el avance del cambio climático. "Están implementando un sistema de aviso eficiente por celular, para prevenir muertes y daños en el caso de inundaciones, por ejemplo".
América Latina tiene muchos recursos codiciados: el 25% de las tierras fértiles del planeta, el 22% del bosque mundial, el 31% del agua potable, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Al mismo tiempo, es una región extremadamente vulnerable a los cambios climáticos. Según el IPCC (Panel Intergubernamental de Cambio Climático), los impactos de la elevación de la temperatura amenazan los corales, los glaciares, la erosión costera con elevación del nivel del mar, eventos extremos y el debilitamiento del Bosque Amazónico.
Chile y Argentina: podría ser mejor
El investigador Eduardo Viola destaca el progreso realizado en Chile y afirma que "es el país de América Latina con el mayor uso de energía solar”. En Uruguay, por su parte, crece el uso de energía eólica.
Argentina, por su lado, aún revisa sus políticas medioambientales. Los argentinos son responsables de cerca del 10% de las emisiones efecto invernadero en América Latina. La polución en Argentina es incluso más intensa que en México. Según Sérgio Margulis, del Instituto Internacional para la Sustentabilidad (IIS), "cerca de 4,7 toneladas por habitante, frente a 3,9 toneladas de los mexicanos y 2,6 de los brasileños”.
Nádia Pontes (JOV/CP)
Biodiversidad amenazada en América Latina
El cambio climático, la disminución del hábitat y la contaminación están llevando a la extinción a las especies nativas. América Latina y el Caribe tienen la mayor cantidad de especies amenazadas.
Imagen: picture-alliance/dpa
Paraíso de biodiversidad
La región de América Latina y el Caribe concentra cerca del 60% de la vida terrestre del planeta, según datos del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA). No sólo está aquí el hábitat con mayor biodiversidad del mundo -la selva tropical del Amazonas-, sino también seis de los países con mayor biodiversidad: Brasil, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela. En la foto, un papagayo Ara.
Imagen: Imago/imagebroker
El último de su especie
Con la muerte del “Solitario George”, una tortuga gigante de la isla Pinta de las Galápagos, desapareció el 2012 el último ejemplar de su especie. Ecuador es el país sudamericano con mayor cantidad de vertebrados en peligro crítico de extinción (340), seguido por Brasil (154) y Colombia (132), según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
Imagen: picture-alliance/dpa
Manatí del Caribe
Las especies en situación más preocupante son catalogadas en la lista roja de la IUCN en tres categorías: vulnerable, en peligro o en estado crítico. El manatí del Caribe es una de las vulnerables. La caza indiscriminada hizo descender su población a 2.500 individuos y se predice que podría seguir disminuyendo. A pesar de los esfuerzos por protegerlo, la captura ilegal continúa.
Imagen: Imago/Danita Delimont
Vaquita marina
En México, todavía más crítica es la situación de la vaquita marina, el mamífero marino más seriamente amenazado. En los últimos 20 años su población disminuyó de 600 a 30 individuos. Es endémica del Golfo de California, donde las redes pesqueras han sido una trampa mortal. Un proyecto del gobierno mexicano y organizaciones internacionales intenta salvarla: www.vaquitacpr.org.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/Greenpeace
Jaguar o yaguareté
Originalmente se extendía desde México al norte de Argentina, pero su hábitat se ha ido reduciendo y también el número de individuos número. En Argentina no quedarían más de 250 ejemplares y hay zonas donde ha desaparecido. Con planes de reintroducción y conservación estatales y privados están recuperando a este gran felino, conocido en guaraní como yaguareté.
Imagen: K. Spørring
Colibrí de Juan Fernández
Endémico de la isla Robinson Crusoe del archipiélago Juan Fernández, en el Pacífico, este pequeño colibrí es una de las especies chilenas en peligro de extinción, junto con el huemul, el zorro de Darwin y el abejorro chileno. Entre las plantas, el toromiro, originario de Isla de Pascua, está extinto en estado natural. Organizaciones gubernamentales y privadas intentan reintroducirlo.
Imagen: CONAF-Chile
Ranita del Pehuenche
Este anfibio, endémico de Argentina, se localiza en los Andes Centrales de Argentina cerca del límite con Chile, en la zona de Mendoza. La construcción de carretreras y diques son una amenaza para esta rana, cuya población continúa decreciendo. Junto al venado de las pampas, el cardenal amarillo y el yaguareté (jaguar) es una de las especies amenzadas en estado crítico.
Imagen: W. Prado
Armadillo o quirquincho
También el armadillo, quien fuera la mascota del Mundial de fútbol de Brasil, se encuentra en una situación delicada en Sudamérica. Catalogado como vulnerable, es víctima de la caza y la venta ilegal. La destrucción del hábitat por la urbanización, la ganadería y la agricultura es otra de als causas de desaparición de especies animales.
Imagen: Imago/United Archives International
Oso de anteojos
En Colombia, Perú y Ecuador, la deforestación ha impactado al oso andino o de anteojos, la única especie de oso de Sudamérica y el mamífero más importante de los bosques andinos. Su presencia es cada vez más escasa. En el pasado fue víctima de los cazadores, lo que mermó sus poblaciones.
Imagen: Francisco Nieto/BIA Instituto Alexander von Humboldt
Rana gigante del Titicaca
En Perú y Bolivia, en las aguas del lago más alto del mundo, habita la rana gigante del Titicaca. Catalogada en riesgo crítico, la IUCN calcula que su población ha caído a menos del 80% en las últimas tres generaciones, debido a la degradación de su hábitat, contaminación y acción de especies invasoras. El año pasado, se encontraron miles de ranas muertas en un río que desemboca en el Titicaca.
Imagen: Arturo Muñoz
Cocodrilo del Orinoco
De acuerdo al listado de la IUCN, el 12% por ciento de las 13.835 especies de la región se encuentra en peligro de extinción, ya sea en estado vulnerable, en peligro o crítico. Entre los reptiles, uno de los más amenazados es el cocodrilo o caimán del Orinoco, que habita la cuenca de este río en Colombia y Venezuela. Se trata de una especie de gran tamaño, que sufrió estragos debido a la caza.
Imagen: Frei/Mehr
Tapir centroamericano
En Guatemala, el tapir está catalogado en peligro de extinción, al igual que en los países vecinos. En Nicaragua, la Global Wildlife Conservation (GWC) tiene su centro de operaciones con un proyecto destinado a la investigación y conservación de este mamífero. Otra especie en peligro crítico en Centroamérica es la salamandra.
Imagen: Imago/blickwinkel
Tortuga de Carey
En Nicaragua se observa una importante reducción de la población de la tortuga de carey, la que históricamente ha sido cazada debido a su bella caparazón. Actualmente, el país impulsa iniciativas de protección y recuperación de esta tortuga marina, como el Proyecto Carey en la Reserva Natural Padre Ramos, en el Pacífico nicaragüense.
Imagen: picture-alliance/Y.Tylle
Magnolias
No sólo especies animales estén en peligro de extinción en América Latina y el Caribe. En Colombia, varias especies de magnolias figuran en la lista de riesgo crítico. Aunque la amenaza de las especies animales suele ser más visibilizada, el daño a las especies vegetales no es menos importante y además trae consigo consecuencias para la fauna.
Imagen: Francisco Nieto/BIA Instituto Alexander von Humboldt
Coral de cuernos de alce
En el Caribe venezolano, hay algunas especies de coral en estado crítico de conservación. Una de ellas es el coral cuernos de alce, cuya población se ha reducido en más del 80% en los últimos 30 años, especialmente por efectos de enfermedades, el cambio climático y factores relaciones con el ser humano.