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¿Está la AfD conquistando ciudades en el oeste de Alemania?

13 de septiembre de 2025

En Gelsenkirchen, ciudad occidental de Alemania, el partido de extrema derecha AfD obtuvo buenos resultados en las elecciones generales este año. Ahora espera ganar las elecciones locales. Es una pesadilla para muchos.

Una excabadora allana el terreno tras una verja.
Obras de demolición de edificios en ruinas en Gelsenkirchen.Imagen: Oliver Pieper/DW

Con un rugido estruendoso, una excavadora amarilla arrasa los últimos restos de una propiedad abandonada en el distrito Bismarck de Gelsenkirchen, en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia (NRW). Una calle entera con siete casas está siendo demolida para dar paso a nuevas viviendas y una guardería.

La infraestructura ruinosa y los montones de basura en la calle no fueron sólo una gran molestia para los residentes locales, sino también un importante tema de campaña para el partido populista de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), que lo vinculó con la migración laboral proveniente del sureste de Europa. Las bandas de delincuentes atraían a Bismarck a personas principalmente de Rumania y Bulgaria mediante un sistema de explotación mafioso, alojándolas en edificios ruinosos en muy malas condiciones, sin electricidad ni agua, ofreciéndoles trabajos a tiempo parcial y también cobrando sus prestaciones sociales.

La ciudad, donde una de cada cuatro personas vive de la asistencia social, compró decenas de casas en mal estado y ahora las está demoliendo.

Los trabajos de demolición se oyen a lo lejos en el supermercado de la esquina, pero parece que el mensaje de un nuevo comienzo llegó demasiado tarde. "Los partidos del establishment necesitan una lección", "la situación está empeorando cada vez más" y "no nos queda esperanza", declararon a DW varios vecinos, que pidieron permanecer en el anonimato.

Al preguntar a los residentes si votarían por los socialdemócratas de centroizquierda en este antiguo bastión del SPD, se les escapa una risa nerviosa. Cuando se les pregunta por quién votarán el domingo, nadie quiere hacer comentarios.

Candidato a alcalde de AfD aspira a una segunda vuelta

Tras convertirse en la principal fuerza de la ciudad de 265.000 habitantes, con 24,7 % de los votos en las elecciones federales de febrero, la AfD, clasificada en parte como de extrema derecha, ahora espera obtener mayores éxitos en el oeste de Alemania.

Será la primera ocasión para tomar el pulso a la opinión pública durante el mandato del nuevo gobierno de coalición liderado por la conservadora Unión Cristiano Demócrata (CDU), su partido hermano bávaro la Unión Social Cristiana (CSU) y el SPD.

La AfD incluso recibió el apoyo del multimillonario tecnológico Elon Musk para las elecciones locales de Renania del Norte-Westfalia, el estado federado más poblado, con 18 millones de habitantes, como hizo en las elecciones federales.

Hace cinco años, el partido obtuvo poco menos de 13 % de los votos y 11 escaños en el ayuntamiento de Gelsenkirchen. Según las encuestas, es probable que este organismo se desplace a la derecha en estas elecciones locales.

La AfD presenta a Norbert Emmerich, de 72 años, en la carrera por la alcaldía. Asesor financiero y exsoldado, cuya campaña gira exclusivamente en torno a la seguridad, tiene excelentes posibilidades de llegar a la segunda vuelta contra la candidata del SPD, Andrea Henze.

Una alcaldía de la AfD en el oeste de Alemania sería la primera, pero es muy improbable, ya que los demás partidos apoyarían al candidato alternativo en la segunda vuelta.

Temores de recortes de financiamiento en el futuro

"Mucho me temo que la AfD logrará un muy buen resultado el domingo, porque aquí nos ocupamos de la gente a la que preferirían deportar, meter en un autobús y adiós", dice Venetia Harontzas a DW. "Y la AfD confía en la victoria sin hacer mucha campaña. Su actitud viene a ser: 'Ya lo tenemos todo hecho, sólo tenemos que contar los votos", afirma.

La trabajadora social de 69 años es toda una institución en la ciudad, conocida por muchos por su apodo "Madre Lalok". Lalok Libre es el nombre del centro juvenil y familiar donde trabaja, cerca de las casas en ruinas. Proporciona un lugar donde alojarse y socializar a 30 niños y jóvenes de 12 países diferentes cada día, niños en los que casi nadie más cree.

Venetia Harontzas, 'Madre Lalok', junto a varios de los niños con los que trabaja.Imagen: Oliver Pieper/DW

Como Estera, una niña rumana de 11 años que está decidida a graduarse del instituto y luego convertirse en bailarina. "Venetia es como una segunda madre para mí. Se encarga del papeleo y se asegura de que podamos bailar y tengamos mochilas y ropa para el colegio. Y hacemos muchos viajes", dice.

Harontzas ve su trabajo de toda una vida en peligro si la AfD llega al poder en Gelsenkirchen. El partido ya ha insinuado que la ciudad no necesita organizaciones de igualdad de oportunidades ni proyectos de integración, afirma. El cierre de Lalok Libre después de más de 40 años podría tener graves consecuencias.

"No quiero ni imaginar qué les sucedería a los niños entonces, acabarían en la calle o se pudrirían en casa", dice Harontzas. "No sé qué va a pasar con nosotros, pero me temo lo peor, porque el dinero que recibimos del municipio es una contribución voluntaria", explica.

Campañas de intimidación contra los críticos de AfD

Jan Specht es el hombre que tanto en el ayuntamiento como en las calles lucha más para impedir que la AfD gane aún más poder en la antigua ciudad minera. Este ingeniero de 44 años ha sido miembro del partido de izquierda AUF (Antifascista, Independiente, Progresista) durante seis años y ya ha organizado dos manifestaciones contra la AfD.

Confiesa a DW que su trabajo en el ayuntamiento no es muy constructivo. "A menudo adoptan mociones de otros municipios sobre cuestiones de género, educación infantil o educación sexual que tienen poca relevancia real para Gelsenkirchen. O temas como el trabajo de la oficina de inmigración, por ejemplo, cómo acelerar las deportaciones", explica.

Según el periódico Westdeutsche Allgemeine Zeitung, en junio se desató un escándalo en una reunión del ayuntamiento cuando un político de la AfD, Tobias Obernyer, insultó a la alcaldesa en ejercicio Karin Welge, diciéndole que se callara. Welge quería expulsarlo de la cámara, pero Obernyer negó haber hecho tal comentario. Specht también se enfrenta a las críticas de medio millar de simpatizantes de la AfD por un video que grabó criticando al partido. Su predecesora en el ayuntamiento, Monika Gärtner-Engel, incluso recibió amenazas de muerte.

(lgc/rr)

Jan Sprecht, junto a su compañera de partido Martina Reichmann.Imagen: DW/Oliver Pieper
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