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¿Está Venezuela al borde de una guerra civil?

Ricardo Rojas-Rondón
31 de julio de 2017

Después de cuatro meses de violentas protestas y casi 130 fallecidos, el país parece estar rumbo al colapso. Expertos consultados por DW afirman que, sin embargo, no se puede hablar de guerra civil.

Venezuela - Krise
Imagen: Reuters/U. Marcelino

Al menos diez personas perdieron la vida el domingo (30.07.2017), cuando se celebraron las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente. Desde que comenzaron las protestas, los muertos suman casi 130. Muchos aseguran que el país va rumbo a una guerra civil.

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De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española, una guerra civil es una "guerra que tienen entre sí los habitantes de un mismo pueblo o nación". Pero, esta es solo una definición simple y superficial que no toma en cuenta los factores clave de las guerras civiles: se libran entre dos bandos que están armados y necesitan el concurso de las fuerzas militares.

En Venezuela sí hay armas y la situación de seguridad ciudadana del país es la mejor evidencia. Según el más reciente estudio de la organización Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, Caracas fue "la ciudad más violenta del mundo" en 2015 y 2016, con una tasa de 119 homicidios y 130 homicidios por cada 100 mil habitantes respectivamente. Además, tres ciudades venezolanas más (Maturín, Ciudad Guayana y Valencia) están en los primeros diez lugares del ranking mundial de 2016.

Por otro lado, la tasa de impunidad es estimada entre 95% y 98%, según diputados de la Asamblea Nacional, expertos en seguridad y organizaciones no gubernamentales. Es decir, 9 de cada 10 crímenes no son resueltos.

Aunque Venezuela se caracteriza por la falta de estadísticas oficiales en las áreas de economía y seguridad, una comisión presidida por el exdiputado chavista Juan José Mendoza estimó en 2009 que había entre 9 y 15 millones de armas en el país, el cual en ese entonces tenía menos de 30 millones de habitantes.

Soldados venezolanos preparándose para ejercicios militaresImagen: Getty Images/AFP/F. Parra

Sin militares no hay guerra civil

Sin embargo, expertos consultados por DW coinciden en que las condiciones para una guerra civil no están dadas. Lo primero que aclara el politólogo venezolano Carlos Raúl Hernández es que "las guerras civiles no son guerras entre civiles". Se llaman así porque suceden "en el seno de un territorio nacional y no internacional". En su lugar, señala que "dependen de que haya un desprendimiento, una disidencia de un sector de las fuerzas armadas que se levante contra el estatus, contra el Gobierno" y ese no es el caso actual.

El general retirado Fernando Ochoa Antich, quien era ministro de la Defensa cuando Hugo Chávez intentó derrocar al presidente Carlos Andrés Pérez en 1992, también desecha la hipótesis de una guerra civil. "Aquí lo que ocurre es un fuerte enfrentamiento social y político de magnitudes que posiblemente pueden conducir a la violencia". Antich explica que para que tenga lugar una guerra civil deben cumplirse primero varios factores: "primero, se tiene que estar decidido a ir a una guerra civil y prepararse para ella; segundo, tiene que haber una organización subversiva suficientemente fuerte como para ejercer acciones militares y eso no existe en Venezuela; y tercero, tiene que haber un respaldo internacional suficiente para recibir un suministro permanente de armas y municiones".

En otras palabras, Venezuela no estaría al borde de una guerra civil porque solo un bando está armado, el Gobierno; y porque a pesar de algunos casos aislados de supuesta insurrección en los niveles medios de las fuerzas armadas, la idea de una sublevación militar está todavía descartada. "Tiene que haber dos bloques organizados militarmente y con una capacidad de armamento y de logística suficiente para poder llegar a ese extremo", agrega Antich.

Lo cierto es que la atmósfera es cada vez más tensa en el país, con un gobierno decidido a hacer cambios sustanciales en la estructura política y una oposición empeñada en sacarlo del poder. Y la violencia sigue cobrando víctimas, cualquiera sea la definición que se le dé.

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