Según medios estatales, cientos de miles de personas salieron a la calle para apoyar al Gobierno. En esas manifestaciones se escuchaban consignas como "Abajo Estados Unidos", "Abajo Arabia Saudí" y "Abajo Israel".
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La cúpula de Irán organizó este miércoles (03.01.2018) manifestaciones masivas de apoyo a la República Islámica en todo el país y dio por terminadas las protestas contra el sistema de los últimos días, aunque la noche del martes hubo de nuevo marchas críticas.
Según medios estatales, cientos de miles de personas salieron a la calle para apoyar al Gobierno. En esas manifestaciones se escuchaban consignas como "Abajo Estados Unidos", "Abajo Arabia Saudí" y "Abajo Israel". Estos tres países son, según la cúpula iraní, los instigadores de la ola de protestas que vive el país desde el pasado jueves y los que suministran -aseguran- dinero y también armas a los manifestantes.
La Guardia Revolucionaria -la unidad paramilitar que protege la Revolución Islámica- dio hoy por terminadas las protestas contra el Gobierno. "Podemos decir que hoy fue el final de la conspiración de 1396", dijo el máximo comandante del cuerpo, Mohammed Ali Jafari, refiriéndose al año según el calendario iraní.
Los enemigos del país deben saber que este tipo de complots no volverán a funcionar, advirtió el comandante en una entrevista con la cadena estatal. Jafari reconoció que en los últimos días se
extendieron las manifestaciones contra el sistema, pero aseguró que finalmente fracasaron ante la actuación de las fuerzas de seguridad y la negativa de muchas personas a unirse a los manifestantes.
ONU "con preocupación"
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió hoy que se evite una violencia mayor durante las protestas antigubernamentales en Irán y que se respeten los derechos de reunión y de expresión. Guterres señaló en un comunicado, a través de su portavoz Farhan Haq, que sigue "con preocupación" la situación en Irán y "deplora la pérdidas de vidas en las protestas".
La nota agregó que el secretario general de la ONU hace un llamamiento para que se respeten "los derechos a la reunión pacífica y a la libertad de expresión". Urgió a que cualquier manifestación se desarrolle "de una manera pacífica" y destacó que "se debe evitar una violencia mayor".
Las manifestaciones antigubernamentales comenzaron el jueves pasado en distintas ciudades de Irán y hasta hoy han muerto al menos veinte personas y más de mil manifestantes han sido detenidos.
CT (dpa, EFE)
Historia de la Revolución Islámica (02.2018)
A comienzos de 1979 fue derrocado el último shá de Persia, Mohammad Reza Pahlevi. Los invitamos a recordar ese suceso en esta galería de imágenes.
Imagen: akairan.com
Regreso a Teherán
El 1º de febrero de 1979, el Ayatolá Jomeini volvió de su exilio parisino hacia Teherán y fue recibido con júbilo por la gente. Durante años, criticó al sha de Persia y a su élite política debido, según el Ayatolá, a la represión de personas que pensaban diferente, por la fuerte “occidentalización” de Irán y por su estilo de vida lujoso y decadente.
Imagen: akairan.com
Esperando al líder religioso
Cerca de cuatro millones de iraníes celebraron la llegada de Jomeini en las calles de Teherán. Las manifestaciones masivas en contra del sha de Persia ya llevaban cerca de un año. Desde agosto de 1978, las huelgas generales de la oposición paralizaban la economía del país.
Imagen: Getty Images/Afp/Gabriel Duval
El sha abandona Persia
Ya el 16 de enero de 1979, el sha Reza Pahlevi había abandonado Irán. Poco antes, en la conferencia de Guadalupe, había perdido el apoyo de los gobiernos occidentales, que estaban a favor de un diálogo con Jomeini. El presidente estadounidense Jimmy Carter le ofreció al sha permanecer en EE. UU., lo que este aceptó.
Imagen: fanous.com
El fracaso del primer ministro
El sha había nombrado a Schapur Bachtiar, uno de los líderes del opositor Frente Nacional (FN), como primer ministro interino para tranquilizar a sus rivales, pero sin éxito. Bachtiar fue excluido de su partido porque aceptó el cargo. Los otros miembros del FN ya habían acordado trabajar solo con Jomeini.
Imagen: akairan.com
Discurso en el cementerio
Jomeini dijo a su llegada a Teherán que no reconocía el gobierno de Bachtiar. Desde el aeropuerto viajó al cementerio central de la capital iraní, donde pronunció un discurso ante cientos de miles de personas. Le quitó legitimidad a la monarquía y al Parlamento, y anunció que tomaría el Gobierno de Irán en sus manos.
Imagen: atraknews.com
Disturbios en todo el país
En Teherán y otras ciudades de Irán se produjeron violentos enfrentamientos entre los revolucionarios y los adeptos al sha de Persia. Los disturbios eran graves y el Ejército declaró un toque de queda, pero casi ningún iraní hizo caso.
Imagen: akairan.com
Primer ministro de la transición
El 5 de febrero de 1979, Jomeini nombró a Mehdi Bazargan, del Frente Nacional, como primer ministro de la transición. Parecía que el clero iba a cooperar con la oposición, de corte liberal. Sin embargo, pronto se produjeron conflictos entre ambas partes y Bazargan renunció el 5 de noviembre de 1979 como respuesta a la toma de rehenes en la embajada de EE. UU. en Teherán, tolerada por Jomeini.
Imagen: akairan.com
El pueblo iraní festeja
Luego del nombramiento de Barzagan, miles de personas salieron a la calle para apoyar al gobierno de transición. El Ejército anunció que no se inmiscuiría en la lucha por el poder, con lo cual Schapur Bachtiar perdió todo el respaldo. Tuvo que huír de su casa, perseguido por adeptos de Jomeini que estaban armados. En abril de 1979 se exilió en Francia.
Imagen: akairan.com
Saludo militar
Una unidad de élite de la Fuerza Aérea iraní saluda al ayatolá Jomeini. La Fuerza Aérea iraní tuvo un rol central en la victoria de la revolución porque dio acceso a los ciudadanos a sus depósitos de armas. El 9 de febrero se produjo un último levantamiento de la Guardia Imperial, que atacó una base del Ejército.
Imagen: Mehr
Derrocamiento de la monarquía
Las luchas armadas entre la Guardia Imperial y la población iraní aumentaron y el 11 de febrero de 1979 el caos reinaba en todo Irán. Los revolucionarios ocuparon el Parlamento, el Senado, el canal estatal de televisión y otros organismos estatales. Poco después se dio a conocer que la monarquía había sido derrocada. En Irán se festeja el 11 de febrero como el “Día de la Revolución Islámica”.