La rama libia del Estado Islámico (EI) informó este martes (09.06.2015) que sus combatientes controlan totalmente la ciudad oriental de Sirte, ubicada 440 kilómetros al este de Trípoli, tras varios meses de combates con las fuerzas leales al gobierno rebelde que gobierna la capital del país. Las fuerzas yihadistas estarían extendiendo su control, además, hacia la ciudad de Al Uashka, vecina a Sirte y cercana a Misrata.

Una fuente de seguridad citada por la agencia EFE aseguró que miembros del EI mataron a cuatro combatientes de la denominada “Falange 166”, aliada al gobierno de Trípoli, que estaba encargada de proteger Sirte. Una decena de hombres, además, resultaron heridos en los combates. Eso, mientras en Derna el EI mató a dos comandantes de la milicia islamista Maylis al Shuira y Zuar.

Por si no fuera suficiente, la milicia radical tomó una planta de energía ubicada en las afueras de Sirte. “La planta fue tomada. Ahora la ciudad de Sirte ha sido liberada completamente”, publicó el EI en Internet. Fuerzas leales al gobierno rebelde de Trípoli se retiraron tras el ataque del Estado Islámico. Tres soldados murieron en los enfrentamientos, informó una fuente del Ejército citada por la agencia Reuters.

Preocupación internacional

La situación de Libia, considerado por muchos ya un Estado fallido víctima del caos y la guerra civil, preocupa sobremanera a la comunidad internacional. Tanto que los ministros de Defensa del Grupo 5+5, que reúne a países de la ribera europea y del norte de África, se reunieron en Túnez para abordar el problema y decidieron apoyar los “esfuerzos solidarios” que se produzcan para eliminar la “nebulosa terrorista”.

Por su parte, las dos principales partes en conflicto en Libia, representantes de los parlamentos de Trípoli y de Tobruk, comenzaron a trabajar este martes en un borrador de un acuerdo de paz para establecer un “gobierno de unidad nacional” que dure un año. Si bien hay todavía numerosos aspectos sin aclarar, se decidió que una declaración global y completa de alto el fuego deberá seguir a la firma del acuerdo, momento en que comenzará el despliegue progresivo del Ejército regular.

El vacío de poder libio es aprovechado por el Estado Islámico, que recluta jóvenes y avanza por ciudades que carecen de una defensa efectiva.

DZC (EFE, Reuters)