Estado Islámico reconoce muerte del “yihadista John”
20 de enero de 2016
La milicia terrorista anunció que el miliciano, conocido por protagonizar numerosos videos donde aparece decapitando a rehenes, fue alcanzado por un dron en noviembre.
Publicidad
Por medio de su revista Dabiq, con la que pretende llegar al público de habla inglesa, el grupo radical Estado Islámico reconoció este martes (19.01.2016) la muerte del llamado “yihadista John”, conocido por aparecer en numerosos videos donde se mostraban decapitaciones de rehenes occidentales. Según la milicia terrorista, Mohammed Emwazi, a quien llamaban Abu Muharib al Muhayir, murió cuando su vehículo fue alcanzado por el ataque de un dron.
El ataque habría ocurrido el pasado 12 de noviembre en Raqa, principal bastión y capital de facto del grupo en Siria. El 13 de noviembre de 2015, el Gobierno de Estados Unidos había asegurado que tenía “una gran confianza” y “una certeza razonable” sobre la muerte Emwazi en un ataque aéreo. “Es aún un poco pronto. Tenemos una certeza razonable de haber matado al objetivo que intentábamos matar, que era el yihadista John”, dijo entonces el portavoz del Pentágono en Irak, el coronel Steven Warren.
“Su dureza con los infieles se manifestó a través de acciones que enfurecieron a todas las naciones, religiones y facciones de infieles, el mundo entero dio testimonio de ello”, dice Dabiq, que dedica dos páginas a la memoria de Emwazi. El terrorista era de nacionalidad británica, originario de Kuwait y de madre yemení. Se crió en Londres y tenía una licenciatura en informática. La revista señala que llegó a Siria en 2012 tras atravesar Europa y se unió al Frente Al Nusra antes de pasarse al Estado Islámico.
“Un animal humano”
Identificado en febrero de 2015, Emwazi fue visto por primera vez en unas imágenes divulgadas por el EI a través de internet en agosto de 2014, cuando apareció en el video del asesinato del periodista estadounidense James Foley. Además, apareció en las grabaciones que testimonian las decapitaciones del también periodista estadounidenses Steven Sotloff, el cooperante estadounidense Abdul-Rahman Kassig, los cooperantes británicos David Haines y Alan Henning, y el periodista japonés Kenji Goto.
En noviembre, Warren explicó que el terrorista había nacido en Kuwait en 1988 y que su muerte podía suponer “un golpe significativo para el prestigio del EI”, aunque aclaró que Emwazi no era “una gran figura estratega” ni tampoco un miembro clave en cuestiones operacionales para el grupo yihadista. “Su muerte es significativa porque era una herramienta primaria de reclutamiento para esa organización” dijo entonces el portavoz. “Era un animal humano y matarlo hace probablemente que el mundo sea un lugar mejor”, agregó.
DZC (EFE, dpa, AP)
Así se vive bajo el dominio del Estado Islámico
Raqqa y otras ciudades están bajo el control de la milicia islamista. Allí imponen su régimen de terror.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
La bandera del terror
Allá, al fondo, se ve la bandera del terror. El Estado Islámico domina un tercio del territorio de Siria. En ese tercio, justo en el límite con Turquía, se encuentra Tel Abyad, que forma una sola ciudad junto a la localidad turca de Akcakale. Activistas aseguran que desde que el EI controla Tel Abyad, la frontera se encuentra cerrada.
Imagen: Reuters
Raqqa, la capital del EI
En Raqqa impera el negro: los edificios públicos tienen la bandera del EI, que es de ese color. Hasta los pasaportes emitidos por la guerrilla son oscuros. Las mujeres no pueden salir solas a la calle y siempre deben ir cubiertas por completo con vestimentas... negras. En los antiguos edificios públicos ahora operan los "ministerios" del EI.
Imagen: Reuters
Rezar o morir
Todos los días se hace un llamado a realizar plegarias. Entonces, los comerciantes deben cerrar sus tiendas y las personas deben salir de sus casas para ir a las mezquitas. De lo contrario, podrían ser detenidos y eso, bajo el dominio del EI, puede significar derechamente la muerte.
Imagen: Reuters
Todo es de Alá, todo es del EI
Pese a la aparente normalidad que podría deducirse al observar estas fotografías, la realidad es bien distinta. Los más jóvenes deben entrenarse en campos militares del EI, los comerciantes deben pagarles un tributo y si los combatientes quieren, pueden llegar a una casa, desalojarla y hacerla propia... Ellos dicen que todo es de Alá, entonces todo es de ellos.
Imagen: Reuters
Jugando con la guerra
Los niños de la foto cargan restos de basura y de un avión de la Fuerza Aérea de Siria abatido en las afueras de Raqqa el pasado 16 de septiembre. Fue la primera vez que los milicianos, usando armas antiaéreas, derribaron a una aeronave de las fuerzas de Bashar al Assad.
Imagen: Reuters
Beneficios para los combatientes
En las localidades controladas por el EI no se puede fumar, escuchar música ni vestir de forma poco recatada. CNN mostraba cómo un hombre increpaba a una mujer en Raqqa, porque podía ver sus facciones a través de su burka. Los combatientes, en cambio, disfrutan de privilegios: cobran un salario, pueden visitar bares y portar armas, imponiendo el terror. "Son una mafia", dice un residente.
Imagen: Reuters
Exhibición de músculo militar
En todas las ciudades conquistadas, los combatientes del EI realizan paradas militares para exhibir su músculo guerrero. Ahí abundan los fusiles de asalto y armas cortas, pero también se les ha visto vanagloriarse de tanques capturados a los Ejércitos de Siria e Irak, así como vehículos blindados e incluso misiles Scud robados de los arsenales iraquíes, país donde incluso han atacado usando cloro.