EE. UU. deportó a Arnoldo Vásquez Alvarenga a El Salvador
13 de febrero de 2023
El Gobierno de Nayib Bukele no se ha pronunciado sobre la expulsión del exmilitar señalado por la masacre en San Sebastián.
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Estados Unidos deportó a El Salvador un exoficial militar señalado en participar en una masacre conocida como San Sebastián, perpetrada en 1988 en el contexto del conflicto armado interno (1980-1992), según una información compartida este domingo (12.02.2023).
De acuerdo con un comunicado compartido por un portavoz de la Embajada de EE. UU. en El Salvador, Operaciones de Ejecución y Deportación (ERO, por sus siglas en inglés) expulsó a Arnoldo Antonio Vásquez Alvarenga, un ciudadano salvadoreño de 60 años que anteriormente era ciudadano estadounidense por naturalización.
Vásquez Alvarenga, enviado a El Salvador el 10 de febrero, es señalado de violaciones a derechos humanos y como individuo que "participó en ejecuciones extrajudiciales en su país de origen", indica la nota. El exoficial militar ingresó a los Estados Unidos el 13 de febrero de 1999, con estatus legal y se convirtió en ciudadano estadounidense naturalizado en febrero de 2004.
Una investigación del Departamento de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, en inglés) y el Centro de Crímenes de Guerra y Violadores de Derechos Humanos (HRVWCC, en inglés) del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE, en inglés) "mostró que Vásquez Alvarenga ayudó a matar a 10 personas en septiembre de 1988 en lo que se conoció como la masacre de San Sebastián, así como en el posterior encubrimiento de la masacre por parte de las Fuerzas Armadas salvadoreñas".
En febrero de 2017, la Oficina de Litigios de Inmigración presentó una demanda ante el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Este de Texas para revocar la ciudadanía de Vásquez Alvarenga con base a "su papel en la ejecución extrajudicial y el subsiguiente encubrimiento".
El Tribunal ordenó la cancelación del certificado de naturalización del exoficial y revocó su ciudadanía estadounidense en agosto de 2021. El 1 de febrero pasado, un juez de inmigración ordenó su deportación a El Salvador, agrega la fuente.
Por el momento, las autoridades salvadoreñas no se han pronunciado sobre dicha deportación.
Los 12 años de guerra dejaron 75.000 muertes, así como entre 8.000 y 10.000 personas desaparecidas. Las víctimas de los crímenes de lesa humanidad aún buscan Justicia.
La Comisión de la Verdad para El Salvador registró más de 22.000 denuncias de graves hechos de violencia ocurridos en el país centroamericano entre enero de 1980 a julio de 1991. Más del 60 % del total corresponden a ejecuciones extrajudiciales, 20 % a desapariciones forzadas y 20 % fueron denuncias de torturas.
ama (efe, el mundo)
Óscar Romero, el santo de los pobres y las víctimas de la violencia en América Latina
El salvadoreño Óscar Romero, asesinado en 1980, fue canonizado en octubre de 2018 en El Vaticano. Romero es un ícono de la teología de la liberación, insultada como “comunista”, pero movida por el servicio a los pobres.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Rivera
Lo mataron, pero no pudieron callar sus denuncias
Romero, beatificado en 2015, denunciaba en sus homilías los ataques de los cuerpos de seguridad contra la población civil. Fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por un escuadrón de la extrema derecha mientras oficiaba misa en el hospital Divina Providencia de San Salvador, en días previos al estallido de la guerra civil (1980-1992). Su muerte no acalló las denuncias, las hizo más fuertes.
Imagen: Adveniat
Naciones Unidas: "Día Internacional del Derecho a la Verdad"
En El Salvador, Óscar Arnulfo Romero es venerado como héroe nacional y paladín de la paz y la Justicia. En 2011, el entonces presidente estadounidense Barack Obama se arrodilló ante la tumba del "obispo de los pobres". La ONU declaró el 24 de marzo, fecha del asesinato de Romero, como "Día Internacional del Derecho a la Verdad".
Imagen: Getty Images/Bettmann Archive
El Vaticano dejó de verlo como a un “comunista”
Tras el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, a fines de 2014, Francisco emitió una señal de reconciliación: monseñor Romero dejó de ser considerado un “revolucionario” o “comunista” y pasó a ser visto como un adalid de los derechos humanos. “También alguien que defiende a los pobres con su vida es un santo”, comentó en esa ocasión el teólogo de la liberación Leonardo Boff a DW.
Imagen: Museo de la Palabra y la Imagen, El Salvador
El mensaje de Romero sigue calando
Con Óscar Romero “pasa una cosa curiosa, y es que cuanto más tiempo transcurre, más gente se entusiasma con él, más gente lo sigue, lo ama, se emociona con su historia, con su figura”, decía el obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa. En toda Centroamérica Romero ya es visto como “un santo de las Américas”.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Rivera
Un mensaje irrefutable: “La Iglesia tiene que vivir para los pobres”
También en Alemania dejó sus huellas, inspirando la creación de organizaciones como la Iniciativa Cristiana Romero (ICR). “Es un ejemplo de solidaridad con los pobres. Ser solidario con los pobres significa darles una voz y apoyar las demandas de los países del sur”, explica a DW Anne Nibbenhagen, de la asociación civil alemana Iniciativa Cristiana Romero.
Imagen: Adveniat
Peregrinos, prelados y juventud
Miles de salvadoreños viajaron al Vaticano para presenciar el acto de canonización de monseñor Óscar Arnulfo Romero. El beato Romero fue canonizado junto a Pablo VI durante un Sínodo de Obispos.
Imagen: Adveniat
Reconciliando a la sociedad
Óscar Romero ha sido una figura reconciliadora de la sociedad salvadoreña. Por un lado, Anne Nibbenhagen, de la Iniciativa Cristiana Romero (ICR), celebra la decisión del Vaticano de canonizar al arzobispo. Por otro, teme que al presentar a Romero como el santo "unificador", se acabe la cuestión de la culpabilidad, en lugar de seguir investigando a los responsables de la violencia y sus causas.
Imagen: Adveniat
Una historia de impunidad
Una Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas ha señalado como autor intelectual del asesinato al fundador del partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Roberto D'Aubuisson. No obstante, la Ley de Amnistía, aprobada en 1993, ha impedido que sea juzgado por el crimen. Romero representa a las más de 70.000 víctimas de la guerra civil salvadoreña.
Imagen: Adveniat
Difamaciones en El Salvador, ataques desde El Vaticano
“Él no quería ser político, no le interesaban las ideologías. Solo quería acabar con la violencia y abogar por la justicia. Un mensaje muy actual”, dice el biógrafo Giuseppe Morozzo Della Rocca. “Romero fue difamado como "suversivo" por la oligarquía salvadoreña que informaba a Roma. El prefecto de la Congregación de la época, el cardenal Sebastiano Baggio, lo atacó hasta su asesinato en 1980.
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Morir, para convertirse en semilla
Óscar Romero fue asesinado a tiros en el altar, por orden de poderosos políticos. Un crimen que antecedió a la guerra civil entre fuerzas de seguridad, escuadrones de la muerte de ultraderecha y grupos guerrilleros de izquierda. Romero sabía del peligro. Justo antes de su muerte había dicho en su sermón: “El que no asume los peligros de la vida, como la historia nos exige, perderá la vida”.
Imagen: Adveniat
Saludo del Papa, impulsor de la canonización
"A los jóvenes reunidos en días felices por la canonización de monseñor Romero, un saludo grande y mi bendición. Y por favor no se olviden de rezar por mí", pide Francisco. La petición del Papa permite intuir las grandes dificultades para lograr la canonización de un religioso como Romero, cuya misión por los pobres generó un fuerte rechazo en las más altas esferas de la jerarquía católica.
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Origen modesto
Óscar Arnulfo Romero y Galdámez había nacido en Ciudad Barrios (El Salvador) el 15 de agosto de 1917 y fue asesinado el 24 de marzo de 1980 en San Salvador. Su padre se llamaba Santos y su madre Guadalupe. Una familia modesta. Su padre era telegrafista; su madre ama de casa. Romero vivió la II Guerra Mundial. Fue ordenado sacerdote el 4 de abril de 1942. En la imagen, su tumba en San Salvador.