Decenas de miles de drogadictos mueren cada año en Estados Unidos a causa de una sobredosis. ¿Se podría evitar esta tragedia si se permitiera el consumo de drogas bajo supervisión?
Publicidad
El 3 de diciembre de 2010, los médicos le dieron a Toni Torsch una noticia que cambió su vida: su hijo Daniel había muerto, víctima de una sobredosis de heroína. Daniel tenía 24 años y durante siete años fue adicto a opiáceos. Con motivo de una lesión sufrida jugando fútbol, un médico le recetó Oxicodona, un analgésico altamente adictivo, que solo debía tomar por un mes. Pero eso bastó para provocarle adicción.
La Oxicodona no solo calma el dolor sino que tiene un efecto euforizante y genera rápidamente adicción. Como Daniel, tras un sencillo tratamiento contra el dolor, muchos pacientes en Estados Unidos son convertidos en adictos. Daniel compraba ilegalmente dicho medicamento en las calles y la universidad. Más tarde, pasó a consumir heroína porque era más barata y más fácil de obtener. Daniel fracasó en todos sus intentos de curar su mal.
Dimensiones epidémicas
Historias como la de Daniel Torsch son hoy muy comunes en Estados Unidos. En 2016 murieron cerca de 50.000 personas, víctimas de una adicción a opioides como Fentanyl y heroína. Una cifra diez veces mayor que en 2000.
Dicha "epidemia” ha obligado a debatir la conveniencia de instalar cuartos en los que los adictos puedan consumir drogas bajo observación médica y libres de persecución policial. Así, se podrían evitar algunas muertes.
A pesar de las exitosas experiencias en Europa desde hace varias décadas, críticos estadounidenses insisten en que una inyección bajo supervisión promueve más el consumo. En la capital suiza de Berna los drogadictos tienen esta posibilidad desde 1986.
Salvan vidas y ahorran dinero
"Lo que queremos es salvar vidas”, dice Toni Torsch, quien tras la muerte de su hijo fundó una asociación para promover dicha posibilidad en Baltimore. "Los cuartos de consumo supervisado ahorrarían dinero al sistema sanitario, porque se reduce el número de emergencias y tratamientos estacionarios”, así lo confirman dos estudios en Estados Unidos.
Es más. Datos de Vancouver, Canadá, revelan que desde 2003 se han usado en dichos cuartos supervisados 3,6 millones de jeringas y no ha habido un solo muerto. Una iniciativa parlamentaria para abrir dichos cuartos en Maryland fracasó estrepitosamente. En otros Estados canadienses se ha prohibido expresamente su instalación.
Un grupo de críticos llamado I-27 descarta todo cuarto de consumo y opta por las terapias tradicionales. Pero para Toni Torsch, la madre de Daniel, "un cuarto de consumo supervisado salva vidas” y concluye que "ese es justamente nuestro objetivo”.
Malte Rohwer-Kahlmann (JOV/CP)
Marihuana legal en Uruguay: el Día 1
Este miércoles comenzó la venta regulada de marihuana en farmacias autorizadas de Uruguay. El proyecto de regulación en la producción, el comercio y la distribución es pionero en el mundo, aunque no faltan las críticas.
Imagen: Reuters/A. Stapff
Proyecto pionero
Este miércoles comenzó la venta regulada de marihuana en farmacias autorizadas de Uruguay. El proyecto es pionero en el mundo, aunque no faltan las críticas. Parte de la población uruguaya apoya la medida adoptada hace 43 meses por iniciativa del expresidente José Mujica.
Imagen: picture alliance/dpa/I. Franco
Variedades "blandas"
La marihuana vendida a partir de hoy en farmacias registradas de Uruguay es de dos variedades, informa el Instituto de Regulación y Control del Cannabis: las llamadas Alfa 1 y Beta 1, con un contenido de 2 por ciento de tetrahidrocannabinol, considerado oficialmente como medio/bajo. Las diferencia el nivel de cannabidiol, que en la Alfa 1 es de 7 por ciento y en la Beta 1, de 6 por ciento.
Imagen: Reuters/A. Stapff
Consumidores registrados
Hasta julio de 2017 se habían registrado 4.711 personas como consumidores con derecho a comprar la marihuana legal: 60 por ciento de ellos reside en Montevideo y el 40 por ciento restante en los otros 18 departamentos del país. Sus edades van de los 18 a los 44 años, y la mayoría tiene nivel secundario de estudios.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Rojo
Primeros obstáculos
Medios uruguayos como el diario El País de Montevideo señalaron algunos obstáculos primarios como la falta de mayores existencias de cannabis legal, o el limitado alcance de la red de farmacias inscritas como vendedoras de marihuana. Por eso se formaron largas filas ante algunas farmacias autorizadas, y en algunas se acabaron pronto las reservas del producto.
Imagen: Reuters/A. Stapff
Críticas desde Viena
Consultada por DW, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) considera que la Ley 19.172 es contraria a la Convención de 1961, "en virtud de la cual los Estados partes están obligados a limitar exclusivamente la producción, la fabricación, la exportación, la distribución, el comercio, el uso y la posesión de estupefacientes a los fines médicos y científicos."
Imagen: Reuters/A. Stapff
Continúa el diálogo
La JIFE opina que la Ley 19.172 contraviene tres tratados internacionales correspondientes a la fiscalización internacional de drogas. Sin embargo, el organismo también reitera su disposición a proseguir "su diálogo con el gobierno de Uruguay" con el fin de "alentar al país" a cumplir con lo dispuesto en dichos instrumentos del derecho internacional.
Imagen: Reuters/A. Stapff
Miles de clientes
El cannabis se vende a 187,02 pesos, poco más de cinco euros, por cada sobre con cinco gramos. Cada semana, el consumidor registrado tiene derecho a retirar un máximo de 10 gramos de marihuana, y un máximo de 40 gramos al mes.
Imagen: Reuters/A. Stapff
Política pública
El gobierno subraya que la regulación de la producción, comercio y distribución de la marihuana "tiene por objeto proteger a los habitantes del país de los riesgos que implica el vínculo con el comercio ilegal y el narcotráfico buscando, mediante la intervención del Estado, atacar las devastadoras consecuencias sanitarias, sociales y económicas del uso problemático de sustancias psicoactivas."