Un demócrata ganó las elecciones para ocupar una vacante en el Senado estadounidense por el estado de Alabama, dominado desde hace décadas por los republicanos. El politólogo Andrew Denison no está sorprendido.
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DW: Señor Denison, ¿cómo fue posible que un demócrata se convirtiera en senador en un estado tan conservador como Alabama?
Denison: Creo que fue una reacción al candidato Roy Moore y a todos sus errores morales. Pero también fue una respuesta a Trump y a la naturaleza brutal de la política que introdujo el presidente. A eso se suma la reacción al racismo, porque la alta participación de los negros tiene que ver con el éxito electoral del demócrata Doug Jones. En otras palabras, incluso para la gente en Alabama todo esto puede ser demasiado y conducir a un resultado tan inesperado.
El presidente Trump se había pronunciado a favor de Moore, mientras que algunos de los principales líderes del partido republicano se distanciaron de éste. ¿Hubiese habido un resultado diferente con otro candidato?
Probablemente sí. El carácter de Moore fue el factor decisivo. Es decir que en Alabama no solo vemos una reacción general en contra de los republicanos, sino también una reacción de los republicanos en contra de este tipo de política.
¿Es un caso aislado, o empezarán ahora los líderes del partido republicano a volverse en contra de Trump?
Esa es la gran pregunta. Pero si nos fijamos en la reacción general a Trump podemos ver un esquema. En el Congreso, donde todavía los republicanos tienen una mayoría que podrían perder en 2018. Pero las reacción negativa se puede detectar también en la opinión pública en el país y en los medios de comunicación. Y luego está también el fiscal que está investigando a Trump. Es decir, Alabama es parte de la reacción de Estados Unidos a Trump.
Cuando Trump fue elegido, muchos se asombraron porque parecía haberse enfrentado con todas las minorías y las mujeres. Solo por ello su victoria no parecía probable. En Alabama, muchos negros y muchas mujeres parecen haber votado por el demócrata Doug Jones. ¿Demuestra esto que al final de cuentas no se puede ganar contra los intereses de una mayoría?
A largo plazo seguro que no. Pero también tiene que ver con la participación general en la elección. Tiene que ver con el hecho de que en Estados Unidos no solo los ciudadanos tienen voz, sino también los estados. Los estados con pocos habitantes tienen una influencia desproporcionada, y estos estados con pocos habitantes son encima los más conservadores. Todas estas cosas importan. Pero a largo plazo, las condiciones políticas deben reflejar el equilibrio de poder en el país. El país es mucho más progresista, optimista, generoso, hospitalario, innovador, inclusivo, joven y femenino que Trump y su minoría que actualmente están al mando.
Andrew Denison es politólogo y director de Transatlantic Networks.
Autor: Cristoph Hasselbach (GG/DZC)
Donald Trump, el presidente de los despidos
En un abrir y cerrar de ojos, el presidente estadounidense, Donald Trump, despide a un alto funcionario de su administración tras otro. Estos políticos han tenido que abandonar la Casa Blanca.
Tillerson tenía a menudo opiniones diferentes a las de Trump. Se habría enterado de su despido al leer el tuit en el que Trump anunciaba su salida de la Casa Blanca, según algunos medios. La designación de Tillerson como secretario de Estado fue controversial desde el principio debido a que no tenía ninguna experiencia política: fue director por muchos años de la gigante petrolera Exxon Mobil.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/A. Harnik
Hope Hicks
La exdirectora de comunicaciones, de solo 29 años, renunció un día después de testificar ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes sobre la
interferencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016. Aunque Hicks reconoció en su declaración haber mentido en su puesto de trabajo, expresó que dejaba el puesto porque "sentía que había completado su ciclo".
Imagen: Reuters/C. Barria
Stephen Bannon
No quedó claro si renunció o fue despedido, pero el exestratega jefe de la Casa Blanca fue una pieza importante en la agenda nacionalista y antiglobalización que ayudó a Trump a llegar a la presidencia. La razón de la salida de Bannon pudo haber sido los constantes choques que tuvo con facciones más moderadas de la Casa Blanca y por haber criticado las políticas de Trump.
Imagen: picture alliance/dpa/AP/E. Vucci
Anthony Scaramucci
El exinversor de 53 años, apodado "The Mooch", solo permaneció diez días en su cargo como director de Comunicaciones de la Casa Blanca. El general John Kelly, nuevo jefe de Gabinete, había pedido la remoción del neoyorquino Anthony Scaramucci. Los insultos de éste contra empleados de Trump incluso habrían indignado al presidente norteamericano.
Reince Priebus, el exjefe de Gabinete de la Casa Blanca, fue despedido tras solo seis meses debido a una confrontación abierta con Anthony Scaramucci, el ahora exdirector de Comunicaciones de Trump. Al parecer, Priebus había rechazado con vehemencia la contratación de Scaramucci.
Imagen: Reuters/M. Segar
Sean Spicer
En su calidad de portavoz de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer no tuvo la mejor relación ni con la prensa ni con su jefe, el presidente estadounidense. Spicer renunció después de que Donald Trump nombrara a Anthony Scaramucci director de Comunicaciones.
Imagen: Reuters/K.Lamarque
Walter M. Shaub Jr.
Walter Shaub, el exdirector de la Oficina de Ética Gubernamental, dejó su puesto en julio, después de que su oficina entrara en conflicto con la Casa Blanca debido a preguntas sobre la situación financiera del presidente estadounidense. Según informes de la prensa, Shaub habría calificado de "ridículo" el gobierno de Trump.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/J.S. Applewhite
Michael Dubke
Ya en mayo pasado, Michael Dubke, el antecesor de Anthony Scaramucci, tuvo que dejar su puesto como director de Comunicaciones de la Casa Blanca. Según el equipo de Trump, el experto en relaciones públicas había lidiado mal con las acusaciones relativas a la supuesta injerencia rusa en las elecciones estadounidenses.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/S. Walsh
James Comey
También James Comey, el exdirector del FBI, fue víctima de la impía política de personal de Trump. La Casa Blanca justificó el despido de Comey alegando que éste había manejado mal la investigación de los correos electrónicos de Hillary Clinton. Críticos creen que la verdadera razón del despido fue la investigación del FBI sobre el presunto apoyo de Rusia a la campaña electoral de Trump.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/J. S. Applewhite
Michael Flynn
El primer consejero de Seguridad Nacional del presidente Trump, Michael Flynn, dimitió tras solo un mes en el cargo. La razón: la prensa había revelado que, antes de que Trump asumiera oficialmente su cargo, Flynn había mantenido una conversación con el Embajador ruso en Washington sobre las sanciones estadounidenses contra Rusia. Además había mentido al vicepresidente Mike Pence al respecto.