Washington continúa sus esfuerzos para intentar convencer al gobierno de Nicolás Maduro de que debe ponerfin a la "campaña de terror" contra el pueblo venezolano. Lo anunció el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, que subrayó la importancia que, para ello, supone el apoyo de los países de la región. "Estamos intentando encontrar la forma de lograr que el gobierno de Maduro hable con sus ciudadanos, que los trate de forma respetuosa, que ponga fin a esta campaña de terror contra su propio pueblo y que empiece, esperemos, a respetar los derechos humanos", dijo Kerry durante una audiencia en el Congreso.

"Es hora de que la OEA [Organización de Estados Americanos], los países vecinos [de Venezuela], los aliados y otras organizaciones internacionales se centren de forma adecuada en Venezuela y le exijan responsabilidades", agregó a una pregunta de la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen, una acérrima crítica del gobierno venezolano. La víspera, en otra audiencia en el Congreso, Kerry había reconocido ya que hasta ahora no ha tenido éxito en sus intentos de lograr que los vecinos de Venezuela presionen a Caracas para que se abra al diálogo con la oposición.

Falta de apoyo regional

"Hemos estado en contacto con sus países vecinos para intentar lograr algún tipo de Iniciativa, pero no nos están haciendo especial caso", concedió. Y reiteró que su país está dispuesto a tomar medidas de presión: "Estamos preparados, de ser necesario, para invocar la Carta Democrática Interamericana en la OEA y a implicarnos de forma seria mediante sanciones", señaló.

La diputada opositora venezolana María Corina Machado fue más lejos en sus críticas y calificó como "una vergüenza" la resolución de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) para asesorar el diálogo iniciado por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sin mencionar la represión contra las protestas opositores de las últimas semanas. "Ni una palabra por los ciudadanos asesinados por los grupos paramilitares oficialistas, o de los estudiantes masacrados, de las detenciones sin órdenes de aprehensión, de las torturas, pese a que todo está plenamente registrado y difundido a través de las redes sociales y medios internacionales", recalcó.

Machado, que ha sido una de las dirigentes más activas en las protestas, lamentó que tras 30 días de manifestaciones los cancilleres de la Unasur "finalmente" se pronunciaron "para proteger al régimen, no a los venezolanos", que habrían sufrido su represión. Las protestas antigubernamentales han dejado saldo de 28 muertos, más de 300 heridos y 1.300 detenidos, según los últimos datos aportados por la Fiscal General venezolana, Luisa Ortega Díaz.

LGC (dpa, afp)