Estados Unidos no puede confirmar muerte de Al Bagdadi
14 de julio de 2017
El jefe del Pentágono, Jim Mattis, dijo que mientras no tengan pruebas irrefutables, seguirán considerando que el líder de Estado Islámico está vivo.
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Pese a los persistentes rumores que corren desde hace meses sobre la muerte de Abu Bakr al Bagdadi, el autoproclamado califa y líder del Estado Islámico, para Estados Unidos no existen pruebas fehacientes que den sustento a esta afirmación. Al menos así lo aseguró este viernes (14.07.2017) el secretario de Defensa de ese país, Jim Mattis, en conversación con los medios de prensa.
"Si lo supiéramos, lo diríamos. Pero en este momento, no puedo confirmarlo o negarlo”, sostuvo el funcionario. "Nuestro funcionamiento es que asumimos que está vivo hasta que se prueba lo contrario, y en este instante no puedo probar lo contrario”, añadió el jefe del Pentágono sobre la suerte de este iraquí de 46 años, cuya última aparición pública data de 2014, cuando dio un discurso en la Gran Mezquita Al Nuri en Mosul, hoy en manos del Ejército de Irak.
Esto, luego de que el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG con base en Reino Unido y con una amplia red de corresponsales en las zonas en conflicto, asegurara que altos mandos de Estado Islámico instalados en la provincia siria de Deir Ezzor declararon que Al Bagdadi está muerto, lo que fue transmitido al Observatorio por algunos de sus informantes.
¿Lo mataron los rusos?
Aunque no ha habido reacciones al respecto desde los medios administrados por Estado Islámico ni tampoco en las cuentas que maneja este grupo terrorista en diversas redes sociales, ya a mediados de junio Moscú asumía que Al Bagdadi había muerto en un ataque aéreo lanzado por aviones de Rusia contra la denominada "capital de facto” del Estado Islámico, Al Raqqa.
En ese lugar se celebraba una reunión de dirigentes del EI, según las fuentes de inteligencia rusas. El ataque se realizó el 28 de mayo y habría causado la muerte de 300 combatientes yihadistas, entre ellos unos 30 comandantes. "De acuerdo con las informaciones, que están siendo verificadas a través de diferentes canales, a la reunión asistió también el líder del EI, Abu Bakr al Bagdadi, quien fue eliminado en el ataque", señaló el Ministerio de Defensa ruso en esa ocasión.
DZC (AFP, Reuters, dpa)
La batalla por recuperar Mosul
Tras meses de preparación, el Ejército de Irak y sus numerosos aliados lanzaron la ofensiva para arrebatar Mosul a Estado Islámico. Los kurdos anunciaron ahora una operación similar para liberar Al Raqa.
Imagen: REUTERS/T. Al-Sudaini
Conquista fácil para los yihadistas
La forma en que los combatientes de Estado Islámico tomaron la principal ciudad del norte de Irak, Mosul, en junio de 2014 es llamativa por lo sencilla que resultó la operación para los yihadistas. Un par de miles de milicianos arriba de camionetas bastaron para que el Ejército de Irak huyera en desbandada, dejando atrás sus equipos, precioso botín para los terroristas.
Imagen: Reuters
Obligados a huir
Desprotegidos ante el abandono de la ciudad por parte de los soldados -lo que en la práctica significó la desaparición del Estado-, miles de vecinos de Mosul debieron escapar de la ciudad con lo puesto. Otros no tuvieron la misma suerte y se vieron forzados a vivir sometidos al régimen de terror impuesto por los radicales.
Imagen: Romina Peñate
Un sermón del "califa"
El líder de Estado Islámico y autoproclamado califa, Abu Bakr al Bagdadi, en una de sus raras apariciones. En esta imagen aparece en Mosul, en julio de 2014, dando un sermón a sus seguidores en la mezquita de la ciudad. En la actualidad se sospecha que sigue en Mosul, aunque su paradero específico es desconocido. Recientemente, llamó a sus combatientes a la "guerra total" contra la coalición.
Imagen: picture alliance/dpa
Salvajismo anticultural
En febrero de 2015, Estado Islámico difundió imágenes de sus seguidores destruyendo valiosas esculturas y estatuas asirias pertenecientes a la colección del Museo de Mosul. También arrasaron con la biblioteca central de la urbe. Los radicales sunitas querían demostrar que lo suyo era una lucha contra los "falsos ídolos".
Imagen: Quelle: Islamischer Staat/Internet
Primeras señales de unidad
Combatientes peshmerga, pertenecientes al Kurdistán iraquí, montan guardia en un puesto de control en el norte del país. Los kurdos fueron los primeros en reaccionar ante Estado Islámico y se convirtieron en los enemigos más fieros de los yihadistas. En abril de 2015 anunciaron alianzas con otros grupos para plantar cara a las tropas radicales.
Imagen: picture-alliance/dpa/T. Rassloff
Renace la esperanza
En mayo de 2016, el primer ministro de Irak, Haidar al Abadi, anunció que el Ejército estaba preparando una gran ofensiva para recuperar Mosul. Sus tropas, entrenadas por Estados Unidos, contarían con respaldo aéreo de la coalición internacional en esta misión. Antes, las unidades iraquíes recuperaron otras ciudades que habían caído en manos de los yihadistas, como Faluja.
Imagen: Getty Images/AFP/S. Hamed
El Estado Islámico retrocede
El 16 de octubre de 2016 comenzó la anunciada ofensiva, que cuenta también con la participación de las poderosas unidades kurdas peshmerga y milicias locales, tanto sunitas como chiitas. Rápidamente, gracias a la envergadura de la operación, los iraquíes recuperaron parte del terreno perdido en 2014. Estado Islámico se batió en retirada con la ilusión de resistir en la parte oeste de la ciudad.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Al-Rubaye
Mujeres peshmerga, en el frente de batalla
Las unidades kurdas atacan por el norte. Las fuerzas iraquíes por el sur y por oriente. Por el oeste se suman milicias chiitas. Estado Islámico está rodeado y Mosul debería caer en las próximas semanas. Los peshmerga, junto a otros grupos, anunciaron este 6 de noviembre que lanzarán una operación para liberar también a Al Raqa, en Siria.