EE. UU. teme temporada de huracanes "extremadamente activa"
21 de mayo de 2020
La temporada de huracanes del Atlántico será este año más activa que el promedio, con hasta seis huracanes de categoría 3 o superior, anunciaron este jueves (21.05.2020) meteorólogos estadounidenses.
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La temporada de huracanes en el Atlántico podría ser "extremadamente activa", con hasta diez huracanes, de los cuales seis podrían ser muy poderosos, indicó este jueves la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) de Estados Unidos.
Expertos de esta agencia difundieron este jueves sus previsiones de cara a la temporada ciclónica de la cuenca atlántica, que comienza oficialmente el 1 de junio y concluye el 30 de noviembre, y no trajeron buenas noticias para las regiones afectadas, especialmente en el Caribe y sureste estadounidense.
El Centro de Predicción Climática de NOAA pronosticó un rango probable de 13 a 19 tormentas tropicales con nombre - vientos de 63 kilómetros por hora (km/h), de los cuales 6 a 10 podrían convertirse en huracanes, con vientos de 119 km/h, de los cuales de 3 a 6 podrían derivar en huracanes mayores, es decir con vientos máximos sostenidos de 178 km/h o más.
NOAA proporciona estos rangos con un 70 % de confianza y recordó que una temporada de huracanes promedio produce 12 tormentas con nombre, de las cuales 6 se convierten en huracanes, incluidos 3 ciclones importantes.
El meteorólogo y especialista en huracanes Gerry Bell indicó que, con estos datos en la mano, anticipan que puede tratarse de una temporada "extremadamente activa", aunque no se atrevió a decir si llegará al nivel de la de 2005, con la que otros expertos la han comparado, y considerada la peor de la que se tienen registros.
ee (afp, efe)
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¿Qué causa el calentamiento de los océanos?
El cambio climático provoca que los océanos se calienten rápidamente. Esto no solo tiene severas consecuencias para la vida marina. Habrá más fenómenos climáticos extremos como huracanes, inundaciones e incendios.
Imagen: NGDC
La Antártida es tan cálida como Los Ángeles
El 6 de febrero de 2020, se registraron 18,3 grados centígrados en la estación argentina de investigación Esperanza, al norte de la Antártida; el valor más alto nunca antes registrado ahí, según la NASA. Después de las olas de calor de noviembre y enero en la Antártida, esta es ya la tercera en solo meses. Las imágenes satelitales muestran que grandes masas de nieve ya se han derretido.
Imagen: Earth Observatory/ NASA
Tormentas más frecuentes y fuertes
La intensidad de los ciclones tropicales responde a la temperatura de la superficie del mar. La temporada de huracanes será más prolongada y habrán más, especialmente en el Atlántico Norte y el Pacífico Nororiental, y seguirá aumentando su intensidad. Debido a las condiciones climáticas extremas, habrán tormentas extremadamente destructivas, incluso en regiones que hasta ahora se han salvado.
Imagen: AFP/Rammb/Noaa/Ho
Aumento del nivel del mar
Los océanos se calientan con el aumento de las temperaturas de la atmósfera de la Tierra. Esto conlleva a una expansión térmica de las masas de agua, causando que el nivel del mar se eleve aún más. Se perderán los hábitats y los recursos de numerosos habitantes de la costa, especialmente en las regiones más pobres.
Incendios forestales producto de extremas condiciones climáticas
Mientras que en algunos lugares habrá fuertes precipitaciones e inundaciones, las condiciones climáticas extremas en otros lugares provocarán períodos secos extremos. Como resultado, habrá afectaciones en los cultivos y devastadores incendios forestales. La temporada de incendios durará mucho más tiempo en muchos lugares y su número aumentará dramáticamente.
Imagen: Reuters/AAP Image/D.
Cambio en los ecosistemas
El calentamiento de los océanos está desplazando epecies y alterando los ecosistemas marinos. Los peces y mamíferos marinos migran hacia los polos, como los animales terrestres. Las poblaciones de bacalao del Mar del Norte, por ejemplo, se están reduciendo más de lo que puede explicarse solo derivado de la sobrepesca. Las regiones pesqueras del norte podrían beneficiarse de este fenómeno.
Imagen: by-nc-sa/Joachim S. Müller
Mares ácidos
El calentamiento hace que el CO2 se disuelva directamente en la superficie, así el pH del mar disminuye y el agua se "acidifica". Almejas, estrellas de mar, corales, cangrejos y erizos de mar pierden su capacidad de formar exoesqueletos o endoesqueletos. Esto significa que no solo afecta su funcionamiento como filtros de contaminantes, sino también como alimento para otra vida marina.
Menos plancton como alimento
Al disminuir el valor del pH, las pequeñas algas también pueden absorber menos hierro. Pero el plancton necesita el mineral para un fuerte crecimiento. Dado que muchas especies de fitoplancton también forman esqueletos de cal, se ven doblemente afectadas por el agua acidificada.
Imagen: picture alliance / dpa
Disminución del oxígeno vital
El agua más caliente puede almacenar menos oxígeno, por lo que el calentamiento de los océanos conlleva a la expansión de las zonas pobres en oxígeno. En muchas zonas marinas, ya existen estas "zonas de muerte" en las que no pueden vivir animales porque se esparce muy poco oxígeno en el agua.
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Schmidt
Floración explosiva de algas tóxicas
En aguas cálidas y pobres en oxígeno, las algas tóxicas pueden multiplicarse de forma explosiva. Su veneno mata a los peces y otras criaturas marinas. Las alfombras de algas ya están amenazando a la industria pesquera y al turismo en muchos lugares. Aquí hay fotos de la costa de Chile, donde las algas rojas mataron a miles de peces con su toxinas nocivas.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Marquez
Blanqueamiento progresivo del coral
Esqueletos de piedra caliza blanca: la población de coral pierde no solo su color, sino también su capacidad de reproducirse debido a un fuerte blanqueamiento de los corales. Los arrecifes de coral mueren y no ofrecen protección, ni comida, ni zonas de caza para la vida marina.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Naupold
Cambios en las corrientes oceánicas
Si la corriente del Atlántico Norte se viera interrumpida por el calentamiento de los océanos, se produciría una grave ola de frío en toda Europa occidental y septentrional. Esto se debe a que asegura una circulación continua de agua de mar a través de las aguas superficiales densas más profundas y frías. Otras corrientes oceánicas también se verían afectadas. (ee/jov)