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"Estados Unidos y Rusia deben reducir su armamento nuclear"

16 de junio de 2021

El único punto de la declaración tras la cumbre de Joe Biden y Vladimir Putin resalta la necesidad de hacer progresos en el control del armamento nuclear. DW habló en Ginebra sobre el tema con la directora de la ICAN.

Ojivas nucleares.
Imagen: picture-alliance/dpa/Jeon Heon-Kyun

Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y Estados Unidos, Joe Biden, adoptaron hoy una declaración conjunta en la que constataron que sus países son capaces de lograr, incluso en períodos de tensión, avances en materia de seguridad estratégica. Esta declaración conjunta fue el único acuerdo concreto adoptado tras la cumbre de cuatro horas y media que mantuvieron Putin y Biden en la Villa La Grange de Ginebra.

La Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN) fue laureada con el Premio Nobel en 2017, y exigió un acelerado avance en el terreno del desarme nuclear en esta cumbre entre Estados Unidos y Rusia en Ginebra. El peligro nuclear a nivel mundial es alto, dijo previamente a la cumbre la directora de la ICAN, Beatrice Fihn, en entrevista con DW.

DW: Estados Unidos y Rusia poseen la mayor parte de las armas nucleares en el mundo. ¿Qué espera luego de esta reunión de los presidentes de ambos países?

Beatrice Fihn: En los últimos diez años, las relaciones entre esos dos países han ido empeorando constantemente. Hemos vivido la retirada de tratados de desarme bilaterales y una modernización de los arsenales. Por eso espero que ambos, Estados Unidos y Rusia, reconozcan la gran amenaza que eso representa y acuerden cooperar nuevamente en el desarme, en el control de armamento y en un renovado tratado START [de reducción de armas nucleares estratégicas].

Ya no quedan muchos tratados entre los dos países que podrían regular el desarme o el control de armamento, después de que se anulara el tratado INF sobre misiles de medio y corto alcance. ¿Qué sería necesario hacer ahora?

Beatrice Fihn es la directora de la Campaña Internacional para la Abolición de Armas Nucleares (ICAN), con sede en Ginebra.Imagen: Bernd Riegert/DW

El 1 de enero de este año entró en vigor el tratado global de las Naciones Unidas para la prohibición de posesión, desarrollo y estacionamiento de armamento nuclear. Pero ni EE. UU. ni Rusia forma parte aún de ese tratado. Espero que ambos países tomen eso como un impulso para llevar a cabo lo que quiere el resto del mundo: una reducción de las armas nucleares. Eso comienza con que los dos países reduzcan sus arsenales y rebajen la importancia de esas armas en sus doctrinas militares.

¿Cree que el gobierno de Joe Biden se comprometerá verdaderamente con eso?

Pienso que existe esa voluntad. Inmediatamente después de que Joe Biden asumió la presidencia de Estados Unidos, prolongó la duración del tratado New START sobre armamento intercontinental. Fue muy positivo que lo haya hecho tan rápidamente. Eso significa que ambas partes tienen ahora cuatro años para volver a negociar un nuevo tratado. No necesitamos una prolongación del statu quo que podría dejarnos atrapados en una situación muy peligrosa. Lo que necesitamos es una mayor reducción, porque es mucho lo que hay en juego. La seguridad mundial está en juego. Espero que ambos mandatarios se pongan de acuerdo, no para cerrar acuerdos concretos hoy mismo, sino para determinar el rumbo para los próximos cuatro años. El nuevo tratado START, que se firmó en 2010, habrá terminado en ese lapso. Se cerró con el fin de una reducción del armamento nuclear, lo que no fructificó. Es decir, que ahora estamos viviendo con tiempo prestado. Ahora hay que darse prisa, ya que nadie sabe lo que vendrá después de Putin o después de Biden. Necesitamos un tratado de desarme ahora, para disminuir ese riesgo.

¿Cómo se ve eso desde el lado ruso? ¿Qué incentivo tendría Vladimir Putin para comprometerse con el desarme nuclear?

La actual carrera de armamentos nucleares es extremadamente peligrosa. Cualquier uso de armas nucleares tendría consecuencias humanitarias catastróficas. Rusia no tiene capacidad para lidiar con las secuelas de una guerra nuclear. No existe ningún sistema de salud en el mundo que pueda manejar tal desastre. Más armas nucleares solo aumentarán la incertidumbre. Por eso Rusia también tiene el incentivo de reducir el armamento nuclear y crear un mundo más seguro.

¿No deberían ambos presidentes preocuparse también por otras potencias nucleares? Otros países, como Corea del Norte, China, India, Pakistán, Israel e Irán aspiran a tener armamento nuclear o ya lo tienen.

Estamos observando una tendencia muy preocupante. China, y también Gran Bretaña, aumentaron el número de sus ojivas nucleares en un 40 por ciento. Sin embargo, sigue vigente que Rusia y Estados Unidos poseen el 90 por ciento del arsenal mundial. Es por eso que deben asumir el liderazgo. Si ellos quieren que otros participen en la mesa de negociaciones, tienen que ser ellos quienes empiecen.

Beatrice Fihn es una jurista sueca de 39 años y es la directora de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN), que se ocupa de promover el desarme nuclear y movilizar a la sociedad en todo el mundo para lograrlo. Fue ella quien recibió el Premio Nobel de la Paz en 2017 para la ICAN.

(cp/ers)

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