Estadounidense liberado por Pyongyang llegó a EE.UU.
14 de junio de 2017
Otto Warmbier se encuentra en el centro médico de la Universidad de Cincinnati recibiendo tratamiento de emergencia.
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El estudiante estadounidense que cayó en coma mientras estaba encarcelado en un centro de trabajos forzados en Corea del Norte ya se encuentra en Estados Unidos, después que fuera liberado por el régimen de Kim Jong-un. Así lo informaron medios estadounidenses. El avión militar que trasladó a Otto Warmbier aterrizó en su ciudad natal, Cincinnati, poco antes de las 10.20 de la mañana (hora local).
La liberación de Warmbier, 18 meses después de una sentencia de 15 años, ocurrió cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, invitó al nuevo líder de Corea del Sur, Moon Jae-In, a conversar sobre el escalonamiento del conflicto nuclear. El secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo ese mismo día habían asegurado la liberación del joven de 22 años y está presionando a Corea del Norte para que libere a otros tres estadounidenses.
Los padres de Warmbier, Fred y Cindy fueron quienes anunciaron su liberación en una declaración a CNN este martes (13.06.2017). "Lamentablemente está en coma y nos han dicho que ha estado en esa condición desde marzo de 2016”, señalaron.
Al llegar al Aeropuerto de Cincinnati, Warmbier fue trasladado a una ambulancia al Centro Médico de la Universidad de Cincinnati para recibir tratamiento urgente. A los padres de Warmbier se les dijo que su hijo había contraído botulismo y se le dio una pastilla para dormir poco después de su juicio en marzo del año pasado, después de lo cual nunca volvió a despertar.
Estados Unidos habían acusado a Corea del Norte de usar a Warmbier como una moneda de cambio en temas políticos, condenando la sentencia desproporcionada al delito de sacar una bandera de un hotel.
La liberación se produjo en medio de la tensión existente entre Washington y Pyongyang después de una serie de pruebas de misiles por parte de Corea del Norte.
MN (ap,afp)
Así se vive en Corea del Norte (II)
Les presentamos la segunda parte de las fotografías obtenidas por DW durante su visita a Pyongyang. Salimos a la calle junto al acompañante que nos puso el Estado y esto fue lo que vimos.
Imagen: DW/A. Foncillas
"Internet" a precio de medio helado
Centro de divulgación científica abierto recientemente en Pyongyang. La población puede acudir para disfrutar con juegos de ordenador o conectarse a internet “por la mitad del precio de un helado”, dice la guía. Internet es de hecho una limitada intranet interna sin acceso a páginas del exterior.
Imagen: DW/A. Foncillas
Minifaldas y botas
Los uniformes son ubicuos en el país. Los encargados de controlar el tráfico son en su mayoría mujeres jóvenes vestidas con minifaldas y botas.
Imagen: DW/A. Foncillas
Esperando el desfile
El Ejército norcoreano cuenta con 1,2 millones de soldados sobre una población total de 25 millones. Hacia el estamento militar se dirige el grueso de los escasos recursos del país. En la foto esperan el inicio del desfile militar por el Día del Sol en honor del fundador del país, Kim Il-sung.
Imagen: DW/A. Foncillas
Sonrisa y música
Niñas aprendiendo música en una academia. Este tipo de escuelas son comunes en Corea del Norte, donde se valora especialmente el talento en disciplinas artísticas y deportivas.
Imagen: DW/A. Foncillas
Lujo subterráneo
El metro de Pyongyang es el más profundo del mundo y serviría de refugio en caso de ataque. El lujo de la estación contrasta con los trenes avejentados. Los usuarios pueden aprovechar la espera informándose sobre el último misil lanzado.
Imagen: DW/A. Foncillas
Desfile ante la modernidad
La arquitectura de Pyongyang es tan característica como sorprendente. Los nuevos edificios son octogonales, ovalados o de cualquier otra delirante forma. También se asemejan a un libro invertido si allí vivirán los académicos o a algo parecido a un enchufe si se destinarán a los científicos.
Imagen: DW/A. Foncillas
Fútbol y muchas calorías
Niños jugando fútbol en un colegio de huérfanos en la capital. Los responsables prometen que ingieren 3.500 calorías diarias, más de las que necesita un deportista de élite en cualquier país el mundo.
Imagen: DW/A. Foncillas
Propaganda por doquier
Los carteles propagandísticos son habituales en las calles de Pyongyang. Hablan de la fortaleza del Ejército, de la necesidad de una patria unida contra el enemigo externo, de los trabajadores como base de un sistema ideológico que solo existe acá: el juche.
Imagen: DW/A. Foncillas
Paso firme, condecoraciones y fusiles
Los desfiles militares son actividades muy recurrentes en el calendario norcoreano. El objetivo del Gobierno es mostrar a sus fuerzas armadas bien equipadas, entrenadas y actuando con marcialidad coreográfica. Y el resultado suele ser, a lo menos, sorprendente.