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CriminalidadFrancia

Estas son las piezas que se llevaron en el robo del Louvre

20 de octubre de 2025

En solo siete minutos, Francia perdió parte de su historia: ocho joyas imperiales fueron robadas del Louvre, en el primer asalto al museo desde 1998.

Las vitrinas de la Galería de Apolo fueron destrozadas con motosierras pequeñas durante los siete minutos que duró el asalto al museo.
Las vitrinas de la Galería de Apolo fueron destrozadas con motosierras pequeñas durante los siete minutos que duró el asalto al museo.Imagen: Aurelien Morissard/IP3press/IMAGO

Un robo en el Louvre ha privado a Francia de ocho joyas históricas de valor excepcional. En solo siete minutos, un grupo organizado de ladrones sustrajo piezas patrimoniales irreemplazables, intensificando las preocupaciones sobre la seguridad en los museos nacionales.

Robo en el Louvre: siete minutos que conmocionaron a Francia

El atraco ocurrió este domingo (19.10.2025) a las 9:30 horas, durante el horario de apertura al público. Los asaltantes, con rostros cubiertos, utilizaron motosierras pequeñas para romper las vitrinas de la Galería de Apolo –donde se exhibe parte de la colección de joyas de la corona francesa– y escaparon en motocicletas de alta cilindrada, según reportes de AFP.

El reconocido museo permanecerá cerrado por segundo día consecutivo mientras un equipo de sesenta investigadores policiales trabaja en esclarecer el caso.

La tiara de la emperatriz Eugenia.Imagen: Gerard Cazade/PSNEWZ/SIPA/picture alliance

Joyas de la corona robadas

Entre los tesoros robados figura el collar de esmeraldas de la emperatriz María Luisa, esposa de Napoleón, con 32 esmeraldas y más de 1.100 diamantes. 

También desapareció un conjunto de zafiros del siglo XIX, que incluye una tiara, un collar y un pendiente, piezas que alguna vez lucieron la reina María Amelia y la reina Hortensia. Este collar, según el sitio del museo del Louvre, contiene ocho zafiros de Ceilán y 631 diamantes incrustados en monturas de oro.

La emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III, fue otra de las grandes víctimas históricas del robo. De ella se sustrajeron una tiara con 212 perlas, 1998 diamantes redondos y 992 diamantes talla rosa, un lazo decorativo con más de 2.400 diamantes y un broche relicario del siglo XIX, cubierto de piedras preciosas, según The New York Times

El lazo decorativo de la emperatriz Eugenia, una obra maestra del siglo XIX con más de 2.400 diamantes meticulosamente engarzados.Imagen: Aurelien Morissard/IP3press/IMAGO

Sin embargo, los ladrones no lograron llevarse su corona, una pieza cubierta por más de 1.300 diamantes y 56 esmeraldas, que fue encontrada cerca del lugar de los hechos, aparentemente abandonada durante la huida.

El collar de esmeraldas de la emperatriz María Luisa, adornado con 32 piedras preciosas y más de 1.100 diamantes engarzados en oro.Imagen: Stephane De Sakutin/AFP

Investigación policial y advertencias sobre seguridad en museos

El ministro del Interior, Laurent Nuñez, calificó a los ladrones como "experimentados" y no descartó que se trate de una banda internacional conocida por delitos similares. La fiscalía de París abrió una investigación por robo organizado y conspiración criminal, con el apoyo de una unidad especializada en tráfico ilegal de bienes culturales.

El presidente Emmanuel Macron reaccionó con firmeza, prometiendo que "los autores serán llevados ante la justicia" y que las obras serán recuperadas.

Las autoridades afirman que el botín sería imposible de vender en su estado actual, según declaró Alexandre Giquello, presidente de la casa de subastas Drouot. Los expertos señalan que los delincuentes suelen fijarse en las joyas porque son más fáciles de desmontar y revender discretamente, a diferencia de las obras de arte que son más reconocibles.

La corona de la emperatriz Eugenia, con sus más de 1.300 diamantes y 56 esmeraldas, fue abandonada por los ladrones durante su huida precipitada, convirtiéndose en el único tesoro imperial recuperado tras el asalto al Louvre.Imagen: Jim Hollander/IMAGO

Más allá del valor económico –algunas piezas superan los 30 millones de dólares en subastas históricas, como la corona de Eugenia vendida en 1988, y posteriormente donada al Louvre–, el robo representa un golpe simbólico para la imagen de Francia. "Lo que es seguro es que hemos fallado", admitió el ministro de Justicia Gérald Darmanin en France Inter, para quien este hecho proyecta "una imagen muy negativa" del país.

Este es el primer robo al Louvre desde 1998. Y aunque no supera en fama al célebre hurto de la Mona Lisa en 1911, sí reaviva una pregunta incómoda: ¿son los museos franceses un blanco fácil? El mes pasado, ladrones ya habían robado oro del Museo de Historia Natural y porcelana de alto valor en Limoges, con pérdidas de varios millones de dólares.

Editado por Felipe Espinosa Wang con información de AFP, artnet, Le Figaro y The New York Times.

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