Un grupo de investigadores británico-egipcio ha dado a conocer la reconstrucción digital más detallada del rostro del reconocido faraón egipcio Ramsés II, quien reinó el Antiguo Egipto durante 66 años, entre el 1279 a. C y el 1213 a. C.

La momia del faraón Ramsés II, descubierta en 1881 en Luxor -sur de Egipto-, es una de las mejores conservadas y actualmente se encuentra en el Museo Nacional de la Civilización Egipcia en El Cairo. 

Similar a las investigaciones criminales

Los antropólogos y médicos forenses combinaron datos históricos con tomografías computarizadas 3D de los restos momificados del faraón y recrearon su rostro con el mismo software usado para reconstrucciones faciales de investigaciones criminales.

De esta forma, obtuvieron como resultado un rostro que revela rasgos faciales de una nariz ancha y aguileña, una cara alargada, la mandíbula cuadrada, los ojos relativamente juntos o una boca ancha con un labio superior más delgado.

Reconstrucción en 3D de viejo y de adulto

A más de 3.200 años de su muerte, los científicos reconstruyeron dos versiones: una como adulto mayor, con arrugas y con menos cabello -se cree que murió a los 92 años-; y otra rejuvenecido, como un adulto de unos 45 años con un poco más de cabello. Para esta última versión se usó una técnica de "regresión de edad tridimensional".

Caroline Wilkinson, antropóloga forense y directora de Face Lab de la Universidad John Moores de Liverpool (Reino Unido), dijo a LiveScience que llevaron a cabo un "proceso de regresión de edad tridimensional para eliminar algunos signos del envejecimiento con el fin de representarlo en su mediana edad, en la cima de su poder".

"Dar vida al rostro de Ramsés en su vejez y de joven recuerda al mundo su condición de leyenda", declaró a la revista radiológica Aunt Minnie Europe la líder del proyecto, Sahar Saleem, profesora de radiología de la Universidad de El Cairo.

El color rojo en su cabello

Otro de los factores destacados en la nueva recreación facial del faraón son las puntas rojas que posee en su cabello y el tono de su piel. En el Antiguo Egipto, el cabello rojo era calificado como un rasgo divino, temido y respetado.

No está claro si el faraón imponía su liderazgo por tener cabello rojo, pero lo cierto es que el color del cabello de la reconstrucción fue basado en la evidencia de estudios microscópicos de los mechones de Ramsés II y de otras momias similares.

El equipo de investigación antropológico-forense se encuentra ahora trabajando con técnicas similares en la reconstrucción del rostro del rey Tutankamón.

Editado por José Ignacio Urrejola