El periódico británico Financial Times escribe sobre las dificultades políticas del primer ministro Tony Blair en relación con el caso Kelly y la guerra de Irak: "Para Tony Blair comienzan las perores semanas de todo su periodo gubernamental. El martes se votará en la Cámara Baja sobre cuotas universitarias. El miércoles el juez Lord Brian Hutton dictará sentencia en el caso del suicidio del experto en armas David Kelly. Hasta cierta medida el informe de Hutton es la principal amenaza para Blair, pues no sabe que es lo que le espera.

Muchos de los diputados laboristas están molestos por el hecho de que Blair se haya concentrado en la modernización del servicio público según las leyes del mercado. Los críticos de Blair se unen a aquellos que no pueden perdonar que haya apoyado incondicionalmente en la guerra contra Irak, a un presidente estadounidense republicano y de marcada tendencia derecha."

Señales de deterioro

El periódico noruego Aftenposten también escribe sobre la caída de popularidad del primer ministro Tony Blair: "Después de 7 años de gobierno, en los últimos meses se nota cierto deterioro político en el primer ministro británico Tony Blair. Las señales de desgaste se vuelven cada vez más evidentes. Resulta difícil afirmar que su papel conjunto con el presidente estadounidense George W. Bush, de señor de la guerra, sea una de las principales causas de la creciente desconfianza. Los continuos debates en torno a lo que Blair sabía sobre el arsenal de Saddam podrían ser un facto importante, después de que no se encontraran armamentos de destrucción masiva y de que el suicido del experto en armas, David Kelly, echara sombras sobre el gobierno. No en última instancia la enorme lealtad mostrada por Blair al presidente estadounidense Bush le ha costado un alto precio en el ámbito político interno."

Puras mentiras

El periódico francés La Croix dedica su comentario a la dimisión del estadounidense David Kay, encargado por Washington a la búsqueda de armamento de exterminio masivo en Irak: "De todas las armas de extermino masivo que impulsaron la guerra contra Irak hay una que ha sido olvidada: la mentira. Y aún así... la dimisión de David Kay, que por encargo del gobierno estadounidense encabezaba una misión de 1.400 especialistas que debían descubrir las armas, alimenta las dudas sobre la existencia de este presunto arsenal. Todo se viene abajo, como una casa de naipes chueca. Pero a pesar de todo hay que seguir; este es el lema de los responsables políticos en Estados Unidos y Gran Bretaña, que siguen haciendo como si hubiera arsenales por descubrir en Irak."