Hoy en México cualquiera se siente con licencia para matar a un periodista. Este es un mensaje en una botella lanzada al mar. Tal vez nadie lo vea, pero ojalá alguien lo haga. Es un SOS por todos mis colegas en México.
Publicidad
El 11 de febrero pasado el periodista Heber López Vásquez, al salir de su programa de radio en Salina Cruz, Oaxaca, fue acribillado por dos personas. Uno de ellos, dijeron las autoridades, es hermano de un exfuncionario gubernamental. Así, Heber se convirtió en el quinto periodista asesinado en México durante las cinco primeras semanas del año. Uno a la semana.
Cuando leí la noticia fue como recibir en cámara lenta un golpe de puño en el estómago, de esos que te hacen flexionar las rodillas y tambalear. Pienso que cientos de periodistas de a pie en México, que hacemos investigaciones de campo, que estamos muy lejos de las esferas del poder y los núcleos de interés se habrán sentido igual.
José Luis Gamboa Arenas, director del medio digital Inforegio, fue acuchillado en Veracruz a mediados de enero. Fue el primero. Luego siguió Margarito Martínez, fotoperiodista freelance, quien fue acribillado en Tijuana. A los pocos días la colega Lourdes Maldonado, también periodista de Tijuana, fue ultimada a balazos afuera de su casa. Según el gobierno, el asesino material fue un muchacho de 18 años, pero hasta ahora no se indica el móvil, solo se sabe que no fue un robo. Lourdes había denunciado a un militante e importante político del partido oficial Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Jaime Bonilla, y dijo temer por su vida. Roberto Toledo, comunicador y analista en Michoacán fue el cuarto. Y ahora Heber. ¿Quién sigue?
¿Qué está pasando?, me pregunté con un escalofrío que aún me recorre el cuerpo.
La violencia contra los periodistas en México ha pasado por muchos momentos trágicos, particularmente desde el año 2000. Nos convertimos en el país más peligroso para ejercer el periodismo. Desde entonces han sido asesinados más de 160 periodistas en México, 53 en los tres años del gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador. La situación que se vive en México contra trabajadores de medios de comunicación es peor que nunca. Se siente, se respira en el ambiente.
Guerra fratricida
Desde hace 20 años México vive una guerra abierta, pública a los ojos del mundo, que ha costado decenas de miles de muertos, decenas de miles de desaparecidos, dejando a su paso al menos un millón de víctimas directas y colaterales.
Esta guerra es fratricida, la protagonizan mexicanos contra mexicanos que son engranajes del sistema criminal hasta ahora intocable que controla el país, no importando las supuestas alternancias en el gobierno que comenzaron en el 2000 con la llegada del primer presidente de un partido que no era del Partido Revolucionario Institucional, el partido hegemónico que gobernaba México desde la época post revolucionaria.
De una y otra forma, hasta hoy en día, los partidos políticos, la clase empresarial privilegiada y hasta las organizaciones criminales giran en torno a concepciones antidemocráticas que impuso el PRI durante las décadas que estuvo en el poder en México.
Lo que hoy se autodenomina Cuarta Transformación, encabezada por el presidente que se asume de izquierda, Andrés Manuel López Obrador, tiene justamente en ese sistema antidemocrático uno de sus peores lastres, el ancla que no le permite efectuar una verdadera, profunda y auténtica ruptura con el sistema que impera en México. Hasta ahora de fondo no parece tener un interés profundo en romper con él, sino que parece más bien querer hacer que ese mismo sistema marchito, corrupto, infame, trabaje a su favor.
En esa guerra fratricida estamos atrapados el resto: ciudadanos que no formamos parte de ninguno de esos grupos, entre ellos cientos de periodistas y comunicadores independientes en el pasado e independientes ahora.
Choque de trenes en México
Es claro que existe una estrategia terrorista contra periodistas y comunicadores para infundirnos miedo, zozobra, inseguridad. Para obligarnos a informar o a callar lo que convenga a los grupos de poder que forman parte del sistema criminal, político y económico que persiste en México.
Esos grupos de poder en disputa, sus comparsas e imitadores, en su conjunto son el asesino serial de periodistas. El Estado mexicano es partícipe con su complicidad y con la impunidad con la que protege esos homicidios y la intimidación.
Quienes mueven los hilos de esta infame estrategia terrorista son muchos. Y es importante tener claridad de la complejidad del momento, porque no todo es lo que parece. Por la superficie parece correr un sinuoso y ruidoso río de caos, pero lo que más debe preocupar es lo que ocurre en el subsuelo, el gigantesco caudal de intereses que corre bajo nuestros pies y que busca ganar a toda costa la guerra de intereses en la que los ciudadanos hemos quedado en el fuego cruzado.
Lo que ocurre en México es un choque de trenes entre los grupos del sistema criminal, sistema de control político y económico. No es un choque entre buenos y malos, no es una confrontación entre quienes quieren más justicia y un mejor país y quienes no lo quieren. El choque es en realidad entre dos modelos de cómo mantener el caos.
En esos dos modelos el resultado es igual: menos país, menos democracia, menos poder ciudadano y menos rendición de cuentas. Más concentración del poder en pocas manos, más demagogia, más simulación, más pobres dependientes de las dádivas del gobierno y menos ricos que se vuelven más ricos. Más zonas del país bajo el control de grupos criminales que reemplazan al gobierno con su anuencia y/o abierta tolerancia.
Por un lado están los partidos políticos y sus intereses (legales y no legales) que se quedaron fuera de la fiesta con la llegada de AMLO a la presidencia en 2018, PRI, PAN, PRD y sus correspondientes aliados. Estos intereses golpean constantemente al gobierno en turno, con razón y sin razón.
Por otro lado está AMLO, Morena y los partidos aliados que están en la fiesta, que no entendieron el voto ciudadano del 2018 y que están repitiendo de distintas formas las mismas prácticas de obscenidad política y partidista; prácticas de corrupción, conflictos de interés y complicidad con grupos y/o miembros y/o asociados del crimen organizado.
La polarización en México es acelerada y alimentada con la imprudente gasolina verbal del presidente López Obrador, que hace más grande el problema.
Cuando AMLO dice públicamente que los periodistas, que los comunicadores, que la sociedad entera debe definirse por un bando y otro, lo que llama "neoliberales y conservadores” y él, está convocando masivamente a que, como si fuese un partido de futbol, los aficionados (ciudadanos) deben golpearse, insultarse o exterminarse en las tribunas a favor de un extremo u otro.
¿Pero dónde quedamos los ciudadanos que no formamos parte ni de una corriente ni de otra? ¿Dónde quedamos los ciudadanos que queremos parar esta guerra fratricida? ¿Cuál es nuestro espacio en el país? ¿Cómo podemos distinguir entre estos discursos manipulados por intereses y la verdad?
Publicidad
Eliminar a los periodistas y comunicadores
El poder de penetración de las redes sociales y su capacidad de anonimato, son instrumento de guerra para ambos trenes en choque. En los últimos años estas redes han mostrado su poder para bien o para mal: la llamada Primavera Árabe (2010-2012) o el ataque contra el Capitolio en Washington DC (2021).
Lo que se ve en México son corrientes impulsadas por los dos bloques principales que se disputan la organización del caos, que buscan acaparar el debate público. Las corrientes de mensajes corren en caudales a cielo abierto y subterráneos, por llamarlo de algún modo. Es decir, también circulan en otras plataformas masivas de comunicación no de manera natural, sino sembrada, manipulada.
Es ahí donde viene el papel fundamental de periodistas y comunicadores independientes, cientos que estamos fuera de dichas corrientes, quienes despreciamos el reparto del botín de un grupo u otro en el poder. Aquellos que confiamos en que la verdad, la justicia y la rendición de cuentas es la única forma de construir una verdadera posibilidad de democracia.
Y en este sentido la información independiente, al servicio del ciudadano, sin importar sus filias o fobias, es crucial para hacer contrapeso a ese intento de manipulación de la opinión pública y su conciencia.
En una situación tan grave como la que ocurre en México solo la información puede empoderar a los ciudadanos y entender el juego de gatopardismo de unos y otros: que todo cambie para ser igual.
En ese contexto los periodistas y comunicadores independientes somos enemigos de unos y otros, quedamos entre dos fuegos como los demás ciudadanos que en su mayoría están fuera de la disputa del poder.
Pero la situación de los periodistas y comunicadores en México es aún más sensible. Si no cumplimos con nuestro deber de servir a los ciudadanos proveyendo información puntual, veraz, y oportuna, los ciudadanos no pueden tener los elementos para entender el juego perverso y pueden caer en los engaños de uno y otro grupo.
Por eso la campaña terrorista contra los periodistas, particularmente agravada en esta época de polarización extrema. Por eso nos han convertido en un "blanco de tiro” contra el que disparan los grupos de interés que no quieren que las cosas cambien.
Sí, es verdad, cómo negarlo. AMLO contribuye a esta campaña terrorista. En sus conferencias de prensa matutinas cuestiona más a los periodistas y comunicadores que a los propios integrantes de los carteles de la droga o delincuencia organizada. Nos pone como si fuéramos sus enemigos. Ataca, descalifica, humilla, insulta. No hay nada que justifique esto.
Pero no es solo él quien lo hace, es evidente que el otro extremo que le está disputando el poder a AMLO también genera una manipulación en redes sociales y otras vías masivas de comunicación para propagar insultos y críticas contra periodistas y comunicadores.
Gracias a la exacerbación de ánimos del presidente y a la polarización, hoy cualquiera se siente con licencia para matar, insultar, degradar, difamar y desacreditar a cualquier comunicador y periodista. Se sienten con ese permiso desde las grandes piezas del engranaje de ese sistema de intereses, hasta las rémoras que de una u otra manera son beneficiados con que en México continúe el caos y la simulación de la democracia.
El ecosistema en que los periodistas independientes en México hacemos nuestro trabajo es más peligroso que nunca. Nos atacan unos y otros porque no formamos parte de sus grupos de interés, nunca hemos formado y no queremos formar. No somos de ninguna élite. Somos soldados que defendemos el derecho humano de las personas a estar informadas. Un derecho protegido por el Artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Hemos hecho periodismo independiente desde hace décadas. Hemos llamado a cuentas al poder, sea el partido que sea, se llame como se llame el personaje que lo ostente, no ahora sino desde siempre. Hemos puesto el dedo en la llaga, no estamos ahí en la tribuna de un equipo y otro, no somos inquisidores ni aplaudidores, estamos buscando desde nuestro humilde papel de periodistas y comunicadores contribuir a la democracia empoderando a los ciudadanos con información veraz.
En octubre pasado redacté conmovida un artículo sobre los periodistas María Ressa y Dmitry Muratov, de Filipinas y Rusia, quienes fueron condecorados meritoriamente con el Premio Nobel de la Paz. Escribí: "Luchar por la verdad y el derecho a la información es luchar por la paz”. En México esta lucha nos está costando la vida.
Este texto es un mensaje metido en una botella lanzada al mar. Tal vez nadie lo vea, pero ojalá alguien lo haga, lo abra y lo lea. Es un SOS por todos mis colegas en México. (dz)
Periodistas asesinados en México entre diciembre de 2018 y julio de 2023
En Venezuela, Brasil y Nicaragua se viola cada vez más la libertad de prensa, pero México sigue siendo el país más mortífero para los periodistas: más de 30 han sido asesinados desde el 1 de diciembre de 2018.
Imagen: Daniel Cardenas/AA/picture alliance
Nelson Matus Peña († 15 de julio de 2023)
Nelson Matus Peña, director de la página de noticias Lo Real de Guerrero, fue asesinado a balazos el 15 de julio 2023 en la ciudad turística de Acapulco, en la costa del Pacífico mexicano. Tenía 15 años de experiencia como periodista y estaba especializado en la cobertura de información sobre violencia, comentó a la AFP Balbina Flores, delegada en México de Reporteros Sin Fronteras.
Imagen: Franciso Robles/AFP via Getty Images
Luis Martín Sánchez Iñíguez († 5 de julio de 2023)
Luis Martín Sánchez Iñíguez, corresponsal del periódico La Jornada en el estado de Nayarit, fue hallado el sábado, 7 de julio, sin vida en el poblado de Huachines, en el municipio de Tepic. Sánchez Iñíguez, de 59 años, se encontraba desaparecido desde el miércoles 5 de julio. De acuerdo con la organización Artículo 19, un total de 157 periodistas han sido asesinados en México desde 2000.
Imagen: La Jornada/AFP
Marco Aurelio Ramírez Hernández († 23 de mayo de 2023)
El 23 de mayo, el periodista y exfuncionario municipal Marco Aurelio Ramírez Hernández fue asesinado a tiros en la ciudad de Tehuacán, estado de Puebla, centro de México. Ramírez Hernández, de 69 años de edad, fue atacado a tiros mientras viajaba en su automóvil tras haber dejado su domicilio, cuando hombres armados le dispararon en varias ocasiones, provocando su muerte.
Imagen: ALFREDO ESTRELLA/AFP via Getty Images
Fredid Román († 23 de agosto de 2022)
El periodista y columnista mexicano Fredid Román fue asesinado en Chipancingo, capital del estado de Guerrero, en el sur del país. El crimen es el decimoquinto asesinato ocurrido en México contra periodistas en lo que va de 2022. Román fue atacado a tiros cuando estaba en su automóvil. Fue fundador del extinto diario impreso La Realidad, y actualmente escribía la columna La Realidad Escrita.
Imagen: Jesus Guerrero/AFP/Getty Images
Juan Arjón López († agosto de 2022)
El cuerpo del periodista Juan Arjón López, quien trabajaba como reportero independiente en la ciudad de San Luis Río Colorado, fue encontrado sin vida, según informó la Fiscalía General de Justicia del estado de Sonora (16.08.22). El periodista se encontraba desaparecido desde hacía una semana. Se trata del 14° asesinato de un periodista registrado en México en 2022.
Imagen: Pedro Pardo/AFP/Getty Images
Ernesto Méndez († 2 de agosto de 2022)
Un comando armado mató al periodista mexicano Ernesto Méndez en el estado de Guanajuato, hecho que representa el décimotercer asesinato de un comunicador en México en este año, según informó la asociación Artículo 19. La organización internacional precisó que el director del medio "Tu Voz" ya "tenía antecedentes de amenazas", por lo que se pidió a la Fiscalía especializada investigar el caso.
Imagen: article19mex/Twitter
Antonio de la Cruz († 29 de junio de 2022)
El periodista Antonio de la Cruz murió en un atentado en el que resultaron heridas su esposa e hija, con lo que suman 12 los reporteros asesinados este año en el país.
De la Cruz, periodista del diario regional Expreso, fue atacado en la mañana cuando salía de su casa en Ciudad Victoria, en el estado de Tamaulipas.
Imagen: REUTERS
Yessenia Mollinedo Falconi († 9 de mayo de 2022)
Yessenia Mollinedo Falconi, directora del portal de noticias El Veraz de Veracruz fue asesinada en un estacionamiento junto con la periodista Sheila Johana García Olivera. Con estas dos periodistas son once los asesinados en México en lo que va de año, según informa la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Sheila Johana García Olivera († 9 de mayo de 2022)
Sheila Johana García Olivera, camarógrafa del portal El Veraz de Veracruz fue asesinada en un estacionamiento junto con la periodista Yessenia Mollinedo Falconi. Con estas dos periodistas son once los asesinados en México en lo que va de año, según informa la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Imagen: Artur Widak/NurPhoto/picture alliance
Luis Enrique Ramírez Ramos († 4 de mayo de 2022)
El periodista mexicano Luis Enrique Ramírez Ramos, de 59 años, fue asesinado en el estado de Sinaloa (noroeste), convirtiéndose en el noveno comunicador que muere violentamente en el país en lo que va de 2022, informaron este jueves la Fiscalía y Reporteros Sin Fronteras. Ramírez era articulista del diario local El Debate y fundó el sitio de noticias Fuentes Fidedignas.
Imagen: Fuentes Fidedignas/REUTERS
Armando Linares († 15 de marzo de 2022)
El periodista Armando Linares, director del portal Monitor Michoacán, fue asesinado en el oeste de México, convirtiéndose así en el octavo comunicador víctima de homicidio en el país en lo que va de 2022. La fiscalía del estado de Michoacán confirmó el homicidio, ocurrido en un domicilio del municipio de Zitácuaro. El comunicador tenía impactos de arma de fuego.
Imagen: RSF_esp/twitter
Juan Carlos Muñiz († 4 de marzo de 2022)
El reportero Juan Carlos Muñiz, del medio Testigo Minero, fue asesinado a balazos el 4 de marzo en el municipio de Fresnillo, en el norteño estado mexicano de Zacatecas. Zacatecas es actualmente uno de los estados más golpeados por la violencia del narcotráfico en México, debido a una guerra entre los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, según autoridades y analistas.
Imagen: ZonaDocs/twitter
Jorge Camero († 24 de febrero de 2022)
Camero, quien dirigía el portal de noticias "El Informativo”, recibió varios disparos con un arma de fuego el jueves 24.02.2022, cuando se encontraba dentro de un gimnasio en la colonia Libertad del municipio Empalme, en el estado norteño de Sonora, anunció la Fiscalía General estatal. En el lugar se recolectaron ocho casquillos de bala calibre 9 milímetros. (24.02.2022).
Imagen: facebook.com/jorge.camerozazueta
Heber López Vázquez ( † 10 de febrero de 2022)
Heber López Vázquez, de 39 años, dirigía el sitio "Noticias Web" cuando fue baleado el 10 de febrero 2022, al salir de un estudio de grabación en la localidad de Salina Cruz, Oaxaca. Ya suman cinco los periodistas asesinados en 2022 en México, según registran medios y organizaciones defensoras de la libertad de prensa. Heber López cubría noticias sobre corrupción y había recibido amenazas en 2019.
Imagen: REUTERS
Roberto Toledo ( † 31 de enero de 2022)
El periodista Roberto Toledo, de 55 años, fue asesinado a balazos en el municipio de Zitácuaro, en el occidental estado mexicano de Michoacán. Toledo trabajaba para el medio Monitor Michoacán. El periodista fue atacado por tres sujetos armados en el estacionamiento del edificio donde se ubica Monitor Michoacán.
Imagen: Raquel Natalicchio/ZUMA/picture alliance
Lourdes Maldonado ( † 23 de enero de 2022)
Menos de una semana después de que un fotógrafo fuera asesinado en Tijuana, fue asesinada a balazos en esa misma ciudad la reportera Lourdes Maldonado, quien había denunciado amenazas ante el presidente. Tres día después, miles de periodistas de todos los estados de México se manifestaron para exigir justicia por los recientes asesinatos a informadores y para que se ponga fin de la violencia.
Imagen: Daniel Cardenas/AA/picture alliance
Margarito Martínez Esquivel ( † 17 de enero de 2022)
El fotoperiodista Margarito Martínez Esquivel, quien colaboraba para distintos medios locales impresos y digitales en Tijuana, fue asesinado a balazos a las afueras de su casa. Margarito Martínez Esquivel trabajaba como reportero gráfico para portales como Semanario Zeta, Cadena Noticias, Pulso Ciudadano, La Jornada Baja California y Punto Norte, entre otros.
Imagen: Sergio Maldonado/REUTERS
José Luis Gamboa Arenas ( † 10 de enero de 2022)
José Gamboa Arenas era director del medio digital Inforegio, y en su trabajo también daba difusión a problemas de inseguridad y temas políticos. Fue asesinado en un supuesto asalto en el Puerto de Veracruz, el 10 de enero de 2022.
Imagen: Colourbox
Alfredo Cardoso Echeverría ( † 31 de octubre de 2021)
El periodista Alfredo Cardoso, director de la revista Dos Costas, de la ciudad de Acapulco, falleció el domingo 31.01.2021 tras haber sido atacado a tiros el viernes anterior. Cardoso había sido secuestrado en la noche del jueves por sujetos encapuchados, quienes irrumpieron en su domicilio. Su familia había recibido amenazas, según detalló la organización Reporteros sin Fronteras.
Imagen: Manuel Velasquez/AA/picture alliance
Fredy López Arévalo ( † 29 de octubre de 2021)
En San Cristóbal de las Casas (foto) fue asesinado de un disparo el periodista mexicano Fredy López Arévalo, en la puerta de su vivienda, cuando salía de una celebración familiar. López Arévalo era editor de la revista Jovel y había pasado por diversos medios, includio El Universal, para el que fue corresponsal en Guatemala en la década de 1990.
Imagen: Reuters/E.Garrido
Jacinto Romero ( † 19 de agosto de 2021)
Jacinto Romero Flores, de 60 años, trabajaba para Oriestereo FM, estación en la que conducía un programa. Se encontraba en la comunidad de Potrerillo, en el municipio de Ixtaczoquitlán, cuando fue atacado. Según la oficina en México de la organización defensora de la libertad de expresión Reporteros sin Fronteras (RSF), el comunicador había denunciado que recibió amenazas en fecha reciente.
Imagen: Felix Marquez/AP/picture alliance
Cuatro asesinados más en pocos meses
La Sociedad Interamericana de Prensa condenó en una resolución del 22 de octubre de 2021, durante su 77 Asamblea General, los "impunes" asesinatos de seis periodistas mexicanos, incluidos Jacinto Romero y Benjamín Morales Hernández, ya recogidos en esta galería, a los que se suman a la fecha Ricardo Domínguez López, Abraham Mendoza, Saúl Tijerina Rentería y Gustavo Sánchez Cabrera.
Julio Valdivia trabajaba en el periódico "El Mundo" de Córdoba, Veracruz. Su cuerpo fue encontrado en Tezonapa cerca de su motocicleta. Dos meses más tarde sería asesinado el periodista Israel Vázquez Rangel, en Guanajuato. El 10 de diciembre de 2020 ocurrió lo mismo con Jaime Castaño Zacarías, en Zacatecas, y en mayo de 2021, con Benjamín Morales, de Sonora.
Imagen: Reuters/Diario El Mundo
Pablo Morrugares ( † 2 de agosto de 2020)
Pablo Morrugares es el séptimo periodista asesinado en México en 2020. Morrugares fue asesinado a disparos en Iguala el 2 de agosto. Morrugares es el segundo periodista que muere asesinado este año, a pesar de estar bajo protección federal para periodistas amenazados.“Las autoridades deben poner fin a la impunidad en los ataques contra la prensa", dijo Jan-Albert Hootsen, del CPJ.
Fidel Ávila Gómez ( † 8 de enero de 2020)
Fidel Ávila Gómez era periodista radiofónico y se convirtió en el primer comunicador asesinado mexicano del 2020. Su cuerpo fue encontrado en el interior de su propio vehículo con heridas causadas por proyectiles de armas de fuego. Llevaba desaparecido desde noviembre de 2019.
Imagen: Twitter/@FiscaliaMich
Nevith Condes Jaramillo ( † 24 de agosto de 2019)
El director de un portal informativo del Estado de México, Nevith Condés Jaramillo murió apuñalado en Tejupilco, con lo que ya son 13 los periodistas y comunicadores sociales asesinados en lo que va del año. Condés Jaramillo, de 42 años de edad, era director del portal de noticias Observatorio del Sur de Tejupilco, en el que reportaba sucesos cotidianos de la localidad y denuncias ciudadanas.
Imagen: elobservatoriodelsur.com
Jorge Celestino Ruiz ( † 2 de agosto de 2019)
El reportero Jorge Celestino Ruiz, del diario El Gráfico de Xalapa, fue atacado a tiros en el municipio de Actopan, en la región central del estado de Veracruz, confirmó el alcalde de la ciudad, Paulino Domínguez. "Se trató de un ataque con armas de fuego directo contra él", dijo el alcalde en conversación telefónica.
Imagen: eluniversal.com.mx
Rogelio Barragán ( † 30 de julio de 2019)
"El periodista Rogelio Barragán, director de Guerrero al Instante, fue asesinado. Su cuerpo fue encontrado hace algunas horas, maniatado y con señas de tortura al interior de un vehículo abandonado en el estado de Morelos", informó la Asociación Mexicana de Periodistas Desplazados y Agredidos.
Imagen: red-crucero2.com
Norma Sarabia ( † 11 de junio de 2019)
Norma Sarabia fue asesinada a balazos a la entrada de su vivienda en Huimanguillo, estado de Tabasco. Mientras las autoridades investigaban el móvil del crimen, el director editorial del diario Tabasco Hoy, del que fue corresponsal durante 15 años, dijo a la agencia efe que Sarabia había manifestado varias veces temor por su seguridad. Periódicos como El Universal también informaron del caso.
Francisco Romero († 17 de mayo de 2019)
Francisco Romero fue hallado muerto sobre la avenida 115, afuera del bar Gotta, en la colonia Ejidal, en Playa del Carmen, Quintana Roo. Romero era administrador y director de la página de Facebook “Ocurrió Aquí”, además trabajaba para medios. Uno de sus últimos trabajos fue un reporte sobre una balacera en el bar Cervecería Chapultepec en donde falleció una persona y hubo 11 lesionados.
Imagen: www.sopitas.com
Telésforo Santiago Enríquez († 2 de mayo de 2019)
Telésforo Santiago Enríquez, fundador y presentador de la radio comunitaria 98.7 F. M. "El Cafetal", dirigida a la comunidad indígena de San Agustín Loxicha, en Oaxaca, fue asesinado este 2 de mayo. El periodista recibió múltiples impactos de bala durante una emboscada. En sus programas de radio, el comunicador analizaba y críticaba a funcionarios tanto municipales como del gobierno de Oaxaca.
Imagen: jornada.com
Omar Iván Camacho († 24 de marzo 2019)
El periodista deportivo Omar Iván Camacho fue asesinado, y su cuerpo encontrado bajo un puente en La Escalera, Salvador Alvarado, estado de Sinaloa. Su cuerpo presentaba signos de violencia y huellas de esposas. Iván Camacho fue el segundo periodista asesinado en solo 10 días.
Imagen: efe.com
Santiago Barroso († 15 de marzo 2019)
Santiago Barroso fue asesinado en la puerta de su casa San Luis Colorado, Sonora, la noche del 15 de marzo. Era anfitrión de “Buenos Días San Luis” de 107.1 FM Río Digital y director de Red 653. Fue columnista de Contraseña y profesor en la Universidad de San Luis Río Colorado. El fiscal señaló sus críticas al narcotráfico y personas en la frontera EE.UU.- México, como posible motivo del crimen.
Imagen: efe.com
Reynaldo López Salas († 16 de febrero 2019)
El periodista fue asesinado cuando el vehículo en el que viajaba junto con el exreportero de Televisa Sonora Carlos Cota, fue interceptado y baleado en el Boulevard Francisco Reynaldo Serna en Hermosillo, Sonora. Claudia Indira Contreras, de la Fiscalía de Justicia de Sonora, aseguró que el ataque contra López, el 16 de febrero, fue por "una confusión con un vehículo similar".
Imagen: sinembargo.mx
Jesús Eugenio Ramos Rodríguez († 9 de febrero de 2019)
Jesús Eugenio Ramos Rodríguez fue asesinado a balazos por un sicario en la mañana del 9 de febrero mientras desayunaba en un restaurante con un exalcalde y un exrector universitario. Ramos trabajaba desde hacía cerca de 20 años para la emisora Oye 99.9 FM, en el municipio Emiliano Zapata, del estado de Tabasco (sudeste del país).
Imagen: uniradioinforma.com
Rafael Murúa Manríquez († 20 de enero 2019)
Su cuerpo fue hallado con impactos de bala en una cuneta cerca de Mulegé, Baja California Sur. Desde 2017, según la ONG "Article 19", el reportero recibía "mensajes de un sujeto que le exigía eliminar una nota periodística sobre una persona sentenciada, así como publicar notas en contra de la Secretaría de Marina (Semar)". Murúa había sido incorporado al Mecanismo de Protección de Periodistas.
Imagen: vanguardia.com
Diego García Corona († 6 de diciembre 2018)
Este reportero del Semanario Morelos se convirtió en el 2° periodista en ser asesinado, al cumplirse 6 días de la nueva presidencia. García, de 35 años, fue asesinado en su auto en Ecatepec, estado de México. El vocero de la Presidencia condenó su muerte en Twitter y agregó que "trabajamos en plan de prevención, protección y acceso a la justicia que dé garantías a periodistas".
Imagen: adnpolitico.com
Jesús Alejandro Márquez Jiménez († 1° de diciembre 2018)
Justo el día en que AMLO asumió como presidente, fue asesinado el periodista Jesús Alejandro Márquez Jiménez, fundador del portal Orion Informativo que reportaba sobre casos de corrupción y malversaciones de fondos públicos.