Corea del Norte: estudiante con graves daños cerebrales
16 de junio de 2017
El estudiante estadounidense fue detenido el 2 de enero de 2016 cuando supuestamente intentaba robar un cartel propagandístico en un hotel.
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El estudiante estadounidense Otto Warmbier, de 22 años, liberado el último martes por Corea del Norte, padece daños en todas las partes de su cerebro, afirmaron este jueves (15.06.2017) los médicos. Warmbier sufre una amplia pérdida del tejido cerebral, algo que suele ocurrir como resultado de un paro cardiopulmonar, que interrumpe el suministro de sangre al cerebro por un periodo de tiempo, lo que provoca la muerte de ese tejido, indicó el doctor Daniel Kanter.
Médicos norcoreanos presentaron copias de scaneos cerebrales de abril de 2016 que se ajustarían a la aseveración de que estuvo en coma por más de un año. Corea del Norte sostuvo que lo liberó por "razones humanitarias", sin dar datos específicos de la situación.
El estudiante puede abrir los ojos y parpadear, pero no hay indicios de que entienda el lenguaje o responda a consignas, señaló Kanter. Los médicos declinaron especular qué pudo haber causado el estado en el que se encuentra el joven y dijeron que no discutirán sus perspectivas futuras ni su tratamiento por respeto a su familia.
Los tests no arrojaron evidencia de botulismo, que según los norcoreanos fue lo que Warmbier contrajo antes de que se le diera un somnífero y no despertara, señaló el médico Brandon Foreman. No hubo evidencias de fracturas mayores o daños de tejido blando en el cuello, lo que podría ser evidencia de maltrato. "No contamos con información certera sobre qué le ocurrió a Otto", dijo Foreman.
Warmbier fue detenido el 2 de enero de 2016 cuando supuestamente intentaba robar un cartel propagandístico en un hotel.
CT (dpa, AFP)
Así se vive en Corea del Norte (II)
Les presentamos la segunda parte de las fotografías obtenidas por DW durante su visita a Pyongyang. Salimos a la calle junto al acompañante que nos puso el Estado y esto fue lo que vimos.
Imagen: DW/A. Foncillas
"Internet" a precio de medio helado
Centro de divulgación científica abierto recientemente en Pyongyang. La población puede acudir para disfrutar con juegos de ordenador o conectarse a internet “por la mitad del precio de un helado”, dice la guía. Internet es de hecho una limitada intranet interna sin acceso a páginas del exterior.
Imagen: DW/A. Foncillas
Minifaldas y botas
Los uniformes son ubicuos en el país. Los encargados de controlar el tráfico son en su mayoría mujeres jóvenes vestidas con minifaldas y botas.
Imagen: DW/A. Foncillas
Esperando el desfile
El Ejército norcoreano cuenta con 1,2 millones de soldados sobre una población total de 25 millones. Hacia el estamento militar se dirige el grueso de los escasos recursos del país. En la foto esperan el inicio del desfile militar por el Día del Sol en honor del fundador del país, Kim Il-sung.
Imagen: DW/A. Foncillas
Sonrisa y música
Niñas aprendiendo música en una academia. Este tipo de escuelas son comunes en Corea del Norte, donde se valora especialmente el talento en disciplinas artísticas y deportivas.
Imagen: DW/A. Foncillas
Lujo subterráneo
El metro de Pyongyang es el más profundo del mundo y serviría de refugio en caso de ataque. El lujo de la estación contrasta con los trenes avejentados. Los usuarios pueden aprovechar la espera informándose sobre el último misil lanzado.
Imagen: DW/A. Foncillas
Desfile ante la modernidad
La arquitectura de Pyongyang es tan característica como sorprendente. Los nuevos edificios son octogonales, ovalados o de cualquier otra delirante forma. También se asemejan a un libro invertido si allí vivirán los académicos o a algo parecido a un enchufe si se destinarán a los científicos.
Imagen: DW/A. Foncillas
Fútbol y muchas calorías
Niños jugando fútbol en un colegio de huérfanos en la capital. Los responsables prometen que ingieren 3.500 calorías diarias, más de las que necesita un deportista de élite en cualquier país el mundo.
Imagen: DW/A. Foncillas
Propaganda por doquier
Los carteles propagandísticos son habituales en las calles de Pyongyang. Hablan de la fortaleza del Ejército, de la necesidad de una patria unida contra el enemigo externo, de los trabajadores como base de un sistema ideológico que solo existe acá: el juche.
Imagen: DW/A. Foncillas
Paso firme, condecoraciones y fusiles
Los desfiles militares son actividades muy recurrentes en el calendario norcoreano. El objetivo del Gobierno es mostrar a sus fuerzas armadas bien equipadas, entrenadas y actuando con marcialidad coreográfica. Y el resultado suele ser, a lo menos, sorprendente.