Por una escuela verde
26 de julio de 2016La mayor parte del año el sur de Nevada es cálido y soleado. No es de extrañar, puesto que la región es un desierto. Sin embargo, estudiantes de la Asociación Medioambiental del Instituto Sierra Vista, en el sureste del condado de Clark – a tan solo unas pocas millas de la metrópoli alumbrada de Las Vegas – dicen ya haber notado un calentamiento durante sus cortas vidas.
Motivados, entre otras cosas, por el calentamiento global de nuestro planeta, estos estudiantes se han volcado en el uso de energías renovables como alternativa a los combustibles fósiles, que destruyen el clima. Y lo han difundido a la junta escolar del condado, a los políticos, a sus compañeros e incluso a los estudiantes de primaria.
Para ello, han lanzado un programa de reciclaje para toda la escuela, han plantado un huerto ecológico, y ofrecen charlas a los niños más pequeños sobre energías renovables. "Tratamos de enseñarles cómo ahorrar energía", dice Jesse Yun, quien se ha graduado en 2016. "Queremos plantar la semilla en una generación joven e innovadora, que podría hacer más cambios sociales que nosotros ahora", explica.
Una idea brillante
La primavera pasada, me encontré con alguno de los estudiantes de la Asociación Ecologista, que cuenta con 60 miembros, justo después de anotar una gran victoria al conseguir que las luces de su instituto fueran reemplazadas por ledes (diodos emisores de luz) de bajo consumo.
Durante 2015 tuvieron varias reuniones con proveedores de led. Y con la ayuda de su profesora de ciencias del medio ambiente, Arlene Kam, y del director del centro, John Anzelone, presentaron su propuesta a la junta escolar para su evaluación. La propuesta incluía un balance energético detallado y el ahorro previsto. Los estudiantes también analizaron los beneficios medioambientales del uso de ledes. Kam recuerda que la pasión de los más jóvenes hizo saltar las lágrimas a alguno de los miembros de la junta.
"Creo que la junta escolar aprobó la propuesta porque no venía de los maestros ni de la administración, sino de los propios niños", dice Kam.
En la propuesta de los estudiantes, el proveedor de led paga por adelantado las luces y la instalación. Y, según el cálculo, la cantidad de energía que ahorra el instituto durante 3,8 años salda los costes. Transcurrido ese tiempo, Sierra Vista será propietaria de las luces y lo que ahorre de ahí en adelante, podrá destinarse directamente a la compra de libros o a la contratación de personal nuevo.
"En estos momentos, nuestra factura de la luz asciende a 10.500 dólares (9.555 euros) al mes", dice Anzelone. "Los estudiantes demostraron que el uso de ledes reduciría nuestra factura a 7.000 dólares (6.370 euros) y que los ahorros irían a parar directamente al presupuesto escolar. En un momento en el que estamos sufriendo severos recortes presupuestarios, la introducción de ledes sería esencial para ayudar a la escuela", explica.
El condado de Clark es el quinto distrito escolar más grande del país con 357 escuelas. Pero Sierra Vista será la primera en implantar dicho cambio. El reemplazo de luces ya ha comenzado y debe ser completado a principios del próximo año escolar.
Aun así, a pesar del éxito con los ledes, los estudiantes se encontraron con un enorme obstáculo en su otro gran objetivo: hacer que la escuela se pase a la energía solar.
La política científica se reúne con la ciencia medioambiental
"La instalación de paneles solares en nuestro instituto fue un gran sueño de la profesora Kam", dice Luwam Hailu, miembro de la asociación. "Y dijimos, ¿por qué no llevarlo a cabo?"
Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos y peticiones al consejo escolar durante el año anterior, se dieron cuenta de que la revolución solar en la escuela tendría lugar mucho después de su graduación, si se llegaba a instaurar. Los estudiantes presentaron el ahorro energético a largo plazo, así como los beneficios medioambientales. Sin embargo, esta vez los miembros de la junta escolar no reaccionaron. Consideraron que los paneles solares no serían “rentables” para Sierra Vista, a pesar de que algunas escuelas primarias del condado ya poseen dichos paneles.
Los defensores más apasionados de la energía solar en Sierra Vista se graduaron en junio y dudan que los restantes miembros de la asociación continúen presionando por introducir la energía solar en la escuela.
La determinación de la junta desconcertó a los miembros de la organización, que afirman que la razón para la negación es política. Su asesora, Kam, lo expresa en términos contundentes: "Nevada Energy, la empresa suministradora de energía, es un monopolio de servicios públicos a la que no le interesa que la gente utilice energía solar”.
Justine Frías, también graduada de 2016 y anterior presidenta de la asociación ambiental, está de acuerdo, y remite al extraño epílogo de un discurso que dio frente al alcalde de Las Vegas en mayo.
Frías fue invitada para explicar la misión de la organización en la lucha por un mundo más limpio y el importante papel de la energía solar para conseguirlo. Su discurso fue grabado y el vídeo se puede ver en la web del ayuntamiento de la ciudad, a excepción de una parte: cinco minutos de Frías explicando cómo los 13 millones de dólares de subvenciones que recibió Nevada Energy del gobierno federal, habían servido para suprimir la industria energética solar en el sureste de Nevada.
"El ayuntamiento ha borrado esa parte", critica Frías. "Demostré que Nevada Energy quiere frenar la energía solar en el estado, pero creo que el ayuntamiento pensó que era demasiado arriesgado políticamente. Y, en cierto modo, el suceso prueba mi tesis”.
Las afirmaciones de Frías se basaron en informes detallados. Desde hace más de un año los clientes solares de Nevada se encuentran en una pelea con la Comisión de Servicios Públicos del Estado, que en 2015 se ocupó de que la apuesta por los paneles solares no fuera rentable, lo que ha reprimido una industria energética solar en auge.
Una lección de vida
Anzelone también apoya la introducción de paneles solares y cree que el esfuerzo no fue en vano. Los estudiantes han llevado a cabo una campaña medioambiental y no solo han aprendido algo sobre ciencia y tecnología, sino también sobre economía y política en el mundo real.
"Estos niños han demostrado más paciencia que la mayoría de adultos que conozco. Y han aprendido a lidiar con un distrito de este tamaño, con la burocracia que implica, y con todos sus contratiempos. Ya sea académica, política o científicamente han aprendido mucho a todos los niveles”, concluye.