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Violencia tras las rejas

Marco Müller/ Eva Usi20 de agosto de 2012

La violencia es un problema cotidiano en las cárceles alemanas, asegura un estudio. Uno de cada cuatro reclusos es víctima de abusos que rara vez denuncia por temor a represalias. En la mira, sobre todo los jóvenes.

Imagen: picture-alliance/dpa

El sistema carcelario alemán tiene un problema de violencia, asegura un estudio realizado por el Instituto Criminológico de Baja Sajonia, que señala que uno de cada cuatro reclusos adultos es víctima de violencia física.  En el caso de los delincuentes adolescentes la proporción es de uno de cada dos. Un 7% de los encuestados dijo haber sido víctima de violencia sexual. “Una cifra muy alta”, asegura Christian Pfeiffer, director del instituto que llevó a cabo el estudio.

En el sondeo participaron casi  6384 reclusos en 33 cárceles en Bremen, Brandenburgo, Baja Sajonia, Sajonia y Turingia. En cada prisión fue colocada una urna en donde los prisioneros depositaron de manera anónima un cuestionario, expresándose de manera abierta sin temor a represalias. “La dimensión de la violencia nos ha impresionado”, afirma Pfeiffer.

Lugares peligrosos.Imagen: picture-alliance/dpa

Testimonios del maltrato

Los reclusos narraron cómo han sido agredidos física y sexualmente tras las rejas. Golpes en el gimnasio, violaciones en las regaderas comunes. Sus testimonios revelaron los lugares particularmente peligrosos, como las celdas colectivas, los corredores fuera del alcance de la vista, las regaderas y los patios con rincones apartados.

Casi la mitad de las víctimas reconoció no haber denunciado las agresiones por temor a represalias. También describieron detalladamente las múltiples formas de violencia. Desde el acoso y la extorsión, la exclusión del resto del grupo, la agresión con excrementos o basura, o denigrados y acusados utilizando mentiras y supuestos “rumores”.

El Instituto Criminológico de Baja Sajonia exige una revisión del concepto carcelario y demanda, por ejemplo, que las celdas se abran únicamente cuando haya personal carcelario presente. Apunta la necesidad de instalar más cámaras de vigilancia para que los actos de violencia no pasen inadvertidos. Asimismo propone que se otorgue a los reclusos la mayor libertad de movimiento y espacio y que ésta se reduzca si se ve implicado en un acto violento. En general destaca que el personal carcelario no puede ser reducido.

Uno de cada cuatro ha vivido abusos y violencia.Imagen: picture-alliance/dpa

Desmentidos sin credibilidad

Los ministerios de Justicia de los Länder de Renania del Norte Westfalia y Baden Wüttenberg criticaron los resultados del estudio señalando que la vilolencia en las cárceles no es un fenómeno masivo. Christian Pfeiffer se muestra sorprendido de que los ministros tengan el valor de decir que en sus regiones todo sea mejor, cuando en realidad no tienen una base fiable para saber lo que sucede realmente tras las rejas.

Autor: Marco Müller/ Eva Usi

Editor: José Ospina Valencia

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