Euforia futbolística en Irán
9 de octubre de 2004El resultado fue claro: Alemania ganó por 2 a 0 a la selección iraní. Pero, en este caso más que en otros, tiene validez el viejo refrán que dice que lo importante no es ganar, sino haber sido parte de la fiesta que el fútbol generó en Teherán. Pese a que sólo se trataba de un partido amistoso, el ambiente fue digno de una final de la Copa del Mundo. La razón: los iraníes no habían tenido en décadas la posibilidad de ver jugar en su capital a una de las grandes selecciones occidentales. En consecuencia, la escuadra alemana, vice-campeona mundial, fue recibida con un derroche de euforia desde su arribo, el jueves pasado.
Rock en Teherán
Tres horas antes del inicio del partido, 100 mil hinchas copaban ya más del 80% de las localidades el “estadio de la libertad”. La ocasión también dio pie a hechos novedosos en Teherán: por primera vez animó la espera de los aficionados un grupo de rock que interpretó conocidos hits estadounidenses e ingleses.
Un nuevo viento sopló pues este sábado en la capital de la república islámica. Pero la apertura no llegó tan lejos como para admitir que también las mujeres pudieran presenciar el partido desde las graderías. Sólo algunas deportistas, que obtuvieron una autorización especial, y unos dos centenares de extranjeras tuvieron la oportunidad de avivar a los jugadores desde las graderías. Eso no quita que también el público femenino se haya agolpado ante los televisores para ver el partido. Se calcula que el 75% de la población iraquí siguió la transmisión del juego.
El partido
En el aspecto futbolístico, la selección alemana hizo un buen papel. Los comentaristas destacaron, sobre todo, el positivo rendimiento de las nuevas figuras que Jürgen Klinsmann incorporó al equipo. Ernst y Brdaric, autores de los dos goles germanos, cumplieron a carta cabal con las esperanzas depositadas en ellos, alimentando la confianza en que Alemania está superando el calamitoso estado que exhibió en la última Copa de Europa.
La selección iraní, por su parte, tuvo que ahorrar fuerzas, ante el próximo desafío que la aguarda: el próximo miércoles le corresponderá enfrentar a Qatar, en Doha, en un partido importante en la carrera por obtener un cupo para el Mundial 2006, en Alemania. La clasificación es la meta primordial para Irán, y en ella se concentra desde ya el equipo dirigido por el croata Branko Ivankovic.