Stuttgart se volvió a vestir de amarillo, rojo y negro para apoyar a su seleccionado con un enorme entusiasmo a lo largo de un partido que parecía uno más de Alemania 2006 y no el primero de carácter oficial para el equipo del entrenador Joachim Löw en la nueva etapa que debe
conducir a Austria y Suiza donde en dos años tendrá lugar la Eurocopa.

Difícil arranque

Superando el frenesí del público local y sorprendiendo a sus anfitriones el combinado irlandés tomó desde el inicio las riendas del encuentro generando constante peligro en la portería de Jens Lehman.
Alemania apenas logró sacudirse del dominio visitante pasada casi media hora de juego con una acción iniciada por el capitán Michael Ballack -quien estuvo lejos de cumplir su función de conductor del seleccionado alemán- que terminó en tiro de esquina. “Los irlandeses se pararon muy bien e impidieron que nosotros pudiéramos desarrollar nuestro fútbol” evaluó el entrenador Löw esta primera fase del encuentro.

A partir del minuto 25 los ataques alemanes se intensificaron y todo hacia pensar que el dueño de casa se iría en ventaja, sin embargo el arquero Shay Given tenia otros planes y con espectaculares atajadas a disparos de Klose (26´) y Podolski (29´ y 31´) defendió el empate a cero con el cual los equipos se marcharon a la pausa.

Afortunado gol

El segundo tiempo inició sin cambios: el mismo ambiente de fiesta en las tribunas, los mismos jugadores, Irlanda buscando el arco alemán y complicándole la vida al anfitrión que intentaba asumir control de las acciones revelando deficiencias en el mediocampo por culpa del bajón físico del volante creativo Ballack y un sobre motivado Bastian Schweinsteiger.

Para conseguir los planeados 3 puntos los locales dependieron del buen rendimiento de Bernd Schneider quien asumió el papel de líder cuando el equipo se fue al ataque, y los defensas centrales Manuel y Arne Friedrich -quienes por primera vez jugaban juntos- en la contención de la atrevida delantera irlandesa.

Por suerte en el minuto 57 mediante el cobro de un tiro libre que fue desviado por el capitán del equipo de visita Robbie Keane, Lukas Podolski marcó el gol del triunfo alemán.

Con justa razón el entrenador irlandés Stephen Stauton afirmó “merecíamos otro resultado, los alemanes trataron todo lo que pudieron para irse en ventaja y el árbitro les dio una oportunidad al concederles un tiro libre peligroso que terminó en la red”.

El disgusto de Stauton con el central del encuentro, el español Luis Medina Cantalejo, se manifestó a lo largo del partido y alcanzó su clímax cuando este lo envió le mostró tarjeta roja por reclamar vehementemente un presunto penalti pateando agresivamente una botella que estaba al borde de la cancha.

Tres puntos importantes

Irlanda, tal como estaba presupuestado, se quedó con las manos vacías; Alemania, aún lejos de su forma ideal, se hizo a tres puntos valiosos y en la ruta a la Eurocopa 2008 espera este miércoles 6 de septiembre aumentar la cuenta a 6 con un triunfo sobre San Marino que es su próximo rival.

“El público nos apoyó con un entusiasmo que viene desde el Mundial y eso para nosotros es muy importante en la larga carrera de la Eurocopa” destacó Joachim Löw al referirse a los eufóricos 53.198 aficionados que llenaron el estadio en Stuttgart y los más de 15.000 que siguieron el
partido en las pantallas gigantes del Schloßplatz en el corazón de la ciudad.