Tanto Berlín como Bruselas expresaron su beneplácito por el acuerdo anunciado por Barack Obama: “es una buena noticia para la economía europea”, dijo un portavoz de la Comisión Europea. “Es una buena noticia para el Gobierno federal”, afirmó el portavoz de Berlín. La temida debacle ha sido evitada, Estados Unidos puede ampliar el techo de su deuda hasta los 16,7 billones de dólares, es decir un aumento de 2,4 billones de dólares. Con todo, a pesar del alivio primero, el balance no es muy bueno.

Este acuerdo, para los demócratas ha sido un trago muy amargo. El gran paquete de ahorro de 4 billones de dólares planeado por Barack Obama, se reduce a un billón, al cual podría adicionarse 1,5 billones más si una comisión lo aprueba. En cuanto a un incremento de impuestos para los de mayores ingresos no hay nada en el documento. A ello se suma, la alta tasa de desempleo, la división política, poco crecimiento.

Un acuerdo amargo

Los detalles salieron a la luz rápidamente: enormes concesiones han tenido que hacer los demócratas de Obama para lograr un compromiso con una oposición republicana, que ha conferido demasiada fuerza a la minoría del ultraconservador Tea Party.

La espera por la votación en la Cámara de Representantes y en el Senado siguió siendo tensa: independientemente del resultado de la votación de las cámaras, más que Barack Obam, el perdedor es el país. Ése es el tenor de los análisis de la prensa europea.

Nadie gana

Estados Unidos ha perdido buena parte de su reputación como una economía fiable, dicen analistas. Y a la pérdida de credibilidad económica se le une la política: la crisis ha debilitado la autoridad global de Obama; de capitulación hablan los medios europeos.

Con todo, aunque los republicanos se hayan salido por ahora con la suya al lograr evitar la elevación de impuestos en todas las duras negociaciones, analistas advierten de que la oposición se declare vencedora. El acuerdo resulta un respiro inmediato y una victoria mínima en el sentido de que el tema del techo de la deuda no volverá a ser negociado mientras dure la campaña electoral, pero de las negociaciones todos salen desgastados.

¿Alivio sólo momentáneo?

Por otra parte, el alivio en las bolsas por el acuerdo fue de corta duración: en Fráncfort del Meno, Commerzbank y Deutsche Bank perdieron puntos; en París, Paribas y Societé Generale están bajo presión. La Bolsa española también se veía arrastrada por las dudas sobre la recuperación de Estados Unidos y sufría su mayor caída del año. La prima de riesgo, calculada por el diferencial entre los bonos españoles y los alemanes a 10 años, trepó durante la jornada hasta los 372,7 puntos básicos, situándose muy cerca del máximo histórico de 375 alcanzado el 12 de julio.

Autora: Mirra Banchón (dpa/dlr/br/afp)
Editora: Emilia Rojas