Se dice que el auge de los mercados internos en las economías europeas orientales está fomentando su independencia de las occidentales. ¿Puede el consumo doméstico, por sí solo, impedir la ralentización de la eurozona?
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La economía alemana, la cuarta más grande del mundo, exhibió los primeros síntomas de depresión en mucho tiempo en el segundo trimestre de 2019. Y, al contraerse en un 0,1 por ciento, redujo considerablemente la tasa de crecimiento promedio de la eurozona: del 0,4 por ciento, en el período enero-marzo, al 0,2 por ciento. Si se sigue mostrando abatida cuando termine el verano boreal, será declarada en estado de recesión; ese es el diagnóstico que suelen hacer los especialistas de las economías tras dos trimestres seguidos de contracción.
Las probabilidades de que la economía alemana siga perdiendo impulso son grandes y eso inquieta a más de un Gobierno en Europa del Este. Aunque se dice que el auge de los mercados internos en las economías europeas orientales está fomentando su independencia de las occidentales, está por verse si éstas sobrellevan el frenazo alemán y contribuyen a impedir que la eurozona se ralentice. Las exportaciones llevan casi la mitad de la economía alemana sobre sus hombros y las ganancias que generan tienden a ser invertidas en Europa del Este.
La influencia alemana
Según el Centro para la Reforma Europea, el Grupo de Visegrado (Hungría, Polonia, la República Checa y Eslovaquia) se convirtió en el principal socio comercial de Alemania –incluso más importante que China y Estados Unidos– tras su integración a las cadenas de suministro de la Unión Europea. Aunque el crecimiento económico de los países de Europa Central y Oriental ha sido mayor que el de los de Europa Occidental últimamente, la pérdida de tracción de los últimos amenaza con aguarle la fiesta a todo el continente.
Zoltan Arokszallasi, analista del Erste Bank en Hungría, señala que las economías de Europa Central y Oriental dependen mucho de la alemana; entre el veinte y el treinta por ciento de sus exportaciones van a dar a territorio germano. "No obstante, esa región se ha estado mostrando resiliente de cara a la ralentización de la economía alemana. Eso sugiere que el aumento de los salarios, del consumo doméstico, de las inversiones y de los estímulos financieros europeos está surtiendo efectos positivos”, agrega el experto.
El impulso que da la UE
La rigidez del mercado laboral es un rasgo típico de los países de Europa Central y Orienta; la escasez de mano de obra ha propiciado el aumento de los sueldos y, consecuentemente, la adquisición de hipotecas y automóviles nuevos en numerosos hogares. Por otro lado, la transferencia de fondos comunitarios le ha permitido a los Gobiernos de Polonia y Hungría incrementar su gasto público. Es poco probable que esta tendencia cambie en Polonia, donde tendrán lugar elecciones generales en octubre.
A Eslovaquia no le ha ido tan bien porque su economía, basada en la exportación de bienes manufacturados, está demasiado ligada a la alemana. "Eslovaquia está sintiendo los embates de la ralentización global y de la estagnación económica de Alemania, nuestro socio comercial más grande”, le comentó el analista Michal Lehuta, del VÙB Banka, en entrevista con la agencia de noticias Reuters.
( erc / jov )
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Las amenazas comerciales de Donald Trump (julio de 2018)
A la retórica de la campaña electoral de Donald Trump, le siguieron amenazas por Twitter, que luego se conviritieron en aranceles. Entre tanto, el mundo está al borde de una guerra comercial.
Imagen: picture-alliance/Zumapress/C. Levy
America first! Ahora va en serio
Antes de convertirse en presidente, Donald Trump advirtió que nunca eludiría un conflicto siempre y cuando fuese a favor de los intereses de EE. UU. Después de un año, su lema es: lo prometido es deuda.
Imagen: picture-alliance/Photoshot/Yin Bogu
Aranceles a la importación de acero y aluminio
Rodeado de trabajadores del acero, Trump dio a conocer al mundo la primera de sus medidas arancelarias el 8 de marzo de 2018. Impuso aranceles a la importación de aluminio y acero. China fue el país más afectado por dicha medida. La UE y otros socios comerciales obtuvieron entonces una prórroga.
Imagen: Reuters/Leah Millis
El conflicto comercial llega a Alemania
Entretanto, la exportación de acero de la UE, como estas láminas de acero de Salzgitter AG, se ve afectada por los aranceles estadounidenses. Las pérdidas para la industria alemana de exportación son, no obstante, razonables. Sin embargo, eso podría cambiar si Trump hace realidad su próxima amenaza: aplicar a las importaciones automotrices de la UE aranceles del 20 por ciento.
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Amenazas a los fabricantes de autos por Twitter
Desde el principio, Donald Trump usó Twitter para presentar su visión de las cosas, para amenazar y plantear ultimátums. Su proyecto central es la reorganización de las relaciones comerciales de EE. UU. con sus principales socios, China, la UE y los países miembros del NAFTA, Canadá y México. Casi todos los días, Trump envía tuits desde la Casa Blanca.
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Los fabricantes alemanes tienen mucho que perder
Coches nuevos de Mercedes-Benz esperando a ser embarcados en Bremerhaven. Cuando amenaza con imponer a un auto de la UE un arancel del 20 por ciento, el presidente de EE. UU. apunta principalmente a Daimler y a otros fabricantes de automóviles alemanes. Sus éxitos de ventas en los EE. UU. son, según Trump, el principal culpable del gigantesco déficit comercial de los Estados Unidos.
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Nuevo acuerdo con Canadá y México
Un nuevo acuerdo con Canadá y México estaba en la lista de tareas de Trump desde el principio. El objetivo del presidente de los Estados Unidos es, ante todo, lograr una mayor protección de las empresas estadounidenses y acabar con la reubicación de la producción, como la fabricación de automóviles en México, donde es más barata.
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México, víctima de la política comercial de EE.UU.
No solo los fabricantes de automóviles estadounidenses también están construyendo vehículos en México. Volkswagen y otros fabricantes de automóviles también han estado produciendo durante décadas en el país vecino de Estados Unidos. Por la presión de Trump, empresas como Ford han cancelado recientemente sus planes de abrir nuevas plantas de fabricación en México.
Imagen: picture alliance/dpa
También Canadá nota la política de Trump
Canadá también está experimentando los efectos de la política comercial de EE. UU. Además del acero y el aluminio canadienses, las importaciones de madera del país vecino del norte son particularmente criticadas por Trump. Sin embargo, los aranceles impuestos a la madera blanda canadiense en abril de 2017, han originado el aumento masivo de los precios de las viviendas en EE. UU.
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Pekín responde también con aranceles
Los aranceles impuestos como represalia por el gobierno chino afectan también a productos de la industria alimentaria estadounidense. Como resultado, los frutos secos, la fruta y la carne de EE. UU. se han vuelto considerablemente más caros, como se aprecia en un supermercado especializado en productos estadounidenses en Hong Kong.
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Los todoterreno de EE. UU., también con aranceles
Si dependiese de la voluntad del gobierno de Pekín, los vehículos de los fabricantes de automóviles estadounidenses deberían costar una cuarta parte más en China. En cualquier caso, se aplicarán aranceles adicionales de importación del 25 por ciento en el futuro.