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Europa del Este y la xenofobia

Alexander Andreev (JC/CT)20 de marzo de 2016

En los medios de comunicación de Europa del Este, los refugiados son continuamente denigrados víctimas de un lenguaje claramente xenófobo. Algo que tiene que ver con la experiencia histórica reciente, dice Juliana Roth.

Tschechien Protest gegen Flüchtlinge
Imagen: picture-alliance/dpa/CTK Photo/V. Salek

DW: Usted asegura que ha habido un aumento de la xenofobia en Europa del Este. ¿Cuál es su origen?

Juliana Roth: El término “Europa del Este” tiene una larga historia. Su origen está en la Europa Occidental del siglo XVIII y, desde el principio, el concepto estuvo dominado por la idea de que la parte oriental del continente era “diferente”, “extraña”, “rara” y, a menudo, “retrasada”. Esta señal de identidad no ha cambiado hoy en día. En realidad, ambas sociedades –occidental y oriental- tienen poco o nada que ver entre sí. Diferentes religiones, idiomas, tradiciones, culturas e historia. Las similitudes, sin embargo, son más recientes: en especial coinciden con el yugo sufrido bajo el influjo del sistema político soviético y las consecuencias políticas e intelectuales sufridas durante ese período. Una de estas consecuencias es el aumento de la xenofobia en la actualidad, estrechamente relacionada con la URSS. Las sociedades soviéticas estaban totalmente aisladas del mundo exterior, inmóviles, carecían de contacto con el resto del mundo, ni siquiera con los demás “pueblos hermanos”. Lo único importante era lo propio. Había pocos extranjeros en esas sociedades. Se prohibieron incluso los contactos con estudiantes procedentes de África y América Latina.

La profesora Juliana Roth.Imagen: J. Roth

La profunda transformación sufrida por estas sociedades tras el colapso de la Unión Soviética trajo muchas incertidumbres. La gente concentraba la mayor de sus energías en superar las adversidades del día a día, lo que deja poco espacio para la ampliación de los horizontes personales y el desarrollo social. Mientras trataban de encontrarse a sí mismas y buscaban una nueva identidad, estas sociedades se concentraron en definir claramente la frontera existente entre “nosotros y el resto”: en el Báltico, la amenaza eran los rusos; en Eslovaquia, los húngaros; en Rumanía, los gitanos. En la mayoría de estos pueblos siempre ha existido un nacionalismo latente que, hoy en día, se ha activado y agravado con motivo de la crisis de los refugiados.

¿Es algo exclusivo de Europa del Este?

A pesar de que el tema de la xenofobia en Europa del Este ha recibido bastante atención en los últimos meses debido a las recientes disputas dentro de la UE, estos estereotipos son bien recibidos. Asimismo, hemos observado un fuerte aumento de la xenofobia en toda Europa, y no sólo en la parte oriental. El miedo a lo extraño es algo humano. Es una reacción subjetiva y emocional a lo desconocido, inesperado y amenazador. Aunque la xenofobia y el rechazo son características generales de la psique humana, posibles de encontrar en todo el mundo, el manejo que se da en cada sociedad es completamente diferente.

Por lo general, la xenofobia u hostilidad hacia los extranjeros tiene una connotación negativa en las “antiguas” democracias europeas y está bajo control político mientras que, en las “nuevas” democracias, sin embargo, el fenómeno nunca ha sido sometido a un control político o social. Intento seguir el discurso que usan los medios de comunicación de los países de Europa del Este acerca del problema de los refugiados, y tengo que decir que estoy consternada por la libertad con la que vilipendian a los refugiados. El lenguaje que utilizan muchos políticos y analistas, pero también “la gente de la calle”, es profundamente xenófobo.

Juliana Roth es profesora del Instituto de Comunicación Intercultural de la Universidad Ludwig Maximilians de Múnich.

Para aprender: aquí puede Usted leer la versión original de este artículo en alemán.


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