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Europa se queda sin gas

dpa/re/pk (jov)6 de enero de 2009

La escalada en la disputa del gas entre Rusia y Ucrania provoca alarma en el sur de Europa, los Balcanes y Turquía. Estado de emergencia en Eslovenia.

Medidor de presión de gas en gasoducto marca cero cerca de Kiev, capital de Ucrania.Imagen: AP

Austria y Rumania informaron que sus suministros han caído un 90 y un 75 por ciento, respectivamente, mientras que Italia espera la llegada de menos gas y va a intentar abastecerse de otras fuentes. Eslovenia ha declarado incluso el estado de emergencia.

Grecia, Bulgaria, Croacia, Macedonia y Turquía comunicaron que el flujo vía Ucrania ha cesado, desatando lo que Bulgaria calificó de una "situación de crisis" en medio del invierno.

Rusia e Ucrania se culpan mutuamente de la crisis, que se produce en medio de unas temperaturas inusualmente bajas en Europa. El continente recibe alrededor de una cuarta parte de su gas de Moscú.

La disputa, que en la TV alemana ha sido calificada de esencialmente política, también amenaza con empeorar las relaciones de Rusia con Occidente, ya frágiles tras la guerra con Georgia el pasado verano.

Oleh DubynaImagen: AP

Las partes involucradas en la disputa se echan las culpas mutuamente. Oleh Dubyna, director de la compañía estatal energética ucraniana, Naftogaz, dijo que Rusia podría haber decidido cortar totalmente los suministros de gas de tránsito a Europa a través de Ucrania. Gazprom, monopolista ruso exportador de gas, negó la acusación de Kiev y aseguró que Ucrania ha decidido unilateralmente cerrar el lunes por la noche tres o cuatro tuberías de exportación.

Alexander MedvédevImagen: AP

Su vicepresidente ejecutivo, Alexander Medvedev, dijo en una rueda de prensa en Londres que el actual flujo de gas es actualmente de una séptima parte del normal, y aseguró que la empresa es "rehén de un comportamiento irresponsable" de parte de Ucrania.

UE exige reanudación inmediata del suministro

La Unión Europea ha exigido la reanudación inmediata del suministro: "Sin advertencia previa y en clara contradicción de las garantías dadas por las principales autoridades rusas y ucranianas a la Unión Europea, los suministros de gas a algunos países miembros de la UE han sido recortados sustancialmente", dijeron en un comunicado conjunto la presidencia checa de la UE y la Comisión Europea.

"Rusia y Ucrania se están desacreditando a sí mismas como fuentes energéticas fiables", agregó un diplomático de la UE.

La alarma en Europa y las presiones políticas parecen estar dando resultado en el ínterin. Rusia y Ucrania retomarán el jueves las negociaciones para poner fin a su disputa sobre el suministro de gas, según anunció hoy un alto funcionario ucraniano.

Las conversaciones, interrumpidas desde el 31 de diciembre, se centrarán en poner fin al embargo iniciado por Rusia el 1 de enero como resultado del fracaso de las negociaciones sobre un nuevo contrato de distribución entre ambos países, anunció el presidente de la empresa de gas ucraniana Naftogaz, Oleh Dubyna.

Gas, intereses y geopolítica

Rusia es una importante fuente de combustible para la UE: alrededor de una cuarta parte de todo el gas bombeado a la UE procede de fuentes rusas y el 80 por ciento de ese gas pasa por gasoductos ucranianos.

El gas natural es uno de los productos de exportación más importantes para Rusia: junto con la de petróleo, comprenden dos terceras partes de sus ingresos totales comerciales.

Y según el Instituto de Oxford de Estudios Energéticos, Ucrania se queda con 3.000 millones de dólares por año en concepto de cobro de tasas de tránsito del gas destinado a occidente.

Por ello no sorprende que ni Moscú ni Kiev hayan escatimado esfuerzos en convencer a la UE de la responsabilidad y la posición equivocada del otro en su disputa.

La crisis se produce en un momento en el que ni Rusia ni Ucrania pueden permitirse perder más credibilidad a ojos de la UE.

Ucrania ya ha visto fracasar su intento de unirse a la UE debido a los efectos paralizantes de su inestabilidad política, mientras Rusia sufre aún la ruptura diplomática tras la invasión de Georgia en agosto y su decisión de reconocer la independencia de las provincias separatistas georgianas de Osetia del Sur y Abjazia.

Y el hecho de la crisis actual sea una repetición de la disputa de 2006 ha provocado una avalancha de llamamientos a la UE para que busque un modo alternativo de obtener gas sin la ayuda de ninguno de los dos vecinos, lo que podría sumar un coste comercial al diplomático.

El gobierno checo, que actualmente ocupa la presidencia de turno de la UE, está haciendo de la diversificación del suministro energético una de las mayores prioridades de sus seis meses de presidencia.

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