A lo largo y ancho de Europa, las bolsas cerraron a la baja. Después de estar en vilo durante toda la jornada, el escándalo de WorldCom y la reducción de previsiones de Alcatel dejaron sobre todo un gran susto en los mercados bursátiles. Conforme avanzó el negocio, la caída de los índices se detuvo. Corredores de bolsa adjudicaban las pérdidas además, a la debilidad del dólar, que afectaría los resultados de empresas orientadas a la exportación.

El índice FTSE-100 de Londres perdió 2,16 por ciento, el parisino CAC-40 cayó en un 1,73 porciento, mientras que el índice DAX de Fráncfort perdió un 2,8 por ciento. El selectivo Ibex de Madrid, cerró con pérdidas del 1,33% mientras que el índice Stoxx 50 con los valores punta de Europa caía en terreno negativo con 2,18%.

Un nuevo escándalo

El segundo operador de telefonía de larga distancia de Estados Unidos, anunció el martes el despido de su director ejecutivo, tras descubrir irregularidades de contabilidad de casi 4.000 millones de dólares. La empresa, que ya era investigada por la Comisión de Valores de Bolsa de Estados Unidos, había anunciado beneficios de un valor de 1.400 millones de dólares durante el ejercicio del 2001.

WorldCom anunció que haría correcciones a sus resultados del 2001 y del primer trimestre del 2002, para que ambos reflejen pérdidas netas. Esto es calificado por analistas como una de las mayores correcciones de este tipo de la historia. El escándalo amenaza con enturbiar las negociaciones del grupo con acreedores para asegurar financiamientos de 5.000 millones de dólares, sin los cuales podría incluso producirse la bancarrota del gigante.

El operador contemplaba eliminar 17.000 empleos, más de 20 por ciento de su fuerza laboral, en un esfuerzo por ahorrar 9000 millones de dólares anuales. Las acciones del consorcio cayeron en Wall Street, incluso tras el cierre de la bolsa, en un 80 por ciento, lo que provocó una vertiginosa avalancha en los mercados internacionales.