La Unión y Europea y Estados Unidos coinciden en llevar el conflicto en torno al programa nuclear iraní ante el Consejo de Seguridad de la ONU. Después de la recomendación realizada por el ministro del Exterior alemán, Frank Walter Steinemeier, tras un encuentro en Berlín con sus homólogos de Francia y Reino Unido, así como el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, también la Secretaria de Estado, Condoleezza Rice y el gobierno ruso dieron señales de apoyo.

"El diálogo con Irán ha llegado a un punto muerto", dijo Steinmeier ante periodistas, acompañado por sus homólogos del Reino Unido y Francia, Jack Straw y Philippe Douste Blazy, así como por el Alto Representante de la Política Exterior de la UE, Javier Solana.

Imposición de sanciones

Para los europeos ha llegado el momento de recurrir al Consejo de Seguridad de la ONU. Berlín, París y Londres pedirán al Organismo Internacional de Energía Atómica que elabore un informe sobre la situación y que llame al Consejo de Seguridad de la ONU para que evalúe una eventual imposición de sanciones.

El resultado del encuentro se produjo después de la partida de la canciller alemana Angela Merkel, quien realizará su primera visita en Washington desde que asumió el cargo. El tema será abordado durante su encuentro con el presidente George W. Bush, previsto el viernes.

Desconcierto en Europa

La actitud iraní provoca un gran desconcierto en Europa. El ministro del Exterior británico, Jack Straw, recordó que Irán dio marcha atrás a acuerdos que fueron motivo para que Washington incluso considerara el ingreso de Irán en la Organización Mundial de Comercio (OMC). Straw insistió en que tanto europeos como estadounidenses han hecho muchas concesiones pero que ya no queda más salida que convocar a una sesión extraordinaria del Consejo de Seguridad.

Durante la conferencia de prensa en Berlín, los diplomáticos europeos subrayaron que el problema no es con el pueblo de Irán y que no se cuestiona su derecho a la energía nuclear para uso civil. El diplomático español Javier Solana confirmó que los gobiernos de la Unión Europea comparten la línea adoptada por la troika y afirmó que la posibilidad de reanudar negociaciones no está cerrada.

No hay más remedio

Analistas coinciden en que la única manera de disuadir a los Mulláhs de sus intenciones de convertir a Irán en potencia nuclear será a través de sanciones. La línea dura encabezada por el presidente Mahmud Ahmadineyad, demuestra que nada de lo que pueda ofrecer Occidente lo desviará de su objetivo. La diplomacia europea no ha tenido más remedio que optar por las sanciones, acompañadas de la posibilidad de volver a la mesa de negociaciones.

Estados Unidos acusa a Irán de planear el enriquecimiento de uranio de alta graduación necesario para fabricar armas atómicas, lo que ha sido reiteradamente negado por la cúpula iraní. Entre algunas de las posibles soluciones se ha barajado que Rusia enriquezca el mineral de uranio para Irán, lo que aseguraría que será procesado solamente como combustible de baja graduación, como es necesario para la producción de energía.

Cuarto exportador de petróleo

Adoptar sanciones por consenso en el máximo órgano de la ONU no será cosa fácil. Irán es el cuarto exportador de petróleo del mundo y aunque Washington y Londres estén resueltos, para París será un esfuerzo y para Pekín,algo imposible. Al fin y al cabo, Teherán no ha violado el Tratado de no Proliferación de Armas Nucleares y según muchos países en desarrollo, Teherán tiene derecho a utilizar la energía atómica con fines civiles.

Ése es el principal argumento del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, cuya aspiración expresó de manera inequívoca durante su espectacular alocución ante la Asamblea General de la ONU. "Creo que todo ser inteligente y sano debiera utilizar todas las posibilidades a su alcance para preservar su libertad e independencia", señaló. El presidente iraní afirmó que su país tiene los medios para defender sus derechos.