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“Europa vive un retroceso social“

Eva Usi1 de julio de 2008

Antiglobalistas critican el actual proyecto “neoliberal” de integración europea. Con motivo del inicio de la presidencia francesa en la UE, DW-WORLD habló con Aureli Trouvé, co-presidenta de ATTAC Francia.

¿Es necesario un nuevo 68? se lee en la pancarta.
Estudiantes protestan en París contra una reforma que recortará a 8.200 maestros.Imagen: AP


La organización ATTAC, fundada en Francia hace diez años para vigilar las transacciones de los mercados financieros, se ha convertido entretanto en la bandera de un amplio movimiento social que incomoda a grandes trasnacionales e incluso a gobiernos europeos. Attac critica que el Tratado de Lisboa regule las políticas económicas, financieras y tributarias, pero cuestiones sociales, como los niveles salariales y el mercado de trabajo, son ignoradas. La actual construcción europea da prioridad a la libre competencia y a la estabilidad de precios, mientras que la protección a los derechos sociales es secundaria. DW-WORLD habló con la co-presidenta de ATTAC Francia, Aureli Trouvé, con motivo del inicio de la presidencia francesa en la Unión Europea.

DW-WORLD: Señora Trouvé, usted es una de las figuras líderes del movimiento anti-globalización en Francia. ¿Cuáles son sus demandas ahora que el gobierno francés asume la presidencia en turno de la Unión Europea?

Aurelí Trouvé: Nuestra primera demanda tiene que ver con la negativa al Tratado de Lisboa de Irlanda. Pedimos que se respete como una expresión de la voluntad popular, una negativa que también han expresado los ciudadanos franceses y los holandeses, y que es resultado de la brecha democrática existente entre la población y los responsables de la construcción europea. Creemos que es necesario un amplio debate con la mayor participación ciudadana sobre la construcción democrática de la Unión Europea. Demandamos al gobierno francés y al resto de los Estados miembro que respeten la negativa y que no intenten imponer el Tratado de Lisboa.

Euroescépticos en el Parlamento Europeo piden que se respete la negativa de Irlanda.Imagen: AP

¿Porqué la negativa en Irlanda hace unas semanas, el no de Francia en el 2005, porqué los ciudadanos europeos rechazan el actual proyecto?

En Francia fue un claro rechazo a la Europa neoliberal. Todas las investigaciones posteriores indican que los franceses desaprobaron el proyecto neoliberal y se pronunciaron por una Europa social, ecológica y democrática. En el caso del no irlandés, éste fue notoriamente alto en las zonas proletarias de Irlanda, en donde alcanzó hasta un 65%. Conocemos las fuerzas de izquierda que promovieron esta campaña en Irlanda, fue una negativa a la actual construcción europea, pero no contra Europa.

Se dice que la Unión Europea está dando un vuelco a la derecha. Acaba de aprobar una prolongación de la semana laboral hasta 78 horas, impondrá también una nueva directiva que permitirá a los gobiernos encarcelar a los inmigrantes ilegales durante 18 meses antes de deportarlos. ¿Es el fin de la Europa social?

La actual construcción europea es cada vez menos social y cada vez más orientada a los mercados y la libre competencia, cada vez menos interesada en los derechos sociales. Eso lo demuestran las últimas iniciativas de la Unión Europea que usted menciona y es lo que los ciudadanos están rechazando. La población quiere un proyecto europeo social y democrático, pero lo que hemos visto últimamente no tiene nada que ver con esto, es más bien un retroceso social lo que estamos viviendo. Necesitamos una nueva construcción europea y primordial es la realización de un amplio debate. Sí, necesitamos un nuevo tratado que podría ser elaborado por una asamblea de ciudadanos electa exclusivamente para este propósito. Ese tratado debería discutirse en todos los países miembros para que luego sea aprobado por la población europea a través de un referéndum.

La Constitución Europea fue rechazada por los franceses en el 2005.Imagen: AP

¿Tienen los movimientos sociales la fuerza necesaria para presionar a los gobiernos a hacer esto?

Lo más importante ahora es la construcción de un movimiento europeo social y estamos enfrentando grandes dificultades, pero eso es lo que estamos haciendo. Esta propuesta, de crear una asamblea ciudadana para que elabore un nuevo Tratado, es algo que respalda la red europea de ATTAC, techo de 20 organizaciones en los distintos países miembros. Tan sólo en Alemania tenemos 20.000 miembros, en Francia 15.000, nuestra fuerza está creciendo en Europa pero queremos incluir a los movimientos sociales a nivel europeo. Tendremos un congreso para discutir esto en septiembre del 2008 en Malmo, Suecia, en donde el tema central será la reconstrucción de una Europa democrática.

Usted es ingeniero en agronomía y experta en políticas europeas agrícolas. Muchos países en desarrollo demandan que la Unión Europea elimine sus subsidios a la agricultura. ¿Estaría usted de acuerdo con ello?

Desde hace 20 años hemos tenido un desmantelamiento de la protección en numerosos países, incluyendo a los países pobres. Lo que no es posible es que se haya puesto al mismo nivel de competencia a la pequeña agricultura de países en desarrollo con la de los países industrializados. Si queremos promover el desarrollo de la agricultura de subsistencia en países de África, entonces necesitamos dar a esa región una mayor protección. En este sentido demandamos el respeto al derecho de soberanía, el derecho a la alimentación, eso quiere decir que todo país debe poder decidir sobre sus propias políticas agrícolas. No puede ser que la agricultura esté sometida a la liberalización de los mercados y la apertura de fronteras, pues de eso depende la seguridad alimentaria de millones de personas.

Durante la presidencia francesa ATTAC organizará debates y encuentros para deliberar sobre la creación de nuevas políticas agrícolas, laborales y migratorias, políticas que den una respuesta a la crisis medioambiental dentro de la Unión Europea. La organización se ha propuesto dar respuesta al anhelo de los ciudadanos de tener una Europa democrática, social y ecológica.

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