Este 1 de julio, Alemania y Europa despidieron al excanciller Helmut Kohl, impulsor de la unificación nacional y continental, con una extensa ronda de homenajes salpicada por los disensos que marcaron su vida privada.
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Las banderas ondeaban a media asta en el Parlamento Europeo en Estrasburgo, mientras soldados alemanes colocaban en el centro de la sala plenaria el ataúd cubierto con la enseña azul de la Unión Europea que impulsó el difunto ex canciller alemán Helmut Kohl. La orquesta de la Universidad de Estrasburgo entonó la marcha fúnebre de Georg Friedrich Händel para dar comienzo al primer funeral de Estado europeo al líder germano, fallecido el 16 de junio a los 87 años.
Alemania se despide de Helmut Kohl
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Mandatarios y ex mandatarios del continente y del mundo se dieron cita para honrar la memoria de quien fue el artífice de la reunificación de Alemania en 1990 y promovió la unidad de Europa para asegurar una convivencia pacífica, consciente del sufrimiento causado por Alemania al Viejo Continente. Su viuda y segunda esposa, Maike Richter-Kohl, se sentó flanqueada por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el titular del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Honores en Estrasburgo y Ludwigshafen
Cerca de ella estaba también el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani. La canciller alemana, Angela Merkel, tuvo a su lado al presidente francés, Emmanuel Macron, y al ex jefe de Estado norteamericano Bill Clinton. Al adiós recibido por la mañana en Estrasburgo de líderes en ejercicio y aliados durante sus 16 años en el poder –como el español Felipe González– siguió el regreso del féretro a casa, para la despedida entre los suyos. El féretro de Kohl fue trasladado en helicóptero desde Estrasburgo hasta Ludwigshafen.
Tras recorrer en un auto fúnebre las calles de su ciudad natal, el féretro fue transportado en barco por aguas del Rin hasta Espira, para proceder a un réquiem en su catedral. Al acto asistió la plana mayor de política alemana, encabezada por Merkel y el presidente, Frank-Walter Steinmeier, entre unos mil invitados, entre ellos exmiembros de los Gobiernos que lideró Kohl entre 1982 y 1998, el propio Clinton y otras presencias destacadas del funeral en Estrasburgo.
Inhumación en Espira
Alrededor de un millar de ciudadanos –menos de los 3.500 que se esperaban– siguieron el oficio ante la catedral, donde se había instalado una pantalla gigante. Ludwigshafen fue el lugar donde Kohl tuvo su domicilio familiar, mientras que Espira fue su refugio espiritual en sus tiempos de estudiante, en la vecina Heidelberg, y el lugar adonde solía llevar a sus visitas de Estado más destacadas. En Ludwigshafen vivió junto a sus dos esposas, Hannelore, la primera, y Maike Kohl-Richter.
Tras una ceremonia militar, los restos mortales de Kohl serán inhumados en un cementerio cercano a la catedral de Espira, en un círculo íntimo, y no en la tumba familiar en Ludwigshafen junto a su primera mujer, Hannelore. Los hijos de Kohl, Walter y Peter, fueron los grandes ausentes de la despedida del estadista. Las rencillas familiares en casa de los Kohl no son nuevas y se hicieron patentes cuando el hijo mayor, Walter, declaró ante la prensa que se había enterado de la muerte de su padre a través de la radio. Los hijos de Kohl acusan a la segunda mujer de haber aislado al padre de su familia y de su entorno más cercano.
ERC ( dpa / EFE )
El último homenaje a Helmut Kohl
Tras una ceremonia oficial en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo para despedir al excanciller alemán Helmut Kohl, su féretro fue transportado a la ciudad alemana de Espira, donde será enterrado.
Imagen: picture-alliance/dpa/F. Kästle
Homenaje a un estadista europeo
El sepelio del excanciller alemán Helmut Kohl comenzó a las 11:00 hora local en la ciudad francesa de Estrasburgo con una ceremonia en la sede del Parlamento Europeo. Líderes europeos y destacados políticos rindieron homenaje al padre de la reunificación alemana y uno de los artífices de la consolidación de la UE.
Imagen: REUTERS
"Un gigante de la posguerra"
Ocho oradores rindieron tributo a Kohl. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se despidió conmovido de quien describió como un "fiel amigo”. "Nos deja un gigante de la posguerra", dijo. Juncker recordó el papel de Kohl como precursor de la integración de Europa. "Para él, el euro siempre fue una forma de política europea pacifista con otros recursos", agregó.
Imagen: picture alliance/dpa/S. Hoppe
Dar continuidad al legado
También el presidente de Francia, Emmanuel Macron, tomó la palabra. Aseguró estar dispuesto a dar continuidad, junto a la canciller alemana, al legado de Kohl. El presidente francés recordó que el difunto excanciller "prefería los puentes a las fronteras o los muros" y vinculó la figura de Kohl a la del expresidente francés François Mitterrand, el otro gran artífice de la integración europea.
Imagen: picture alliance/dpa/S. Hoppe
"Adoraba ser alemán y europeo"
Asimismo, el expresidente estadonidense Bill Clinton recordó al difunto excanciller alemán. "Me gusta este tipo porque su apetito iba mucho más allá de la comida. Quería crear un mundo en el que nadie dominara", señaló. Kohl "adoraba ser alemán y adoraba ser europeo", agregó Clinton.
Imagen: picture alliance / Sven Hoppe/dpa
"Gracias por las oportunidades"
Visiblemente conmovida, la canciller alemana pronunció el último discurso. Angela Merkel dijo que "millones de personas" están en deuda con el arquitecto de la reunificación alemana y gran impulsor de la UE. "Helmut, gracias por las oportunidades que hemos recibido de usted alemanes y europeos. Usted consiguió cosas inmensas, descanse en paz... Ahora nos toca a nosotros mantener su legado", dijo.
Imagen: picture alliance/dpa/ M. Kappeler
De Francia a Alemania
Tras la ceremonia europea en tierra francesa, los restos mortales de Kohl fueron trasladados en helicóptero a Alemania para a continuación ser conducidos en coche por las calles de su ciudad natal, Ludwigshafen.
Imagen: Reuters/F. Lenoir
Un político y ciudadano popular
Cientos de personas acompañaron el último recorrido de Kohl por las calles de Ludwigshafen. El coche negro que transportó el féretro del difunto, cubierto ahora con la bandera alemana, se abrió paso entre la muchedumbre.
Imagen: picture-alliance/dpa/F. Rumpenhorst
Última etapa
En la localidad renana de Reffenthal, el féretro fue transportado a bordo del barco “MS Mainz”. Escoltados por soldados, los restos mortales del difunto emprendieron el último trayecto por el río Rin rumbo a la ciudad de Espira.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Arnold
Procesión fluvial
Tras haber sido transportado por tierra, aire y agua, el féretro arribó a la ciudad de Espira, la última estación del largo viaje de Kohl.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/A. Arnold
Un acto popular
La canciller Angela Merkel saludó a espectadores que viajaron a Espira para despedirse de Helmut Kohl. En la catedral de la ciudad alemana se celebró la homilía en honor al difunto político. Pese a la lluvia, alrededor de un millar de ciudadanos siguieron el oficio ante la catedral, donde se instaló una pantalla gigante.
Imagen: picture-alliance/dpa/R. Holschneider
Mil invitados
La plana mayor de la política alemana, encabezada por Angela Merkel y el presidente Frank-Walter Steinmeier, entre unos mil invitados, asistió al réquiem en la catedral de Espira. En ella se hallan los sepulcros de varios soberanos germanos. Al final de ese acto, la viuda de Kohl y la carroza con su féretro se dirigieron hacia el lugar donde éste sería enterrado en una ceremonia privada.