En comparecencia ante los medios de prensa la tarde de este sábado (27.06.2015), el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, aseguró que la eurozona hará todo lo posible por mantener la estabilidad de la moneda única, tras el rechazo de Grecia a las propuestas de las instituciones acreedoras (FMI, Banco Central Europeo y la Comisión Europea) y la convocatoria de un referéndum al respecto. Dijsselbloem dijo que aunque ganara el "sí" a la adopción de las propuestas de los acreedores en estas votaciones, no habrá financiación para Atenas, y adelantó que la "situación va a deteriorarse muy rápidamente" y que no sabe "cómo el país piensa sobrevivir y lidiar con sus problemas".

La decisión adoptada por el premier heleno Alexis Tsipras y la salida del ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, del encuentro, fue vista en la reunión informal entre los 18 países de la zona euro como un rompimiento unilateral de las negociaciones por parte de Atenas, que realizará la votación el próximo 5 de julio, varios días después de que venza el plazo que tiene para pagar su deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esto hizo que los socios de Atenas se manifestaran "muy decepcionados".

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Todos los miembros de la eurozona tenemos la firme determinación de fortalecer y preservar la unión monetaria”, afirmó Dijsselbloem, al tiempo que subrayó que también harán “pleno uso de todos los instrumentos disponibles para preservar la integridad y la estabilidad de la zona euro”. El presidente del grupo agregó que están preparados para volver a reunirse con Grecia, pues “no han sido las instituciones las que se han levantado de la mesa de negociaciones”.

El “plan b”

Mientras los griegos hacen largas filas frente a los cajeros automáticos para obtener efectivo ante el temor de que se produzca un “corralito”, el Eurogrupo terminaba su encuentro informal emitiendo un comunicado donde indica que la eurozona “vigilará muy de cerca la situación económica y financiera de Grecia. Subrayamos que el vencimiento del programa de asistencia con Grecia, sin unas perspectivas inmediatas de disposiciones de seguimiento, requerirá la adopción de medidas por parte de las autoridades griegas”.

En la reunión realizada en Bruselas, los ministros de Finanzas de la zona euro analizaron un “plan b”, que es como se puede interpretar una eventual salida de Grecia de la moneda común o la formulación de la bancarrota para el país. Como muestra de buena voluntad, todas las instituciones europeas expresaron que las puertas están abiertas para seguir negociando con Grecia, siempre y cuando el objetivo sea alcanzar un acuerdo global.

Poco antes, el Eurogrupo había rechazado prolongar el programa de rescate a Grecia que expira el 30 de junio, tal como había solicitado Atenas, por lo que las ayudas millonarias pendientes no podrán materializarse después de esa fecha. Sin la extensión del programa, Grecia tendrá dificultades para pagar los 1.600 millones de euros que debe al Fondo Monetario Internacional (FMI) y que vencen el martes, lo que podría provocar su “default” y eventualmente arrastrar a otros países a una crisis.

DZC (EFE, dpa, AP, Reuters)