El País, Madrid: “Las manifestaciones sindicales contra la ampliación de la edad de jubilación desde los 65 a los 67 años suponen el primer conflicto político entre el Gobierno y los sindicatos. Los sindicatos se han comportado sensatamente al firmar el pacto salarial con la CEOE y están dispuestos a negociar una reforma laboral (sin abaratamiento del despido); pero han cavado las trincheras para oponerse a cualquier reforma de las pensiones contributivas, que ellos denominan pensionazo. Puesto que prorrogar la edad de jubilación no es una medida irracional, ni un trágala político, el Gobierno debe mantener su propuesta y aceptar el riego de que el conflicto con los sindicatos se encone. Y no sólo porque los inversores internacionales vigilen el gasto público futuro, sino porque la reforma de las pensiones, junto con la del mercado laboral y la de las cajas de ahorros son las que toca hacer en este momento. La laboral y la financiera son urgentes; la de las pensiones puede y debe pactarse con tiempo y serenidad.”

La eurozona necesita solidaridad

Independent, Londres: “En 2010 se espera un ligero repunte de la economía de la eurozona. Pero una serie de factores de incertidumbre demuestran que Europa todavía no superó lo peor, aunque la recesión en las mayoría de los países se dé oficialmente por terminada. El futuro de Grecia sigue siendo incierto; en Alemania, los pilotos de Lufthansa fueron a huelga esta semana, al igual que los empleados de la petrolera Total en Francia, y en España los sindicatos salen a la calle, por primera vez durante un gobierno socialista, a protestar por los planes de retrasar la edad de la pensión. Se avecina una primavera caliente. La eurozona necesita de toda la solidaridad posible, reuniendo toda la voluntad política de la que sea capaz.”

Una amarga realidad

La Stampa, de Turín: “Las manifestaciones contra el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en Madrid y Barcelona sientan un precedente alarmante de un claro simbolismo: en España, la cohesión social, que hasta ahora pudo evitar que la preocupante situación económica tuviera consecuencias dramáticas, podría desmoronarse. (…) Zapatero habría tratado, en un principio, de enfrentar la situación apelando a la confianza general. Luego pasó a intentar tranquilizar a los mercados internacionales, y dejó entrever una reforma jubilatoria. Los sindicatos españoles, débiles de por sí, sólo podían responder con protestas a tales mensajes. Detrás de la crisis profunda y real que sufre España se esconde la amarga realidad: Zapatero sólo continúa lo que su antecesor, Aznar, había comenzado, y nunca tuvo un modelo propio de desarrollo económico.”

Zapatero tendrá que poner la casa en orden

Rheinische Post, Düsseldorf: “La crisis económica le pegó fuerte a España. Dado que el motor de su boom económico se alimentaba exclusivamente del impulso al sector de la construcción, que, además, creó cientos de miles de puestos de trabajo, la catástrofe fue una consecuencia lógica al explotar la burbuja inmobiliaria. Entretanto, la tasa de desempleo llega al 20 por ciento, y, tanto el Estado como los ciudadanos, están endeudados hasta el cuello. Hace tiempo que se considera a España más peligrosa para el euro que a Grecia, que está prácticamente en bancarrota. Si en Madrid se repitiera la debacle griega, eso representaría el fin de la divisa comunitaria. Por eso, al resto de Eurolandia sólo le queda esperar que el gobierno del primer ministro Zapatero ponga rápidamente la casa en orden.”

Autora: CP/dpa
Editora: Emilia Rojas-Sasse