Con ocho helicópteros contra incendios y varios cañones de agua, los grupos de bomberos luchan por apagar las llamas en Lübtheen, Mecklenburg-Pomerania Occidental, ese martes (2.07.2019). El incendio afecta ya a casi 600 hectáreas (6 kilómetros cuadrados) de bosque, localizadas cerca de un antiguo recinto militar de entrenamiento con restos de munición. La flota de helicópteros se ha duplicados. Debido a la impredecibilidad de los vientos, todavía no se ha logrado despejar el área extremadamente seca donde se hallan los restos de municiones, en el distrito de Ludwigslust-Parchim. Cuatro aldeas han sido evacuadas hasta el momento. Los cañones de agua riegan caminos y rutas.

Cerca de 650 personas han tenido que abandonar ya sus casas en las localidades de Lübtheen, donde se declaró el incendio, Jessenitz, Hohen Woos, Alt Jabel y Volzrade, a cerca de 50 kilómetros al suroeste de Schwerin, y han sido alojadas en albergues provisionales.

En una rueda de prensa, el ministro del Interior del estado federado de Mecklenburgo-Antepomerania, Lorenz Caffier, subrayó el lunes (1.07.2019) el "gran desafío" que está suponiendo luchar contra las llamas, ya que la superficie afectada es "relativamente grande" y se encuentra contaminada con munición.

El ministro de Agricultura y Medioambiente regional, Till Backhaus, precisó que esto implica que los equipos de extinción sólo se pueden aproximar hasta una distancia de mil metros por vía terrestre y aérea de la zona contaminada.

Indicó que el antiguo recinto de entrenamiento militar había albergado antes de la II Guerra Mundial una gran fábrica de munición para la marina y que aunque el arsenal fue volado, hay una parte que no detonó.

Agregó que la superficie boscosa asciende a 4.000 hectáreas, con predominio de coníferas, principalmente pinos, por lo que el peligro, con las actuales condiciones meteorológicas, la sequía y la ausencia de lluvia en los próximos días, es grande.

En la extinción del incendio, que se declaró en tres puntos diferentes, participan de momento unos 2.000 efectivos y tanto la Policía Federal como el Ejército han puesto a disposición dos helicópteros, respectivamente, indico Stefan Sternberg, jefe del distrito de Ludwiglust-Parchim.

Un problema adicional es el viento, que además de dificultar la extinción, cambia constantemente la dirección de las llamas, agregó.

Por otra parte, Backhaus, quien indicó que se trata del mayor incendio en la historia del estado federado de Mecklenburgo-Antepomerania, exigió al Gobierno federal poner a disposición la tecnología necesaria para eliminar de munición los terrenos contaminados.

Esta tecnología es necesaria también para poder ingresar en estos terrenos y extinguir incendios como el actual, agregó Backhaus, quien no descartó solicitar hidroaviones europeos para luchar contra las llamas.

Según el ministro, análisis realizados por expertos en Mecklenburgo-Antepomerania establecieron que las superficies contaminadas albergan hasta 45,5 millones de toneladas de munición y advirtió del "extremo peligro" que eso supone.

Las causas del incendio por el momento no han sido esclarecidas y las autoridades sospechan que se trata de un fuego intencionado, señalan los medios.

En este mismo lugar se había declarado un incendio hace unos días, pero el viernes las autoridades comunicaron que había sido extinguido; el domingo, no obstante, volvía a arder.

El olor a humo está afectando no sólo a las poblaciones próximas al incendio, sino que ha llegado también al estado federado vecino de Brandeburgo y hasta Berlín.

A través de su cuenta de Twitter los bomberos de Berlín alertan del posible olor a humo por el incendio declarado en Lübtheen.

"Cierren las ventanas si es necesario, pero no llamen al número de emergencia 112. El olor es molesto, pero no peligroso", piden a la población. (efe, afp).

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