Gershkovich, el periodista de EE. UU. enjuiciado en Rusia
26 de junio de 2024Era el 29 de marzo de 2023 en Ekaterimburgo, al pie de los Urales. La agresión bélica de Rusia contra Ucrania llevaba cerca de un año en pleno apogeo y Evan Gershkovich investigaba sobre el famoso Grupo Wagner y sus métodos de reclutamiento. El periodista estadounidense buscaba averiguar qué pensaba la población rusa al respecto.
Ekaterimburgo es también la sede de Uralvagonzavod, una importante empresa de defensa rusa. Aquí se fabrican, entre otras cosas, tanques que se utilizan en Ucrania. No está claro si esta fue la razón por la que Gershkovich investigaba aquí, a casi 1.800 kilómetros al este de Moscú. Lo que está claro, sin embargo, es que esa sería su perdición.
Las fuerzas de seguridad rusas lo arrestaron. La acusación: espionaje para Estados Unidos. Adujeron que Gershkovich habría recopilado información secreta sobre la fabricación y reparación de equipos militares para la CIA. Es la primera vez desde el fin de la Guerra Fría que Rusia encarcela a un periodista estadounidense.
Gershkovich fue trasladado al famoso centro de detención de Lefortovo, en Moscú: el antiguo lugar de tortura de la KGB soviética es ahora una prisión preventiva. Ha estado detenido allí desde entonces. Solo ahora, casi 15 meses después, comienza el juicio en su contra, este 26 de junio, a puerta cerrada.
Entre dos mundos
Gershkovich, de 32 años, vive y trabaja en Rusia desde 2017. Primero, como reportero del Moscow Times. Luego, para la agencia de noticias AFP. Desde enero de 2022, informa desde los estados sucesores de la Unión Soviética para el Wall Street Journal.
Nació en Nueva York, hijo de inmigrantes judíos, pero su familia proviene de Ucrania. Muchos de sus antepasados fueron asesinados durante el Holocausto. Y su familia también sufrió discriminación antisemita en la Unión Soviética. Por ello, sus padres emigraron a Estados Unidos en 1979.
Gershkovich creció bilingüe. Cuando decidió ir a Rusia, a sus veintitantos años, fue para él también un viaje de regreso a sus raíces. Se hizo un nombre como reportero, con historias que revelaban profundos conocimientos sobre la cultura y la sociedad rusas.
En febrero de 2022, las tropas rusas invadieron la vecina Ucrania y las condiciones de trabajo se volvieron cada vez más difíciles para los periodistas extranjeros. También DW se vió obligada a cerrar su estudio en Moscú, tras el endurecimiento de las leyes de prensa.
Pero Gershkovich decidió quedarse, informa el Wall Street Journal. Probablemente fuera muy consciente del peligro. En julio de 2022, ocho meses antes de su propio arresto, tuiteó: "Al informar sobre Rusia, es ahora común ver a personas que conoces ser encerradas por años".
Estadounidenses arrestados: ¿fichas en manos del Kremlin?
Ese es justamente el destino que amenaza ahora también a Gershkovich, quien niega todas las acusaciones en su contra. En el peor de los casos, el periodista estadounidense podría pasar hasta 20 años entre rejas. Y no es el único estadounidense encarcelado en Rusia.
En total, alrededor de una docena de ciudadanos estadounidenses se encuentran en cárceles rusas. Washington acusa a Moscú de utilizarlos para asegurar la liberación de rusos encarcelados en Estados Unidos. Esta es también la razón por la que Estados Unidos ha pedido a sus ciudadanos, ya varias veces desde 2022, que abandonen Rusia.
¿Intercambio de prisioneros a última hora?
Particular atención recibió el caso de la jugadora de baloncesto estadounidense Brittney Griner, detenida poco antes de la invasión rusa de Ucrania, por presuntos delitos relacionados con drogas, y condenada a nueve años de prisión. En su equipaje llevaba 0,7 gramos de aceite de cannabis, que le había recetado un médico estadounidense para aliviar el dolor. Griner fue liberada en diciembre de 2022, a cambio del famoso traficante de armas ruso Viktor But, encarcelado en Estados Unidos.
Ese también podría ser el último recurso para Evan Gershkovich. Cuando fue arrestado, en marzo de 2023, los medios estadounidenses especularon que podría haber sido una represalia rusa. Apenas cinco días antes, los propios Estados Unidos habían presentado cargos contra el ruso Sergei Cherkassov por espionaje. Posteriormente, Cherkassov fue condenado a 15 años de prisión en Brasil.
El presidente ruso, Vladimir Putin, confirmó a principios de junio que Moscú y Washington discuten intensamente entre bastidores un posible intercambio de prisioneros. "La pelota está en manos de Estados Unidos”, dijo esta semana su viceministro de Exteriores, Serguei Ryabkov, a la agencia estatal de noticias rusa Tass. "Estamos esperando que reaccionen a las ideas que se les presentan".
"Estamos contentos de que ambos Gobiernos hayan declarado su intención de negociar", dijeron los padres de Gershkovich a la cadena estadounidense ABC News. 14 meses después del arresto, no han perdido la esperanza de que su hijo sea liberado: "Si dejas que el pesimismo prevalezca", dijo la madre de Gershkovich, Ella Milman, "se acaba el juego".
(rml/ers)