Ex primer ministro de Malasia, acusado de corrupción
4 de julio de 2018
Najib Razak creó un fondo soberano cuando estaba en el poder que acumuló miles de millones en pérdidas y del que le acusan de desviar fondos en un desfalco millonario.
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El ex primer ministro de Malasia Najib Razak se declaró no culpable este miércoles (04.07.2018) ante el tribunal de Kuala Lumpur que le juzga por corrupción y de abuso de poder en un caso relacionado con la presunta malversación millonaria del fondo estatal 1 Malaysia Development Berhad (1MDB). El juez ordenó la retirada de sus dos pasaportes diplomáticos. La fiscalía pedía 4 millones de ringit como fianza, aunque el tribunal al final le impuso una de un millón (250.000 dólares).
Najib, de 64 años, fue arrestado ayer en su residencia de la capital, casi dos meses más tarde de perder las elecciones ante el actual jefe del Gobierno, Mahathir Mohamad. Najib acusa al nuevo gobierno de buscar con este caso una "venganza política". El exmandatario se enfrenta a una pena máxima de 20 años de prisión si es encontrado culpable de las acusaciones, relacionadas con una transferencia de 84 millones de ringit (unos 20 millones de dólares o 17 millones de euros) de SRC International, una unidad que pertenecía al fondo 1MDB.
En un video publicado en las redes sociales horas después de su arresto, Najib se disculpó con los malasios pero se mantuvo desafiante. "Como ser una persona normal, no soy perfecto… pero créanme: las acusaciones contra mí y mi familia no son todas ciertas", dijo. Najib estableció 1MDB cuando asumió el poder en 2009, pero acumuló pérdidas de miles de millones y está siendo investigado en Estados Unidos, Suiza, Singabpur y otros países por pesquisas vinculadas con la malversación del fondo estatal malasio. Hace un mes fue ya interrogado junto a su esposa y, durante el registro de su casa, le fueron incautados 272 millones de dólares en joyas y objetos de lujo, una cifra que él consideró siempre hinflada.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos cifra el dinero desviado de 1MDB en 4.500 millones de dólares, de los cuales unos 1.000 millones habrían sido blanqueados en el país norteamericano con la compra de propiedades inmobiliarias, yates, joyas y obras de arte, entre otros.
LGC (AP/EFE)
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América Latina: escándalos judiciales de expresidentes
Empezamos con Perú porque es el país sudamericano con más expresidentes en prisión.
Imagen: picture-alliance/dpa
Perú: Alberto Fujimori (1990-2000)
Se encuentra en la cárcel cumpliendo una condena de 25 años por varios delitos, como corrupción, peculado, usurpación de funciones, por desviar fondos y por su responsabilidad en el asesinato de estudiantes de La Cantuta.
Imagen: Reuters
Perú: Ollanta Humala (2011 -2016)
Humala y su esposa, Nadine Heredia, se encuentran en la cárcel cumpliendo prisión preventiva por dieciocho meses. A ambos se les acusa de lavado de activos por los aportes que recibió su partido político en las campañas electorales de 2006 y 2011.
Imagen: picture-alliance/dpa
Perú: Alejandro Toledo (2001-2006)
Se encuentra prófugo de la Justicia. Existe una orden de captura por presuntos delitos de tráfico de influencias, lavado de activos y colusión. Se le acusa de haber recibido sobornos por 20 millones de dólares de la constructora Odebrecht.
Imagen: picture-alliance/dpa/AP/K. Navarro
Perú: Alan García (1985-1990 / 2006-2011)
Se ha visto involucrado en varios casos judiciales, pero ha logrado salir airoso de todos. Sobre él pesaban acusaciones por corrupción, enriquecimiento ilícito y violaciones de los derechos humanos. El escándalo más sonado durante su gobierno fue el de los ‘petroaudios’, que revelaron un presunto manejo irregular en licitaciones de lotes petroleros en beneficio de una empresa extranjera.
Imagen: Mirra Banchon
Argentina: Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015)
Sobre Kirchner pesan varias acusaciones: por el presunto delito de administración fraudulenta en perjuicio del Estado y por presunto blanqueo de capitales. Además, fue acusada de encubrir a los sospechosos iraníes del atentado perpetrado en 1994. El próximo 9 de noviembre deberá declarar ante el juez por los supuestos delitos de lavado de dinero por el caso “Hotesur”.
Imagen: picture-alliance/dpa/L. La Valle
Brasil: Lula Da Silva (2003-2010)
En julio de este año, la Justicia lo condenó, en primera instancia, a nueve años y medio de prisión por los crímenes de corrupción pasiva y lavado de dinero. El 9 de septiembre el expresidente brasileño deberá declarar ante la Justicia por los supuestos sobornos que habría recibido del grupo Odebrecht.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Schincariol
Brasil: Dilma Rousseff (2011-2016)
En el año 2016 afrontó un juicio político por presuntas manipulaciones de las cuentas públicas para ocultar el déficit fiscal, conocidas como “pedaladas fiscales” en portugués. Rousseff fue destituida como presidenta en agosto de 2016.
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Gomes
Bolivia: Luis García Meza (1980-1981)
En 1993, fue condenado a 30 años de prisión, sin derecho a indulto, por crímenes de lesa humanidad. Actualmente se encuentra en prisión cumpliendo su condena, que concluye en el año 2025.
Imagen: GONZALO ESPINOZA/AFP/Getty Images
Bolivia: Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003)
La Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia aprobó en 2016 un juicio de responsabilidad en su contra por presuntos delitos de contratos lesivos al Estado. En 2003, renunció a la presidencia y huyó a Estados Unidos.
Imagen: AP
Colombia: Álvaro Uribe (2002-2010)
Fue acusado de haber presionado y amenazado a los magistrados que revisaban el proceso contra exfuncionarios por las chuzadas del DAS, escándalo surgido tras las interceptaciones telefónicas y seguimientos ilegales durante su pasado gobierno. En 2016, la Corte Suprema falló a favor de Uribe.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Duenas Castaneda
Paraguay: Fernando Lugo (2008-2012)
Fue destituido de su cargo como presidente por un controvertido juicio político alegando mal desempeño en sus funciones. La mayoría de los gobiernos latinoamericanos de ese entonces condenaron dicha destitución, calificándola de 'ruptura del orden democrático'.