Liberan a música venezolana detenida tras criticar a Maduro
17 de julio de 2019
Karen Palacios quedará bajo régimen de presentación, según informó el fiscal general Tarek William Saab.
Publicidad
La clarinetista venezolana Karen Palacios, detenida presuntamente por un tuit en el que mostraba sus diferencias con el Gobierno de Nicolás Maduro, fue excarcelada este martes (16.07.2019) luego de 45 días detenida, pese a que contaba hace días con una orden de liberación que no había sido cumplida.
El Foro Penal, una organización no gubernamental que lidera la defensa de los considerados presos políticos venezolanos, dio a conocer la liberación en la red social Twitter con un video en el que se ve a Palacios abrazando a familiares al salir de la cárcel femenina, en las afueras de Caracas.
"A las 7:20PM (23.20 GMT) fue excarcelada la clarinetista #KarenPalacios", indicó en Twitter el director del Foro, Alfredo Romero.
El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, informó este martes, en el canal de noticias Globovisión, que la joven quedará bajo régimen de presentación, por lo que deberá acudir a los tribunales una vez al mes.
Judith Pérez, la madre de la clarinetista, aseguró ayer en rueda de prensa que la boleta de excarcelación fue emitida desde el pasado 18 de junio. La mujer relató que su hija fue detenida el pasado 1 de junio, luego de que denunciara en Twitter que fue expulsada de la Filarmónica de Caracas por ser opositora.
"Nosotros presumimos que a ella se la llevan por unos tuits que ella publicó denunciando que, por su posición política, no le habían querido dar el contrato en la Filarmónica de Caracas", prosiguió la madre.
La joven de 25 años, que está acusada de "instigación pública", denunció el pasado 26 de mayo en Twitter que llevaba "aproximadamente 3 meses tocando clarinete (primer clarinete) en la orquesta Filarmónica Nacional" y esperando un contrato que le habían ofrecido para presentar su audición y "poder quedar fija".
"El día de hoy, después de la novena función del 'Popol Vuh' me comunican que mi contrato fue rechazado 'porque he firmado en contra del régimen'", dijo Palacios en esa ocasión.
Según relata la madre, el día de la detención los funcionarios de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim) les hicieron creer que eran profesores de la orquesta.
eal (efe, efectococuyo.com)
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos enFacebook | Twitter | YouTube |
Los venezolanos encuentran refugio y solidaridad en Colombia
Maicao es famosa por su tráfico de drogas y personas, violencia y explotación sexual. Los refugiados venezolanos que viven allí son un blanco fácil. Pero un centro de recepción dirigido por ACNUR ofrece una salida.
Imagen: DW/Eline van Nes
Esperar en fila por comida
Los migrantes venezolanos hacen fila para verificar su número de registro y otros detalles antes de recibir su almuerzo. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU sirve comida tres veces al día.
Imagen: DW/Eline van Nes
Un techo en circunstancias difíciles
Filas de carpas provistas por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) se extienden para los venezolanos migrantes en el centro de recepción en Maicao y brindan la mayor comodidad posible en estas circunstancias.
Imagen: DW/Eline van Nes
Buscar una salida
El centro de recepción recientemente inaugurado en Maicao, en la región de La Guajira, una colaboración entre ACNUR y las autoridades colombianas, es el primero de su tipo en Colombia. Las agencias gubernamentales locales y nacionales solicitaron ayuda a ACNUR debido al constante flujo de migrantes y refugiados venezolanos que cruzan la frontera hacia Maicao.
Imagen: DW/Eline van Nes
Sin un propósito y con la salud amenazada
Domingo Fernández, un experiodista y profesor de 72 años, solía escuchar sobre los refugiados y verlos en las noticias, pero nunca pensó que terminaría en un refugio también. Habiendo trabajado la mayor parte de su vida, ahora se siente inútil. Cada mañana se levanta, espera su desayuno y riega el área cerca de la entrada de su tienda de campaña porque el polvo está afectando sus pulmones y ojos.
Imagen: DW/Eline van Nes
Esperando una vida mejor
Rusmari Luna trajo un brazalete de Venezuela que su madre le hizo para el viaje. Tuvo que irse con sus hijos porque ya no podía mantenerlos. Ella cuenta que algunas personas en Venezuela entregan sus hijos a otras familias, otras los abandonan en las calles. También dice que encontraba esas historias difíciles de creer, pero ahora entiende lo desesperadas que están algunas de esas personas.
Imagen: DW/Eline van Nes
Soñar con casa
Rosmery Castillo dejó Venezuela hace un mes con dos de sus hijos y dejó un tercero con su hermano. Era enfermera en Valencia, pero la alta inflación desaparecía su salario mínimo y la dejaba sin casi nada para comprar comida. Ella planea regresar a Venezuela tan pronto como la situación mejore para estar con su madre y su abuela, a quienes tuvo que dejar atrás.
Imagen: DW/Eline van Nes
Compartir el techo y la voluntad de sobrevivir
Rosmery Castillo (34, izquierda) y Vanesa Añez (19) no se conocían cuando ambas llegaron al centro de recepción de ACNUR al mismo tiempo. Ahora comparten una carpa.
Imagen: DW/Eline van Nes
Una mano amiga
Una clínica de la Cruz Roja Colombiana en el centro de recepción atiende los problemas de salud que pueden sufrir los migrantes y refugiados, como los problemas pulmonares causados por el polvo del desierto de La Guajira.
Imagen: DW/Eline van Nes
Solidaridad y entendimiento
La xenofobia siempre está acechando en el fondo, pero La Guajira tiene una conexión histórica con la ciudad venezolana de Maracaibo. Muchas personas de La Guajira se mudaron a Venezuela durante el conflicto colombiano de las FARC. Hay solidaridad entre personas de ambos lados. También hay muchos desplazados internos en Colombia, que entienden cómo es para los venezolanos estar en esta situación.
Imagen: DW/Eline van Nes
Tomar la ruta legal
El cruce oficial entre Colombia y Venezuela está marcado por algunas vallas y soldados haciendo guardia. Hay una forma oficial de cruzar entre Colombia y Venezuela, pero también unos 150 atajos ilegales, muchos de los cuales terminan justo en frente del cruce oficial.