Exgeneral bosniomusulmán, condenado por crímenes de guerra
22 de enero de 2021
Huellas de la guerra en Bosnia todavía en los edificios en esta imagen tomada en 2019.Imagen: DW
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El general retirado Sakib Mahmuljin, un antiguo comandante militar bosniomusulmán, fue condenado este viernes (22.01.2021) por el Tribunal de Bosnia-Herzegovina a diez años de cárcel por crímenes de guerra contra presos y civiles serbios en 1995.
Mahmuljin, de 68 años, quien fue comandante del Tercer Cuerpo del Ejército bosnio -de mayoría musulmana- al que pertenecía la unidad "El Muyahid", de voluntarios de países islámicos, fue condenado por no impedir tratos inhumanos y asesinatos de más de 55 prisioneros de guerra serbobosnios, informó el portal bosnio Klix.
25 años de la masacre de Srebrenica
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Los crímenes fueron cometidos por miembros de "El Muyahid" entre julio y septiembre de 1995 en las zonas de Vozuce y Zavidovici, en Bosnia central, según la acusación. La defensa de Mahmuljin anunció que recurrirá la sentencia en primera instancia pronunciada en Sarajevo por el tribunal bosnio especializado en crímenes de guerra. (efe/ap)
Mostar: las cicatrices de la guerra
El puente de Mostar fue destruido por las fuerzas armadas de los croatas bosnios. En la actualidad, está de nuevo en pie, al igual que las mezquitas y las calles en la ciudad en Bosnia-Herzegovina.
Imagen: Reuters/D. Ruvic
Símbolo de la destrucción
Las fuerzas armadas de los croatas bosnios destruyeron el 9 de noviembre de 1993 el emblemático puente de piedra de Mostar, del siglo XVI. Mostar fue entoces la capital más reñida de la "República Croata de Herzeg-Bosnia", en Bosnia-Herzegovina (oficialmente, Bosnia y Herzegovina).
Imagen: Reuters/D. Ruvic
Reconstrucción y paz
Después de la guerra, se construyó el puente, copiando con exactitud el antiguo y gracias a muchos años de cooperación internacional. Es el primer tesoro del Patrimonio Mundial de la UNESCO, en el que no solo se conserva un monumento sino que se reconstruye uno destruido, teniendo en cuenta el original. Se inauguró en 2004.
Imagen: Reuters/D. Ruvic
Una ciudad dividida
En la Guerra de Bosnia, la mezquita de Sokollu Mehmet Pasha también sufrió muchos desperfectos. La ciudad estaba dividida: en el oeste vivían los croatas católicos y en el este, los musulmanes bosnios.
Imagen: Reuters/D. Ruvic
Templo musulmán con nuevo esplendor
En la actualidad, la mezquita reconstruida de Mehmet Pasha es una de las atracciones turísticas de la ciudad. La división de la ciudad ya no existe. Pero es un hecho que los croatas siguen viviendo sobre todo en el oeste y los bosnios, en el este.
Imagen: Reuters/D. Ruvic
Desolación y miedo
El asedio de Mostar duró nueve meses. Miles de musulmanes bosnios fueron expulsados de sus casas. Los dirigentes de la proclamada entidad "República Croata Herzeg-Bosnia" querían una fusión con los croatas.
Imagen: Reuters/N. Solic
Huellas del pasado
El casco antiguo de Mostar se reconstruyó. Sin embargo, en algunos edificios se pueden apreciar aún los agujeros que dejó la munición. En la actualidad, las tres etnias del país están representadas en la presidencia de la República Bosnia y Herzegovina: bosnios, serbios y croatas.