Manafort se declaró culpable en 2018 de conspirar contra EE. UU. y comenzó a cooperar con los fiscales que trabajan en la investigación del fiscal especial Robert Mueller, sobre si Rusia interfirió en las elecciones.
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El fiscal especial estadounidense, Robert Mueller, ha instado al juez T.S. Ellis en el distrito este de Virginia a sentenciar a Paul Manafort (foto), exjefe de campaña del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a entre 19 y 24 años de prisión.
Horas antes, el fiscal especial había pedido al juez Ellis que estableciera una fecha para la sentencia de Manafort "tan pronto como sea posible", según ha informado la cadena estadounidense NBC News. "Manafort actuó durante más de una década como si estuviera por encima de la ley y privó al Gobierno federal y a varias instituciones financieras de millones de dólares", señala el expediente judicial.
Manafort "mintió intencionalmente"
A principios de este mes, la jueza del distrito federal Amy Berman Jackson estuvo de acuerdo con los fiscales en que Manafort había mentido "intencionalmente" a los investigadores sobre sus contactos con un presunto agente ruso, Konstantin Kilimnik, en 2016 y 2017, a pesar de haberse comprometido a cooperar como parte de su acuerdo de culpabilidad de septiembre.
Jackson también dictaminó que Manafort había mentido acerca de un pago secreto que realizó a una firma de abogados, y mintió en otra ocasión en que los investigadores lo interrogaron sobre una investigación separada, aún secreta, relacionada con la investigación de Mueller.
El fallo significó que Mueller ya no tiene que cumplir con el acuerdo, en el cual Manafort aceptó declararse culpable de dos cargos de conspiración reducidos, con una sentencia máxima de 10 años en prisión.
Manafort es uno de los siete antiguos asociados de la campaña de Trump que han sido acusados por el equipo de Mueller. Fue condenado en agosto en un tribunal de Virginia por ocho cargos de fraude bancario y fiscal relacionado con su trabajo para los partidos políticos respaldados por Rusia en Ucrania entre 2004 y 2014. Fue acusado por separado en Washington de lavado de dinero, manipulación de testigos y otros delitos, que se consolidaron en los dos cargos de conspiración en el acuerdo de culpabilidad.
FEW (Europa Press, AFP)
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¿Guerra Fría recargada?
Con la suspensión del tratado nuclear INF, una de las principales iniciativas de desarme de los años 80 ha sido archivada. Este acuerdo fue un mérito de la diplomacia y del movimiento por la paz. Aquí una revisión.
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Rearme verbal y material
EE. UU. suspendió primero su participación en el tratado nuclear INF durante seis meses, y un día después, lo hicieron los rusos. Por el momento, estas decisiones ponen fin a una fase de tres décadas de entendimiento y desarme entre las principales potencias. Los militares y los políticos participaron en este pacto, igual que la sociedad civil, que se movilizó masivamente en los años ochenta.
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Arsenal del terror
El INF fue uno de varios tratados diseñados para frenar el terrorífico arsenal atómico creado por el rearme de la Guerra Fría. Aquí hay un misil Pershing II de EE.UU. equipado con una cabeza nuclear en la base estadounidense Mutlangen, en Baden-Württemberg (Alemania).
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Brindis por el entendimiento
El avance hacia el tratado INF fue logrado por el entonces presidente de EE. UU. Ronald Reagan (izquierda) y el líder soviético Mijail Gorbachov (derecha) en diciembre de 1987. Tras su firma en Washington, ambos políticos presionaron para un nuevo comienzo en las relaciones Este-Oeste.
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Línea directa
Una de las grandes preocupaciones durante la Guerra Fría fue que las dos grandes potencias podrían declararse la guerra entre sí por un simple error de comunicación. Es por eso que los ingenieros de ambos países establecieron la llamada "línea directa" en 1963: una conexión directa entre Washington y Moscú. Esta imagen muestra un télex en el Pentágono en 1963.
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Entre dos frentes
Durante la Guerra Fría, el Telón de Acero corrió por el centro de Alemania. La República Federal de Alemania (RFA) estaba vinculada a Occidente, y la República Democrática Alemana (RDA) a la esfera de influencia oriental. En el caso de una guerra nuclear, el Gobierno federal tenía su propio búnker cerca de Ahrweiler, en su sede ubicada en Bonn.
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Gobierno subterráneo
En caso de una guerra nuclear, el Gobierno de Alemania Occidental debía continuar trabajando. Por lo tanto, el búnker estaba equipado con todo lo necesario. En el subsuelo también había una sala de reuniones con colores cálidos que supuestamente aliviaban el horror del búnker.
Imagen: DW/Maksim Nelioubin
¿Guerra nuclear? No, gracias
El temor a una posible guerra nuclear también impulsó a gran parte de la población a manifestarse. A fines de la década de 1970 surgió un movimiento por la paz que durante años exigió desarme y entendimiento. Aquí hay un pin correspondiente a una de las reuniones celebradas en Bonn, en octubre de 1981.
Imagen: HDG
Demostración histórica en el Hofgarten
El 10 de octubre de 1981, alrededor de 300 mil personas se reunieron en Bonn, entonces la capital de la República Federal, para protestar contra el armamento nuclear. La última reunión en el Hofgarten de Bonn se convirtió en una de las manifestaciones más impresionantes de la historia del movimiento alemán por la paz.
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"Reunión de los valientes..."
"...no de los temerosos". Así describió el político del SPD Erhard Eppler, uno de los actores clave en el movimiento por la paz, al mitin de Bonn. Las palabras de Eppler se referían a que justamente quienes expresaban temor a la guerra eran valientes por ello.
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Bloqueo por la paz
En septiembre de 1983, los opositores a las armas nucleares bloquearon el depósito de armas de EE.UU. en Mutlangen. Entre ellos estaban el Nobel de Literatura Heinrich Böll y su esposa, Annemarie. Böll dijo que estaba allí "porque sería muy fácil defender algo tan primordial solo desde mi escritorio. También deseo solidarizarme con todas aquellas personas que tanto se sacrifican".
Imagen: picture-alliance / dpa
Críticas desde las Fuerzas Armadas
Uno de los opositores al rearme más famosos fue el general de división Gert Bastian. Junto con la política Petra Kelly, protestó contra el despliegue de misiles nucleares de mediano alcance en Europa. En 1983, ambos fueron de los primeros políticos del partido ecologista Los Verdes en ser electos para ingresar al Parlamento alemán.
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Objetivos comunes en Occidente y Oriente
Muchas personas también tomaron las calles en la parte oriental de Alemania. "Espadas en arados" fue el lema del movimiento por la paz allí. Fue inventado en 1980 por el joven pastor Harald Bretschneider. Desde las filas de los activistas por la paz de Alemania oriental también surgió un movimiento de protesta contra el sistema político de la RDA.
Imagen: DW/W. Nagel
Logro I: desarme en el Este
El tratado INF llevó el desarme masivo del potencial nuclear a ambos lados del Telón de Acero. Esta foto de 1989 muestra una serie de misiles soviéticos SS-20 destruidos.
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Logro II: desarme en Occidente
Los estadounidenses también retiraron sus armas nucleares de Europa. En 1988 abrieron el depósito de Mutlangen para la prensa internacional. Luego se llevaron los cohetes Pershing II a EE.UU., donde fueron desarmados. El peligro de que Europa pudiera convertirse en el escenario de una guerra nuclear parecía haber acabado.