Para René Wildangel, jefe de la oficina en Ramalá de la Fundación Heinrich Böll (cercana a Los Verdes alemanes) todo apunta a una ofensiva de tierra israelí en al Franja de Gaza. Lo que podría conducir a una repetición de la desastrosa guerra de 2008.

Deutschlandfunk: Sr. Wildangel, ¿estamos ante una inminente ofensiva de tierra israelí?

René Wildangel: Los temores aquí son tantos como en Washington o en Israel. Pero los hechos hablan de un enorme número de reservistas que han sido desplegados en la frontera con Gaza. Por supuesto que todos aquí esperan que se produzca una tregua, pero la preocupación es grande. De momento todas las señales apuntan a una repetición de lo que vivimos en 2008, una desastrosa guerra que dejó un saldo de 1300 muertos del lado palestino y decenas del israelí.

¿Una repetición de 2008? ¿Qué no se ha transformado la situación desde que cayera Mubarak en Egipto?

Por un lado la situación es completamente diferente. Sin embargo el nuevo presidente egipcio Mohammed Mursi, se encuentra entre la espada y la pared. Pues recibe claras señales de Estados Unidos de que no toque el Tratado de Paz con Israel. Para Egipto Estados Unidos es un socio fundamental. El país se encuentra en transformación y depende de la ayuda económica del exterior. Pero también tiene la presión de la calle, de la población egipcia y de todo el mundo árabe, que espera que después de la revolución el país se comporte de otra manera. Mursi ha tenido gestos simbólicos. Llamó a consultas a su embajador en Israel, ayer envio a Gaza a su primer ministro y hoy llegó de visita el ministro del Exterior de Túnez. Pero son símbolos políticos. Porque no creo que se puede esperar grandes medidas que puedan poner en peligro las relaciones con Estados Unidos o con otras grandes potencias.

El primer ministro egipcio tuvo palabras de respaldo a Hamas. ¿Puede Egipto convertirse en un mediador para lograr pactar una tregua?

Creo que Egipto juega un papel central. Creo que es necesario una mayor presión de todas las partes, también de la Unión Europea, para dejar en claro el enorme riesgo para ambas partes, claro sobre todo para la población civil palestina, para los 1,7 millones de personas que viven esta situación como una pesadilla. Ellos temen por su vida a diario. Pero también para el lado israelí, desde el punto de vista estratégico. Una ofensiva de tierra costaría muchos muertos en ambos lados y no resolvería los problemas, porque después de 2008 se olvidó a la Franja de Gaza. Se erigió un muro, se bloqueo la zona y se desarrolló una economía de túneles. Los problemas de fondo solo se pueden resolver con diplomacia. Los egipcios juegan un papel central y sus estrechas relaciones con Hamas son muy importantes.

¿Qué tanto respaldo tiene Hamas en Cisjordania?

Desde la división de 2007 entre Fatal y Hamas, la Franja de Gaza y Cisjordania se han convertido casi dos estados divididos. En la primera gobierno Hamás, y en la segunda Fatah. En Cisjordania Hamás está presente pero está muy debilitada. Muchos palestinos aquí tienen familia en Gaza y se preocupan por su seguridad. Pero se trata de mundos divididos.

¿Quienes deciden en este momento sobre la guerra o la paz?

En primer lugar, Hamas e Israel. El cálculo de ambas partes no es muy claro. Sabemos que Israel celebrará elecciones pronto, por lo que es explicable que el gobierno israelí responda con mano dura para demostrar que no toleran ningún misil de Hamas. La organización islamista, por su parte quiere demostrar que puede oponer resistencia, que cuenta con capacidades militares. Pero tengo la impresión de que ninguna de las partes sabe a ciencia cierta como apuntarse una victoria en esta difícil situación. Pero también creo que Estados Unidos y la Unión Europea tendrían que actuar de manera más enérgica.

¿Cómo tendría que actuar?

En el marco de la ONU, con presencia en la región y con conversaciones concretas. Eso de no involucrar a Hamas en las conversaciones es algo que hay que reconsiderar. Lo único que observamos es una serie de declaraciones de solidaridad y de espaldarazos a Israel que le otorgan derecho a defender a su población. Eso está muy bien pero no es suficiente. A veces se tiene la impresión de que se fortalece a las partes en conflicto en sus hostilidades. El mundo árabe hace lo mismo con Hamas. Eso no ayuda a nadie, hay que tomar iniciativas diplomáticas concretas en el marco de la ONU, de la Liga Árabe, y en el lugar del conflicto.

Pero Hamas niega el derecho a existir de Israel. ¿Hasta qué punto es un interlocutor adecuado?

Tal vez no lo sea, pero es una cuestión de pragmatismo y de diplomacia. Hamas ganó las elecciones de 2006, y se le impuso tres condiciones para aceptar a la organización como interlocutor, la primera de ellas era el reconocimiento de Israel. Eso no lo hizo nunca Hamas. Pero la diplomacia debe buscar salidas y soluciones. Estas tres condiciones no fueron muy útiles. Se ha perdido mucho tiempo. La situación en Gaza es catastrófica. Hamas es corresponsable, pero creo que de conseguirse una tregua, es necesaria mucha creatividad y una nueva estrategia diplomática.

Autora: Sandra Schulz/ EU

Editor: José Ospina Valencia