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Expertos urgen a Trump moderar su discurso

10 de agosto de 2017

La retórica belicosa de Donald Trump contra Corea del Norte no puede disimular la falta de una estrategia clara de EE.UU. para lidiar con el cada vez más agresivo régimen

Imagen: Picture-Alliance/AP Photo/E. Vucci

Las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en contra de Corea del Norte, pronunciadas en declaraciones públicas vía Twitter, han hecho que la tensión entre Washington y Pyonyang se agudice incluso más.

"Es casi como si los norcoreanos hubieran escrito sus declaraciones porque ellos son bien conocidos por su discurso desmesurado", dijo Joel Wit, un miembro del Instituto de Estados Unidos-Corea de la Universidad Johns Hopkins y fundador de 38North, una página web que presenta análisis acerca de Corea del Norte. "No estoy diciendo que vaya a causar una guerra coreana, pero ciertamente hace la situación más tensa".

Miles Pomper, especialista en no proliferación nuclear del Centro James Martin de Estudios sobre la No Proliferación (CNS), dijo que con su continuo ruido de sables Trump estaba probablemente tratando de generar una crisis que obligaría a China a intervenir y resolver el problema. "Pero corre el riesgo de presionar a Corea del Norte a escalar la situación con una acción real, muy probablemente convencional".

Peligrosa desviación del precedente

El discurso de Trump ha sido también criticado por correligionarios republicanos, incluyendo a John McCain, quien dirige la Comisión de Servicios Armados del Senado y es ampliamente considerado un halcón de defensa. McCain criticó el lenguaje de Trump, específicamente la promesa del Presidente de que Corea del Norte enfrentaría "fuego y furia" si mantenía sus amenazas en contra de EE.UU., diciendo que "todo lo que va a hacer es acercarnos a una seria confrontación".

William Perry, exsecretario de Defensa de Bill Clinton, también llamó a la aparente amenaza del presidente Trump de usar armas nucleares contra Corea del Norte "una peligrosa desviación del precedente histórico", argumentando que la crisis actual requería un "lenguaje medido".

Tanto el Secretario de Estado, Rex Tillerson, como el Secretario de Defensa, James Mattis, parecieron querer seguir ese consejo. En una declaración, Mattis reafirmó el compromiso de Washington de defenderse a sí mismo y sus aliados, y advirtió a Corea del Norte que no tomara medidas que "conducirían al final de su régimen y la destrucción de su pueblo". Pero también indicó que Pyonyang "perdería cualquier conflicto que iniciara", indicando así que EE.UU. no tenía la intención de comenzar un conflicto con Corea del Norte.

A pesar del aparente intento del alto diplomático de Trump y jefe de Defensa de desacelerar la continua guerra de palabras con el régimen norcoreano, los académicos sugieren que la Casa Blanca debería enfocarse en armar una estrategia coherente para abordar el hecho de que Pyongyang, de acuerdo a nuevas estimaciones de inteligencia, ha construido con éxito un arma nuclear lo suficientemente pequeña como para caber en un misil.

Imagen: Getty Images/AFP/STR

Sin estrategia aparente

"Si yo supiese cuál era la política de la administración de Trump en torno a Corea del Norte, más allá de los simples eslógans, quizás tendría algo que decir acerca de cómo esto cambia las cosas", dijo Joshua Pollack, un experto en Corea del Norte que también trabaja para el CNS. "Pero por lo que puedo decir, estaban confiando en China para arreglar el problema y ahora que eso no ha funcionado no hay un plan B obvio".

"No tienen una estrategia", concuerda Wit, refiriénose a la administración de Trump. "Están tratando de hacer que los chinos lleven nuestra cruz y aumentar la presión sobre Corea del Norte, y no va a funcionar".

Restaurar el canal militar

Los académicos también aconsejaron pasos concretos para abordar la amenaza en evolución de Corea del Norte.

Como un primer paso tangible, para mostrar que Trump y sus asesores están realmente preocupados por el riesgo de guerra nuclear y listos para intentar calmar los nervios, deberían restaurar los vínculos de comunicación con el régimen, comenzando con el canal militar en Panmunjon, un pueblo en la zona desmilitarizada entre Corea del Sur y Corea del Norte, dijo Pollack.

En términos más generales, añadió, "lo mejor sería iniciar discusiones incondicionales y abiertas sobre medidas para fomentar la confianza".

"Tenemos que abordar activamente a los norcoreanos y sentarnos y ver a dónde podemos ir desde aquí", dijo Wit.

Autor: Michael Knigge (RR).

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